La gran batalla de la nueva temporada televisiva se desarrollará después de cenar. A esa hora, coincidirán en antena Pablo Motos y David Broncano. El primero es el líder absoluto del access prime time durante los últimos años; y, el segundo representa la principal apuesta de RTVE para intentar mejorar su audiencia. Sucede que en esta pelea hay un tercer contendiente, como es Carlos Latre, en el que Mediaset ha confiado para encabezar un programa importante en la parrilla de Telecinco. De momento, los resultados han sido malos.

Durante sus cuatro primeras emisiones, la audiencia de Babylon Show -así se llama su programa- ha sido muy floja; incluso inferior a las reposiciones de antiguos episodios de El Hormiguero. Latre se estrenó con un share del 10,1% y, a partir de ahí, ha cosechado el 6,9, el 6,7, el 7,5% y el 10,5%, según los datos de Kantar Media.

El último día de la semana -tras la caída de los primeros- puede dar lugar a cierta esperanza, pero cabe precisar que el programa de entretenimiento se ha estrenado en una semana en la que no concurrían sus competidores.

El espacio de Latre pretende introducir a los espectadores en una especie de 'mundo paralelo' -al igual que sucedía con Crónicas Marcianas- en el que van y vienen personajes y colaboradores de forma constante, como en una obra coral. A veces con orden y, a veces, con cierto desorden.

La apuesta no ha enganchado a muchos espectadores en la primera semana ni tampoco ha ayudado a Telecinco a remontar.

La larga crisis de Mediaset

De hecho, la 'cadena amiga' ha visto agudizada su crisis en agosto, un mes de bajo consumo televisivo, pero en el que se ha visto afectada por el crecimiento de La 1, de RTVE, beneficiada por la emisión de los Juegos Olímpicos tras haber gastado 60 millones de euros en sus derechos audiovisuales.

Durante los 29 días del mes, Telecinco registró una cuota media de pantalla de 8,5 puntos, en el que fue, con diferencia, el peor resultado de su historia. Incluso peor que el pasado agosto, cuando obtuvo 9 puntos.

Sólo en 1990, cuando una buena parte de los españoles ni siquiera habían sintonizado las televisiones privadas, consiguió resultados peores. Aun así, ni siquiera se consideran representativos.

El estreno -o la vuelta- de algunos de los referentes de su parrilla durante los últimos días no le ha ayudado a acercarse a Antena 3, su principal competidor, que concluirá el octavo mes del año muy por encima de Telecinco, aunque también con un resultado notablemente inferior al de los mismos días de 2023 (11,9%). La cadena de Atresmedia también ha sufrido durante 2024 una caída de su audiencia. Es más, su share en 7 de los 8 primeros meses del año ha sido peor que en 2023.

100 millones de euros

La 1 ha mejorado ostensiblemente, pero esto se explica en el gasto multimillonario en deportes que han realizado sus gestores, que ha superado los 100 millones de euros. Ahora bien, su audiencia se ha desplomado durante las últimas dos semanas, hasta el punto que algunas jornadas las ha cerrado por debajo de la barrera del 8%. De hecho, el mes lo ha ganado Atresmedia. Por milésimas, pero así ha sido.

Sus directivos confían en estabilizar ese dato con apuestas como la de Broncano, que obligarán a desembolsar 14 millones de euros por temporada. El contrato con su productora, El Terrat, contempla la emisión de al menos dos cursos completos.

A la vista de la existencia de un nuevo competidor -cuya contratación querían desde Moncloa-, El Hormiguero ha decidido echar el resto durante los primeros programas de la nueva temporada. Entre sus primeros invitados, ha anunciado a Rafa Nadal, a Lamine Yamal, a Victoria Federica, a Carolina Marín y a Ilia Topuria. Además, incorporará a su equipo a rostros conocidos como Plex y Susi Caramelo; y al incisivo Juan Carlos Ortega.

La batalla está servida y, en este caso, no sólo tiene connotaciones televisivas, sino también económicas y políticas. Entre otras cosas, porque Pablo Motos ha sido uno de los periodistas a los que ha señalado el Gobierno durante los últimos tiempos, debido a su línea editorial.