En 2014 Thomas Erikson (Suecia, 1965) escribió Rodeados de idiotas (Planeta). Y le cambió la vida. Más de 10 millones de personas en todo el mundo compraron este manual, donde se detalla cómo podemos entender a aquellos a los que no entendemos para, ya se sabe, llevar todos una vida más fácil.
Utilizando el método de los test DISC, Erikson asoció cada personalidad a un color distinto (rojo, amarillo, verde y azul). Fue un bombazo: todo el mundo quiso saber cuál era su color, con qué personas casaba mejor y cómo podía relacionarse mejor con el resto.
El libro llegó a España en 2023. Y solo un año más tarde el escritor acaba de visitar Madrid para presentar la segunda parte, Rodeados de narcisistas: Cómo detectar, esquivar y protegerte de las personas tóxicas (sin morir en el intento), donde aborda el auge del narcisismo y sus causas. Pero en esta ocasión la idea no que mejoremos nuestro entendimiento con la gente así. La recomendación del propio autor en caso de encontrarse con un narcisista es simple: huir.
Pregunta. ¿Por qué hay cada vez más narcisistas?
Respuesta. Los narcisistas siempre han existido. Habrás escuchado el mito de Narciso -en la mitología griega, un joven de una gran belleza que se enamoró de su propio reflejo-, así que el comportamiento siempre ha estado ahí. Pero creo que ahora se hacen notar más, y hay un número mayor de narcisistas.
Esto tiene que ver con los comportamientos las redes sociales, que lo expanden todo. Cada vez vemos a más personas, exhibiéndose y vacilando. Estamos en un momento en el que hay que autopromocionarse mucho, pero creo que estamos cayendo un poco en el exceso. Y luego está la forma en la que educan los padres, que muchas veces alaban a sus hijos y les ponen en un pedestal. Y así, claro, te acabas creyendo que eres el mejor. Por eso el conflicto está servido y mucha gente, también en España, habla ahora del narcisismo.
P. Se habla mucho de que actualmente hay muchos problemas de salud mental, especialmente entre los jóvenes. ¿El crecimiento del narcisismo puede tener algo que ver?
R. Creo que sí, en cierta forma. Los jóvenes tienen cada vez mas depresión, estrés, ansiedad... Y entiendo que es hacia dónde vamos. Imaginemos que estas en una cena y a alguien no le gustas. Nadie te insultará y te dirá que eres idiota o que te marches de allí. Nunca ocurre en la realidad, pero por Internet sí. Cualquiera te puede decir cualquier cosa y no pasa nada. Y si creces en esas circunstancias, desde luego te va a afectar. Luego también hay paro, el mundo está revuelto, el clima, la economía... Tenemos fuentes de estrés, desde luego.
Pero lo interesante cuando conectamos esto es que los narcisistas son muy buenos haciéndose las víctimas. Y lo enfatizan diciendo 'Me siento muy mal, pobre de mí'. Muchas veces exageran la situación jugando a ser las víctimas para atraer la atención, porque solo se preocupan de sí mismos. Es algo complejo es el puzle que es la salud mental.
P. En el libro dices que todos tenemos ciertos comportamientos narcisistas en ocasiones. ¿Qué tiene entonces un verdadero narcisista para diferenciarse del resto?
R. Se parecen a nosotros, suenan como nosotros, pero no son como nosotros. No tienen empatía, les gusta robar, manipular, engañar, mentir, utilizar a las personas a su favor... No son confiables, solo buscan su propio beneficio, y muchos harán cualquier cosa para llegar a sus fines, les da realmente igual el resto.
Lo que sucede es que hay una escala. La gente normal está en un lado, los psicópatas están en el otro extremo, y en algún punto del medio están los narcisistas. Porque todos tenemos rasgos narcisistas: hablamos de nosotros mismos, mentimos, escondemos la verdad porque es dolorosa o le echamos la culpa a los demás. Pero nos solemos sentir mal cuando lo hacemos. En cambio, el narcisista no. Él hace este tipo de cosas de forma regular y le parece bien, cree que tienen derecho a tratar a las personas así. Esa es la diferencia.
P. ¿Qué diferencias hay entre los psicópatas y los narcisistas?
R. Los psicópatas son todos narcisistas, pero no todos los narcisistas son psicópatas. El narcisismo trata de captar atención, los psicópatas lo que quieren es poder y controlar a las personas, y pueden hacer cosas muchísimo más peligrosas. Así que los psicópatas son realmente una mala noticia, y ser narcisista, aunque no es bueno, no es tan malo como ser un psicópata. Por eso la escala va empeorando.
P. La gente normal, ¿en qué cosas sufre a la hora de tratar con narcisistas? ¿En qué les afecta en su vida?
R. Es como el ejemplo de Internet. Si te maltratan durante tiempo, vas a sufrir. Ya sea en una pareja, con tu jefe o con un amigo. Vivir sin saber en quién puedes confiar te carga de negatividad, y los narcisistas son conocidos por ello. No sabes quién te va a hacer daño. Y luego está el hecho de que la gente ve que a los narcisistas no les pasa nada por actuar así, así que intentan imitarlos. Por eso creo que estamos en una pandemia de narcisismo.
P. ¿Cuándo empezó a gestarse esta pandemia?
R. Es difícil decirlo. En los años 70 realmente empezó este movimiento de individualismo, en el que tú tienes derecho a ser lo que quieras. Ese posiblemente fue uno de los de los puntos, pero luego la educación, las redes sociales... Digamos que todo ha empeorado en la última década, o en los últimos 12 años. Y ahora estamos llegando a niveles críticos. Así va el mundo.
P. ¿Cómo afecta esto a las parejas? Hablas de que en algunos casos existe verdadero maltrato.
R. Sí, podría ser algo incluso físico. Los hombres por la testosterona pueden ponerse más agresivos de una forma física. Y cuando vives con un narcisista te van a utilizar, robar, engañar y manipular. Te van a hacerte sentir mal, y si les dices algo le dan la vuelta a la situación y te dicen que tú eres el problema, que tú les estás insultando, y que con todo lo que han hecho por ti, vas y les llamas ahora narcisistas.
Y entonces empiezas a pensar que tal vez tú estás sobreactuando, que tú eres el problema. Son especialistas en manipulación y lo han hecho durante toda su vida, entonces intentar exponerles no es posible, no está fuera de tu alcance porque eres alguien normal. Vas a perder esa batalla, así que lo mejor que puedes hacer es irte para salvarte. Es impactante, pero es así.
P. ¿Hay datos sobre qué porcentaje de narcisistas son hombres y mujeres?
R. No lo sé, y desconozco si alguien lo sabe. Pero hay diferencias. Los hombres evidentemente tienen más testosterona, lo que les puede llevar a la violencia física. Pero, sean hombres o mujeres, también pueden acabar con tu reputación. La cultura de la cancelación es un buen ejemplo de cómo devaluar o destrozar la reputación de alguien o su modo de vida. Y aunque los hombres pueden hacerlo, es incluso más común entre las mujeres.
P. ¿Por qué no existe una manera de lidiar con ellos bien? Dices incluso que si el narcisista es nuestro jefe deberíamos plantearnos dejar el trabajo
R. Porque no puedes cambiarlos. No cambiarán, ¿por qué iban a hacerlo? Si quieres vivir con un abusador, bueno. Pero no puedes esperar a que cambie. Les gusta y funciona para ellos. Y les puedes decir que estás sufriendo con lo que hacen, pero es que les da igual. Te dicen que no es su problema. Parece raro, pero un narcisista no es como el resto de las personas. No tiene empatía, no les interesas porque solo les interesa lo suyo. Por eso no se les puede cambiar, te tienes que ir.
P. O sea que si te conviertes en uno de ellos, estás acabado.
R. Si yo soy el narcisista tengo suerte, porque soy yo el que puede manipular, mentir y engañar. Pero imaginemos que hablamos de una hiena, un depredador letal que mata a otros animales e incluso se podría comer a un bebé. No creo que piensen, 'Vaya, yo soy la hiena. Soy muy peligrosa, aunque hay animales más peligrosos que yo'. Sencillamente no creo que haya esa reflexión. Hacen lo que tienen que hacer. Son hienas y ya está.
P. ¿Qué sucede si les dices directamente que son narcisistas?
R. Te dirán que te equivocas. Es como decirle a alguien que es idiota. 'Me estás culpando de algo que es problema tuyo. Mira, tú me estás acusando, pero mira cómo me tratas. Me acusas de esto y de lo otro. Eso te lo estás inventando tú, por eso eres el que tiene el problema. Tú eres el que manipula, ¿cómo puedes hacerlo? ¡Tú eres el narcisista!'. Le dará la vuelta a la tortilla, y te sentirás confundido. Mucha gente pensará que realmente ellos tienen el problema. De verdad, me he encontrado a este tipo de personas y son expertos en hacer esto. Lo han practicado durante años. Hay que mantenerse aparte.
P. Hábleme de la relación de todo esto con el modelo de cuatro colores de personalidad del que hablaba en su anterior libro. ¿Qué colores son más propensos a ser narcisistas y cuáles a sufrirlos?
R. Nadie lo sabe, no hay una conexión directa entre los colores y el narcisismo. Diría que el narcisismo existe en todas partes, pueden tener una gran variedad de personalidades, aunque es fácil sacar la conclusión de que son personas extrovertidas, a los que les gusta mostrarse y captar la atención, lo que entra dentro del campo de los rojos y los amarillos. Pero no hay datos que prueben eso, y además tienes al narcisista encubierto, que está por debajo del radar haciéndose la víctima y actuando de forma pasiva agresiva. Así que esto está basado en mi experiencia, en mis reflexiones y mis vivencias, pero los colores no se mencionan porque no están relacionados.
P. Dices que a los narcisistas les gusta el poder y la jerarquía social. Suelen ¿conseguirlo? ¿Ser narcisista te ayuda o te perjudica a la hora de alcanzar esos objetivos?
R. Algunos narcisistas pueden liderar naciones enteras y estar en lo alto de la cadena alimenticia en cualquier jerarquía porque son expertos dando codazos y usan a otras personas como etapas. Presidentes, primeros ministros... Lo vemos constantemente. De hecho, cuanto más subes en la jerarquía más narcisistas y psicópatas te encuentras, porque eso es lo que se les da bien y lo que buscan: poder.
P. También hablas del fenómeno del narcisismo colectivo. ¿Suele estar presente en los partidos políticos?
R. Podría ser, desde luego. Por ejemplo, Hitler en la Alemania nazi no era el único psicópata, muchas personas estaban totalmente locas junto a él. Y lo mismo con los comunistas en la Unión Soviética y Stalin. Sí, realmente se atraen mutuamente para conseguir algo en los partidos políticos, y va de la izquierda a la derecha. Aunque posiblemente más hoy en día a la izquierda, porque son los que más ruido hacen y no escuchan datos o hechos, solo emociones. No soy un experto en esto, pero veo una línea en la que tiende más a la izquierda, aunque nos lo encontramos en todas partes.
P. ¿Ya sabes de qué va a ser tu próximo libro?
R. El próximo en publicarse en España debería ser El hombre que estaba rodeado de psicópatas, pero ese ya está escrito. Ahora estoy escribiendo un par de libros, y tengo algunas ideas, pero no sé que me voy a focalizar la próxima vez que me siente a escribir. La mente humana es fascinante, y los comportamientos siempre me han llamado la atención.
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