No hay día en el que un oyente de mis programas no me diga que con un cambio de gobierno en España no es suficiente, que hace falta un cambio de sistema, se refieren a que, si en unos años Feijóo llega a la Moncloa, no confían que provoque un giro suficiente en la estructura democrática de España que evite la autocracia de otro Pedro Sánchez en un futuro. Para empezar, está por ver si el PP revocaría los indultos o la amnistía a los golpistas del procés, les puede necesitar en el futuro para gobernar, no derogará la rebaja del delito de malversación ni la forma de elección de los vocales del CGPJ. En cuanto termite el tiempo de Cándido Conde Pumpido como presidente del Constitucional pondrá otro magistrado de su cuerda y buscará alguien afín a su partido como fiscal general, no colocará juristas de reconocido prestigio elegidos por los propios jueces y fiscales en esos cargos. En definitiva, se frenará la ofensiva dictadora de Sánchez, pero no resolverá el problema. 

No escuchamos la promesa del PP para cambiar la ley electoral y evitar que partidos con menos de un 3% de votos en toda España sean representados en el Congreso. De aprobarse esta norma no estaríamos a expensas de ERC, Junts, Bildu, PNV, Coalición Canaria o BNG, que ya tienen su representación en los parlamentos autonómicos. Si además se aprobara la máxima de un español un voto, evitaríamos trampas electorales que colocan diputados con menos apoyo popular que otros que no consiguen escaño recibiendo miles de votos más, según la ciudad o pueblo donde vivan. ¿Por qué el voto de un turolense ha de valer cuatro veces más que el de un madrileño? Esto es cambiar el sistema y el PP jamás lo ha intentado ni teniendo mayoría absoluta. Cristóbal Montoro nos asfixió a impuestos igual que Mª Jesús Montero, muchos creen que entre Montoro y Montero solo hay una letra de diferencia, y mientras tanto somos el país europeo donde más subieron los impuestos tras la pandemia a la vez que el Gobierno se sigue endeudando a razón de 800 millones diarios. 

Cuando las encuestas no dan una victoria suficiente a Feijóo sin contar con Vox es por estos y otros motivos. Con un presidente del gobierno que tiene a su hermano y esposa investigados por corrupción, a la UCO registrando varios ministerios y a un paso de que él mismo sea imputado por un juez y ni así Feijóo arrasa en las encuestas, el PP tiene un problema y no ha entendido el mensaje.

En España estamos rozando la dictadura que llegó a Venezuela, seguimos paso a paso el camino que marcó Rodríguez Zapatero, asesor de Sánchez y del dictador Maduro. No entienden que hemos tocado fondo y que medio millón de jóvenes se van de España a trabajar a otros países porque tienen más oportunidades, mientras 800 asesores cobran del gobierno por no hacer nada. Tenía razón Albert Rivera, esto no es un gobierno, es una banda, a la que además de políticos de la cuerda, se suman empresas amigas, grupos de comunicación regados con dinero público y miles de empleados públicos y privados que dependen del maná que sale de nuestros impuestos y los fondos europeos, por eso solo el 25% de esos fondos han llegado al ciudadano, el resto los ha fagocitado la propia estructura del Estado. 

Lo grave no es que un pequeño dictador como Sánchez se aferre al poder con uñas y dientes, sino que la oposición no esté a la altura de este ataque directo a la democracia

Lo grave no es que un pequeño dictador como Sánchez se aferre al poder con uñas y dientes apoyado por un grupo que en su mayoría odia a España, sino que la oposición no esté a la altura de este ataque directo a la democracia para frenarlo. Este agosto lo vimos con la llave de la caja de los impuestos en Cataluña que le han regalado Sánchez a la Generalitat a cambio de colocar a Illa de President, para criticar tal atropello contra la igualdad de todos los españoles solo una declaración de Cuca Gamarra desde Logroño mientras veranea. Ridículo y preocupante. 

La mayoría de los españoles defenderán democráticamente este país por encima de gobiernos como el actual y oposiciones débiles como la de Feijóo. Si miran a Argentina verán lo que sucede cuando el mal político cree que nunca cambiará nada. Quédense con una frase de Milei “No vine para guiar corderos, sino para despertar leones”.