Lleva más de cuarenta días compartiendo con sus seguidores los logros de un cambio físico que comenzó en marzo. Pero ha sido ahora, en septiembre, en plena vuelta al cole –una época del año en la que quien más quien menos piensa en apuntarse al gimnasio y mejorar sus hábitos–, cuando los vídeos de Ibai Llanos entrenando para perder peso se han viralizado definitivamente.

En el último de ellos, el streamer aparece sumergiéndose en agua helada como parte de su rutina de descanso y recuperación después de su trabajo físico diario. Su fiel compañero e improvisado cámara en estas exigentes sesiones no es otro que su entrenador personal, Valen Colominas. Ha sido él quien ha inmortalizado a Ibai sin camiseta y con un bañador que ya le queda grande gracias a que en los últimos seis meses ha perdido "entre 25 y 27 kilos" y "una o dos tallas".

"Estoy completamente jodido, así que no me hagáis hablar mucho", ha bromeado el popular streamer cuando ha logrado sumergir todo su cuerpo en agua helada. Una técnica popular entre influencers y expertos en fitness por mejorar la recuperación y acelerar el metabolismo. Después, Llanos se ha metido en la sauna, en un juego entre frío y calor, entre el frigidarium y el tepidarium, que ya hace más de dos siglos universalizaron los romanos en sus termas. Entre TikTok e Instagram, el vídeo rozaba este lunes los 20 millones de visionados.

Apneas bajo control

Lo cierto es que los esfuerzos de Ibai no solo están siendo muy aplaudidos por sus seguidores, sino que están surtiendo efecto. Gracias a la constancia en la mejora de sus hábitos y al entrenamiento continuado y progresivo supervisado por Colominas, Llanos ha logrado perder casi 30 kilos, pero además ha reducido las apneas hasta poder prescindir de la máscara que le habían prescrito los médicos del sueño. Otro logro que compartía hace unos días en sus redes sociales.

Ibai ha pasado de tener cada noche el triple de apneas habituales a estar por debajo de la media. Paseos de hora y media y entrenamientos de fuerza son algunos de los secretos detrás de la mejora de su forma física y con ello de su sueño. En poco tiempo, Llanos ha pasado de no poder hacer las exigentes sentadillas búlgaras –con una sola pierna, pesas y un pie apoyado en el banco– a realizarlas con un estilo bastante depurado. Todo ello supervisado por su entrenador. Un "cambio de vida y de salud espectacular", en sus propias palabras.