Núria Marin, la histórica alcaldesa de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y presidenta del PSC, será la nueva Delegada de la Generalitat en Madrid. Es el último eslabón, hasta ahora, de una operación de relevo en el poder municipal del PSC que ha servido a Salvador Illa para conformar la nueva administración de la Generalitat. La primera no independentista en una década. Pero también para preparar el relevo en las alcaldías que el PSC lleva gobernando décadas, con nuevos candidatos que disfrutarán de más de medio mandato, hasta las elecciones municipales de 2027, para afianzar sus proyectos y garantizar que los socialistas siguen mandando en el municipalismo catalán.

El relevo lo hizo oficial la propia alcaldesa el pasado mayo, cuando anunció su intención de abandonar un gobierno municipal que había dirigido desde que en 2008 sustituyó a Celestino Corbacho, en una operación similar. El tercer teniente de alcalde de la segunda ciudad más poblada de Cataluña, David Quirós, la sustituyó en la alcaldía el pasado 15 de junio. Ahora Illa la "recupera" como el nuevo rostro de la Generalitat en Madrid.

Similar camino ha recorrido Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) desde 2011 y flamante consejera de Interior de la Generalitat. La histórica dirigente del PSC, que formó parte del primer núcleo duro de Pedro Sánchez, había sonado como Marin en las quinielas ministeriales de los últimos años, sin llegar a confirmarse el ascenso. Pero su nombramiento como portavoz del partido, el pasado marzo, ya se leyó en clave de relevo en la alcaldía de una ciudad que, como Hospitalet de Llobregat, no ha conocido otro color que el socialista en su alcaldía desde los años 80 del siglo pasado.

La heredera de Carme Chacón

Menos conocida, pero con idéntica trayectoria, la alcaldesa de Esplugues de Llobregat (Barcelona), Pilar Díaz, abandona el consistorio para convertirse en la nueva delegada del Govern en Barcelona. Será por tanto en enlace entre el Govern de Illa y su bastión de poder municipal, el cinturón metropolitano de Barcelona.

Doctora ingeniera en telecomunicaciones, Diaz entró en el ayuntamiento en sustitución de Carme Chacón y gobierna Esplugues desde 2006. En el entorno del consistorio había trascendido ya su voluntad de dejar la alcaldía, tras casi dos décadas de gestión municipal.

Marin y Diaz forman parte del paquete de nombramientos oficializados por el Govern este martes, con la designación de todos los delegados territoriales del Govern. Todos ellos son alcaldes o regidores de gobiernos locales del PSC en las diferentes veguerías. Sigue como bastión de esta generación de alcaldesas Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat desde hace una década. Moret es además la mano derecha de Illa en el partido, ha liderado las negociaciones con ERC y comunes para los pactos de investidura y preside también la Diputación de Barcelona.

Un Govern de alcaldes

Previamente, Illa ya se fijó en los gobiernos locales del PSC para conformar su gobierno. Junto a Parlon, destacan Eva Menor, alcaldesa de Badia del Vallés (Barcelona) desde 2009, o Silvia Paneque, portavoz y consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica -infraestructuras, sequía y vivienda, tres de los ámbitos prioritarios para Illa- que en 2023 ganó las elecciones municipales en Girona, aunque una coalición de la CUP, ERC y Junts le vetó el acceso a la alcaldía.

También el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha notado los estragos de la formación del nuevo ejecutivo catalán en su administración. Del otro lado de la Plaza Sant Jaume proceden el consejero de Presidencia, Albert Dalmau, y Quico Santiago, jefe de comunicación del departamento. Además, el número dos de la consejería de Economía es Juli Fernández, alcalde de Palafrugell (Girona) y el secretario de Gobiernos Locales es Xavier Amor, alcalde de Pineda (Barcelona).

El poder local del PSC

El PSC se impuso en las elecciones municipales de 2023 con el 23,7% de los votos. Fue la consolidación real, sobre el terreno, del asalto al poder iniciado por los socialistas catalanes con la victoria en las autonómicas de 2021. Los socialistas volvían a ser el partido del poder municipal con 132 alcaldes y los gobiernos de tres de las cuatro capitales catalanas -en Girona ganó Paneque, pero se le escapó la alcaldía-. El PSC de Salvador Illa dejaba en una anécdota el breve reinado de ERC, que cuatro años antes se había convertido en primera fuerza municipal de Cataluña.

Un poder, el de los socialistas, que se extiende por las zonas más pobladas de Cataluña. El PSC gobierna 23 alcaldías del Área Metropolitana de Barcelona y la mayoría en las ciudades de más de 20.000 habitantes que suman, además de las capitales, ciudades como Hospitalet de Llobregat, Rubí y Mollet en Barcelona; Lloret de Mar y Palafrugell en Girona; o Reus, El Vendrell y Calafell en Tarragona. Y lo hacen con mayorías absolutas arrolladoras en municipios como Santa Coloma de Gramanet, con Parlón, Sant Boi de Llobregat, con Moret, o Esplugues, en manos hasta ahora de Pilar Díaz.