El nuevo Gobierno laborista británica suspende parcialmente la exportación de armas a Israel, en mitad de una creciente presión sobre Benjamin Netanyahu para que acepte el acuerdo con Hamás. Así lo ha anunciado este lunes el secretario de Exteriores británico, David Lammy.

Tras examinar el cumplimiento por Israel del derecho internacional humanitario en los cerca de once meses de operación militar en Gaza, Lammy ha anunciado que el Reino Unido suspende unas 30 licencias de exportación de material militar, del total de 350 en vigor.

"Lamento informar hoy a la Cámara (de los Comunes, cámara baja del Parlamento) de que la evaluación que he recibido no me permite concluir otra cosa que, en el caso de determinadas exportaciones de armas del Reino Unido a Israel, existe un riesgo claro de que puedan utilizarse para cometer o facilitar una violación grave del derecho internacional humanitario", ha manifestado Lammy.

La suspensión afecta al envío de componentes para aviones militares, helicópteros, aviones no tripulados y dispositivos para el tiro terrestre. El Ejecutivo británico dice haber llegado a la conclusión de que existe un claro riesgo de que los artículos exportados a Israel puedan utilizarse en graves violaciones del derecho internacional humanitario. Insisten en que no se trata de un embargo de armas y que la evaluación del gobierno no está diseñada para prejuzgar los resultados de la labor de los tribunales internacionales, como el Tribunal Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional.

Tras la victoria electoral el pasado julio, Lammy se comprometió a llevar a cabo una revisión de las ventas de armas a Israel para garantizar que éstas cumplían el derecho internacional. En su programa electoral, los laboristas se comprometieron a reconocer el Estado de Palestina pero no de manera inmediata. "El compromiso de reconocer el Estado de Palestina dependerá de cómo consigamos que todos nuestros aliados lo respalden" reconoció a este diario en una entrevista con El Independiente Ray Collins, entonces ministro de Asuntos Exteriores en la sombra de la bancada laborista en la Cámara de los Lores, la Cámara Alta del Parlamento británico.