Por primera vez en la historia de la República Federal de Alemania un partido catalogado como de extrema derecha por la Oficia de Protección de la Constitución gana unas elecciones en un Land. Ha sido en Turingia, en el este de Alemania, en el Land donde ocupó dos puestos en un gobierno regional por primera vez el Partido Nacional Socialista (NSDAP) en 1930. Y lo hace de la mano de uno de los líderes más extremistas del partido, Björn Höcke.

Alternativa para Alemania va a contar con 32 diputados en el Parlamento de Turingia, una tercera parte del total de 88. Ha logrado el apoyo del 32,9% de los votantes de este Land con capital en Erfurt y una población de algo más de dos millones de habitantes. Su progresión es rápida: en 2019 AfD logró el 23,4%.

El descontento con el gobierno de Erfurt (Die Linke en minoría) y con el de Berlín (socialdemócratas, liberals y verdes) ha catapultado a AfD, un partido nacionalpopulista que comenzó con un discurso antieuropeo y antieuro para transformarse en una fuerza anti inmigración y anti islamista tras la crisis de los refugiados de 2015.

En la última fase de la campaña electoral han tratado de rentabilizar políticamente el atentado de Solingen. "Höcke o Solingen", decía el candidato en Turingia, en alusión a que solo con un gobierno de la ultraderecha se evitarían ataques similares. En Solingen un refugiado sirio que tenía haber sido deportado causó tres muertos hace diez días.

Los partidos que conforman el gobierno federal juntos solo han sumado un 10,5% de los sufragios. De ellos, solo el SPD entra en el Parlamento regional en Turingia con seis diputados. En Sajonia socialdemócratas y Verdes suman 17 escaños de 120 con la CDU en cabeza con 41 seguida de AfD con 40.

El gobierno que encabeza Olaf Scholz afronta una situación compleja, en gran parte ligada a la dependencia energética que tenía Alemania de Rusia, la potencia agresora en Ucrania. Fue una política que sostuvieron los dos grandes partidos, CDU y SPD, que al desmantelarla ha provocado mayor inflación y más descontento.

Vencen pero no gobiernan

¿Va a gobernar la ultraderecha en Turingia? No lo hará porque en Alemania se aplica lo que se denomina el cordón sanitario. Es decir, se buscan fórmulas alternativas a Alternativa.

Björn Höcke, ex profesor de 52 años que ha sido condenado varias veces por sus diatribas ultras, reclama el derecho de su partido a formar gobierno. "Somos el primer partido. Estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de gobernar", ha dicho Höcke tras conocerse los resultados en la cadena de televisión ARD. Ha recordado que la tradición parlamentaria es que la fuerza con más votos invite a otras a dialogar. Pero los otros partidos con los que AfD podría negociar no están dispuestos a hacerlo.

De esta manera, serán los democristianos de la CDU, que han logrado un 23,75 de los votos, que se traducen en 23 escaños, quienes intenten encontrar un acuerdo. Su líder en Turingia, Mario Voigt, se ha presentado como "el partido con más fuerza del centro político".

A diferencia de lo que pasaba hace diez años, el crecimiento de AfD impide la formación de mayorías cómodas y estables"

FRANCO DELLE DONNE, AUTOR DE 'EPIDEMIA ULTRA'

Pueden intentarlo con los socialdemócratas y con BSW, la Alianza Sahra Wagenknecht, la neocomunista conservadora, que se ha beneficiado del descontento con Die Linke, el partido del que procede, que ha gobernado en minoría hasta ahora. BSW cuenta con 15 diputados. Suman justo 44, la mitad del Parlamento. Aún así les falta un diputado para la mayoría. Y la ultraderecha tendría suficientes votos para bloquear sus políticas.

"Sigo pensando que no habrá gobiernos con AfD a corto y medio plazo pero no lo aseguro a largo plazo. A diferencia de lo que pasaba hace diez años, el crecimiento de AfD impide la formación de mayorías cómodas y estables, o mayorías sin más, y el caso de Turingia es muy especial. Hay gente en los niveles medios y bajos de los cuadros políticos que se plantea si no hay cooperar con AfD y se toman ejemplos como Italia o España. No creo que pase a corto plazo pero ya no es descartable como antes", explica Franco delle Donne, doctor en Comunicación por la Universidad de Berlín y autor del podcast Epidemia Ultra.

Wagenknecht, que no era la candidata ni en Turingia ni en Sajonia pero es la estrella del partido, se ha mostrado dispuesta a hablar con la CDU y con el SPD, pero no con AfD. "Con Björn Höcke no podemos cooperar", ha sentenciado. Sin embargo, hay similitudes entre las dos formaciones: son populistas, anti inmigración y críticas con la ayuda militar a Ucrania.

"Con AfD no podemos cooperar"

SAHRA WAGENKNECHT, LÍDER DE BSW

La consolidación de la superstar rojiparda

Será Wagenknecht realmente la auténtica queenmaker más que la ultraderecha. De padre iraní y madre alemana, Wagenknecht está casada con Oskar Lafontaine, ex dirigente socialdemócrata de potente carisma. Wagenknecht pone condiciones que no son competencia de los gobiernos regionales, como el cambio en la política sobre Ucrania, igual que hace campaña en las locales en nombre de la "paz".

Es otra versión del populismo que tanto arraigo tiene en el este de Alemania. En Sajonia, BSW también será clave, dado que la ultraderecha se queda fuera del juego político del poder. La CDU, con 41 escaños, necesita sumar los 15 de BSW y los 10 del SPD, o tendría suficiente con los siete de los Verdes.

Lo que se ha constatado en estas elecciones regionales en Turingia y Sajonia es que este partido de ultraderecha es la fuerza política dominante en el este de Alemania, y eso sucede, como dice Florian Gathmann en Der Spiegel, "a pesar de todos los escándalos, a pesar de un candidato de extrema derecha de primera fila como Björn Höcke en Turingia".

Aunque ahora no lleguen al gobierno ni en Turingia ni en Sajonia, la AfD "tendrá más influencia práctica en el futuro. Por ejemplo, el grupo parlamentario más fuerte nombra de hecho al presidente del Parlamento, y la AfD también podría bloquear decisiones importantes si obtuviera un tercio de los votos en el Parlamento", añade Gathmann.

Este paseo triunfal en el Este tiene otra etapa el 22 de septiembre en Brandemburgo, donde también figura en cabeza Alternativa para Alemania. Y está fijada la fecha de las elecciones federales: serán el 28 de septiembre de 2025. Los democristianos (CDU), liderados por Friedrich Merz, son los favoritos en los sondeos con un 31%, pero la segunda fuerza es Alternativa para Alemania con un 19%. Los socialdemócratas quedarían por debajo, con un 16%, toda una humillación, y los Verdes obtendrían un 11%. Los liberales ni siquiera entrarían en el Bundestag. Falta poco más de un año para evitar ese terremoto político.