Las conversaciones sobre la educación pública en España siempre tienen dos corrientes. Quien critica que los jóvenes salen mal preparados, que los profesores no dan abasto, que se aprende menos que hace unas décadas y que hay demasiados universitarios... y quien asegura que ahora los jóvenes son más cultos que hace veinte años y que el sistema educativo nacional está mejor que nunca. Ambas son mentira, o más bien, se basan en medias verdades.
Tras años leyendo artículos y escuchando conversaciones sobre cómo está y cómo debería ser la educación pública, los educadores Jesús Rogero (Madrid, 1977) y Daniel Turienzo (Astorga, 1987) han recopilado las ideas más extendidas y que tienen poco o nada de verdad. De que la exigencia se ha reducido para conseguir los títulos de la ESO o Bachillerato, pasando por que tenemos demasiados universitarios, hasta llegar a que los resultados dependen exclusivamente del esfuerzo o que la enseñanza publica garantiza la igualdad.
"Nuestras opiniones sobre el sistema educativo a menudo se fundamentan en argumentos y datos que sólo muestran una parte de la realidad. Estas ideas, frecuentemente difundidas a través de la prensa y redes sociales, llegan a ser aceptadas incluso por políticos, investigadores y docentes", explican en el prólogo de Educafakes. 50 mentiras y medias verdades sobre la educación en España (Capitán Swing)
Porque éstas no sólo afectan a nuestra percepción y a las decisiones que tomamos de manera individual con nuestros hijos, sino que, tal y como explican, llegan a calar a la hora de realizar reformas políticas. "Hay muchos ejemplos. Uno de los que aportamos en el libro es la justificación del recorte del gasto educativo que hicieron algunos responsables políticos en base a la idea equivocada de que esa reducción de los recursos no afectaba al aprendizaje del alumnado", comenta Rogero en una entrevista con El Independiente.
O, tal y como explican en el libro, que la gratuidad de la enseñanza entre 0 a 3 años ayuda, sobre todo, a las familias más vulnerables. Aseguran que al no haber plazas disponibles para toda la población se diseñan baremos con dos orientaciones políticas. "Una que concibe estos servicios como herramienta para la conciliación familiar y da más puntos cuando ambos progenitores tienen empleo, y otra que entiende esta etapa como un instrumento para reducir las desigualdades —y garantizar el derecho del menor— y premia a las familias con mayores dificultades económicas", explican y añaden que "la visión de estos servicios como una herramienta de conciliación lleva a priorizar el acceso a las familias de doble ingreso, que, evidentemente, no son las más vulnerables".
También explican que todos estamos de alguna manera influidos por estas mentiras o medias verdades y que muchas veces vienen de nuestros propios sesgos. "Los educafakes tienen diversas fuentes. Algunos tienen que ver con la vivencia personal, que siempre introduce sesgos. Pero muchos de estos mitos se generan y mantienen de forma interesada para preservar intereses particulares que nada tienen que ver con el interés común", argumenta Rogero.
Aunque alertan, sobre todo, sobre las noticias que aparecen en los medios de comunicación y los comentarios de ciertos expertos en redes sociales. Según ellos, "los datos son interpretables o, mejor dicho, malinterpretables". "En muchas ocasiones lo que se hace es elegir los datos que interesan a cada uno y obviar los que no, lo que impide ver el contexto global. Por eso uno de los objetivos del libro es promover una discusión rigurosa y llamar la atención de que hay que ser cuidadosos con sacar conclusiones precipitadas a partir de datos aislados", explica.
Porque, dicen, ni estamos a la cola de Europa ni tenemos el peor sistema educativo de las últimas décadas. "España se encuentra en una posición intermedia. Tiene resultados promedio en algunos indicadores, como en resultados PISA, está por encima en otros, como en la tasa de escolarización infantil, y en la cola en cuestiones como el abandono educativo temprano o el índice de repetición", aseguran.
Y añaden que aunque no encuentran evidencias para afirmar que "hoy el alumnado sale peor preparado de Bachillerato que hace 20 años", tampoco para decir que los jóvenes de ahora sean los más preparados de la historia, como se oye argumentar a otro sector de la población. "Ambas son cuestiones que suelen simplificarse en 'a favor' o 'en contra', pero que merecen más reflexión de la habitual", explican sobre cómo asumimos verdades absolutas sin paramos a contrastar y que muchas veces son consecuencia de la ideología y no de los datos.
¿Una educación pública sin ideología?
Otro de los temas que tratan en uno de los capítulos de este libro es el de una educación pública carente de ideologías. Analizan cómo se escucha muy a menudo que los colegios e institutos están para formar al alumnado y las familias para educar, aportando cada una de ellas los valores que considere más oportunos.
"La forma en que se organiza el sistema, las prácticas escolares o los contenidos que establece y omite son una pura expresión de ideología"
JESÚS ROGERO
Pero, aseguran que un sistema educativo exento de valores es una quimera. "La forma en que se organiza el sistema, las prácticas escolares o los contenidos que establece y omite son una pura expresión de ideología. Incluso si se pretendiera diseñar un sistema aséptico que instruyera en conocimientos técnicos, denotaría una determinada ideología y de él emanarían valores, en un sentido u otro", argumentan.
Y explican que en el caso español, por ejemplo, "para adecuarse al ordenamiento jurídico, el currículum debe promover la concienciación frente al cambio climático, la desigualdad social, el análisis crítico de los medios de comunicación, la tolerancia entre las diferentes culturas, el antifascismo o el respeto a las diferentes identidades y orientaciones sexuales, y abordar todo ello sin ambages, porque son valores intrínsecamente democráticos y necesarios para hacer frente a los retos de la sociedad".
¿Garantiza la educación pública la igualdad de oportunidades?
Ambos docentes consideran que afirmar que la educación pública garantiza la igualdad de oportunidades es "sin duda, una utopía". Afirman que la procedencia familiar de los alumnos sigue siendo importantísima a la hora de valorar su progreso educativo. "No importa cuán buenas sean las políticas educativas que implementemos; si los estudiantes van a clase sin desayunar, sin descansar adecuadamente, no ven bien la pizarra, presentan problemas psicosociales, no disponen de un entorno protector y estimulante fuera de la escuela o viven en hogares con condiciones inadecuadas de espacio y temperatura, por mencionar solo algunos factores, es mucho menos probable que tengan éxito académico en comparación con estudiantes con las mismas capacidades, pero con condiciones más favorables", exponen en su libro.
"La mayor fortaleza que tenemos son las instituciones educativas de titularidad pública como bastiones de la cultura y la defensa de la libertad, la justicia y la calidad educativas"
JESUS ROGERO
Por eso consideran que una de las mejores maneras de acabar con las desigualdades educativas es "revertir las desigualdades sociales" y más en un país en el que es muy difícil cambiar de clase social. Aunque consideran que tener como meta la igualdad de oportunidades a la hora de hablar de educación pública es "una utopía necesaria que debe guiar la acción política y a la que no podemos renunciar si aspiramos a vivir en una sociedad más democrática, justa, humana, cohesionada, solidaria y avanzada económicamente".
Tanto Rogero como Turienzo son conscientes de que "la educación española tiene mucho margen de mejora en todos los ámbitos, pero especialmente en lo relativo a la equidad y al combate contra las desigualdades, la segregación escolar y la exclusión educativa". Pero sentencian que "la mayor fortaleza que tenemos son las instituciones educativas de titularidad pública, desde la educación a la universidad, como bastiones de la cultura y la defensa de la libertad, la justicia y la calidad educativas. Son estas instituciones las que debemos mejorar y extender".
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hace 3 meses
«Los hombres nacen ignorantes pero no estúpidos. Es la educación lo que los vuelve estúpidos.»
~Bertrand Russell.
hace 3 meses
¿Esperas que la educación y el juicio crítico vengan de quienes se benefician de que la gente siga siendo ignorate y estúpida?
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“Es absolutamente absurdo que los latinoamericanos sigamos esperando que la educación, el juicio crítico y analítico nos venga de quienes nos quieren y se benefician de que seamos brutos e ignorantes: los gobernantes.”
~Gloria Álvarez
hace 3 meses
“No comencé la escuela hasta los nueve años, porque mi padre, como anarquista que era, desconfiaba de toda empresa dirigida por el Estado.”
~Jorge Luis Borges
hace 3 meses
La escolarización pública obligatoria es hacer que el Estado le quite dinero a las «contribuyentas» para crear un conjunto de libros estatales y obligar a todas las mentes infantiles a aprenderlos.
Es un horror aún mayor que la prensa estatal única, ya que aquí están implicadas las mentes no formadas de infantes.
hace 3 meses
¿Trabajas en la educación pública? ¿Crees que eres tan malo en tu trabajo, que nadie te confiaría voluntariamente a sus hijos, y nadie te pagaría para que les enseñaras? ¿Por qué entonces permites que el Estado extorsione tu paga por la fuerza impositiva, y coaccione a los padres de tus alumnos para que los lleve a la escuela en la que tú trabajas?
hace 3 meses
« L’école prépare les enfants à vivre dans un monde qui n’existe pas. »
~Albert Camus
hace 3 meses
«El profesor enseña aquello que le dice que enseñe aquel que le paga.»
~Maria Elvira Roca Barea
hace 3 meses
«El Estado no te da la educación que tú necesitas, te da la que él necesita que tengas.»
~Max Stirner
hace 3 meses
En lo referente a educación publica ó privada digo lo mismo que con la sanidad,que lo importante es que sean universal,gratuita y de calidad.
Y especialmente en la educación entiendo que es importante que los padres,ó el própio estudiante si es en bachillerato,puedan elegir su centro educativo.Que no quepan imposiciones de adoctrinamientos ni de idearios.
hace 3 meses
¿Se puede colocar a dedo. Se habla de manipulaciones en oposiciones. El mérito está en demérito…..?
Una verdadera pena, pues los valores y principios han desaparecido.
Y mientras tanto el pueblo sigue durmiendo…….