El mercado laboral en España ha experimentado una serie de fluctuaciones significativas en el último año, reflejando tanto la estacionalidad inherente a la economía como la adaptación a nuevas realidades pospandemia. Los datos recientes sobre empleo revelan un panorama mixto: mientras que algunos sectores han logrado mantener o incluso aumentar sus niveles de empleo, otros han registrado caídas notables, especialmente en el mes de agosto, tradicionalmente complejo para el mercado laboral español.

Descenso de empleo en agosto

En agosto, España perdió casi 194.000 afiliados a la Seguridad Social, una disminución del 0,9% en comparación con el mes anterior. Este retroceso se ha atribuido principalmente al final de los contratos temporales en sectores como la educación, que registró una pérdida de más de 70.000 empleos, y la construcción, con 19.000 afiliados menos. La industria tampoco ha escapado a esta tendencia negativa, con una reducción de 17.000 cotizantes.

Este descenso de afiliados en agosto ha sido más pronunciado que en los mismos meses de 2023 y 2022, aunque sigue siendo menos severo que el experimentado en 2019, antes de la pandemia, cuando la caída superó los 213.000 trabajadores. A pesar de esta bajada, en términos desestacionalizados, el número de cotizantes ha seguido creciendo, con un aumento mensual de 30.200 afiliados, lo que sugiere que la economía española mantiene un nivel de actividad sólido, aunque con signos de desaceleración.

El sector servicios, impulsor tradicional del empleo en España, registró un aumento del paro en 22.000 personas en agosto, situando el total de desempleados en 2,57 millones, la cifra más baja para un mes de agosto desde 2008. Sin embargo, este incremento del paro es el más moderado para un mes de agosto desde 2016, lo que indica que, a pesar de la pérdida de empleo en sectores específicos, la situación general del mercado laboral sigue siendo relativamente estable.

Crecimiento anual de empleo

El crecimiento del empleo ha sido desigual a lo largo del año. Si bien sectores como la hostelería han continuado incorporando trabajadores, alcanzando máximos históricos de actividad con 2.200 nuevos afiliados en agosto, otros sectores han mostrado una tendencia a la baja. La construcción y la industria, en particular, han sufrido retrocesos notables, con una pérdida combinada de 36.000 empleos en el último mes, lo que refleja una ralentización en la recuperación de estos sectores tras la pandemia.

En un análisis interanual, de agosto de 2023 a agosto de 2024, la Seguridad Social ha ganado 482.900 afiliados, lo que representa un crecimiento del 2,3%. Este aumento refleja el esfuerzo sostenido de la economía española por recuperar y superar los niveles de empleo previos a la pandemia, aunque con variaciones significativas entre sectores. Mientras que algunos sectores han logrado una recuperación robusta, otros, especialmente aquellos con alta dependencia de la temporalidad, han mostrado mayor vulnerabilidad a las fluctuaciones estacionales.

Evolución por comunidades

En el último año, el crecimiento del empleo ha mostrado variaciones significativas entre las distintas comunidades autónomas de España. Todas ellas registran un aumento del empleo, aunque las diferencias son significativas. Las regiones con un mayor dinamismo económico, como Madrid y Cataluña, han liderado el crecimiento en términos de empleo, registrando incrementos interanuales superiores al 3%.

También destacan Canarias y Baleares, que han mostrado un crecimiento notable en el empleo, impulsado en gran medida por la recuperación del sector turístico, que es fundamental para ambas economías. Baleares, en particular, ha registrado uno de los mayores incrementos interanuales en afiliación, superando el 4%, gracias al auge del turismo internacional y la extensión de la temporada alta. Canarias también ha experimentado un crecimiento significativo, aunque ligeramente inferior, rondando el 3%, beneficiándose de su condición de destino turístico preferente durante todo el año.

En contraste, comunidades como Asturias y Extremadura han experimentado un crecimiento del empleo más moderado, con incrementos interanuales que no superan el 1,5%. Estas regiones, con economías más dependientes de sectores como la agricultura y la industria tradicional, han mostrado una recuperación más lenta, afectadas también por una menor dinamización del sector servicios. No obstante, estas comunidades han logrado mantener niveles de empleo estables, evitando caídas significativas a pesar del contexto económico desafiante.

A medida que España avanza hacia el final de 2024, será crucial observar cómo se desarrollan estas tendencias y si el crecimiento del empleo logra consolidarse de manera uniforme en todos los sectores y en las diferentes comunidades. La capacidad del país para mantener y generar empleo determinará la estabilidad económica en el próximo año. La evolución del empleo seguirá siendo un termómetro clave para medir la salud económica del país en un entorno post-pandémico que aún presenta desafíos significativos.