Este martes se ha inaugurado en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid la exposición Pedro del Hierro. Del maestro. Se trata de un homenaje a la firma con motivo de su cincuenta aniversario, realizado por La Fábrica en colaboración con Tendam, grupo empresarial propietario de Cortefiel y de Pedro del Hierro. Con Laura Cerrato como comisaria, esta muestra de talento es sobre todo una oportunidad para conocer mejor al hombre que había detrás de una de las enseñas más conocidas de la moda española.

"Hace 50 años, Pedro del Hierro (Madrid, 1948-2015) mostró por primera vez sus colecciones en la capital española. Con tan solo 28 años, se convertiría en el último modista –y el más joven– en ingresar en la Cámara de la Moda española, recibiendo así el título de Maestro y entrando a formar parte de un colectivo que dejó grandes nombres en la historia de nuestra alta costura, de Pedro Rodríguez a Manuel Pertegaz", puede leerse al comienzo de una exposición antológica que reconstruye la trayectoria del modista a través de una selección de diseños, figurines, imágenes, documentos y textiles recopilados gracias a la colaboración de instituciones y particulares.

Algunos de los diseños expuestos en el homenaje por los 50 años de Pedro del Hierro.
Algunos de los diseños expuestos en el homenaje por los 50 años de Pedro del Hierro. | Exposicion PDH © Fernando Maquieira, VEGAP, Madrid, 2024

La generosidad de Diego Santos Vivero

Pero ha habido un colaborador de excepción que ha permitido profundizar en la figura humana de Pedro del Hierro, y la comisaria Laura Cerrato lo ha recalcado en varias ocasiones durante la presentación de la muestra: Diego Santos Vivero. "Ha sido generosísimo con nosotros", ha destacado la historiadora, porque ha ofrecido material "prácticamente inédito". El que fuera la pareja de Pedro del Hierro ha aportado su colección personal para rescatar parte de la esencia del diseñador a través de fotos, canciones o recortes de prensa. Todas sus cajas, que no conforman un archivo al uso, han servido para nutrir esta muestra del trabajo de un maestro de la moda española.

También han contado con el archivo de Tendam, e incluso con préstamos del Museo del Traje y de colecciones privadas como las de la escultora Esperanza d'Ors, Bárbara Cano de la Plaza –mujer de Bruno Gómez-Acebo y la nuera más discreta de la infanta Pilar– o Alventosa Talamantes. Sin embargo, no han podido conseguir nada de esa primera colección de 1974 que da lugar a esta exposición, lo que ha animado a Laura Cerrato a hacer una reivindicación de la protección de la moda como patrimonio cultural.

Al entrar en la primera de las dos salas que acogen la exposición, recibe al visitante una pared cubierta con figurines, gafas, muestras de tela y tijeras, estudios de forma y polaroids, un espacio que recrea su mesa de trabajo y su moodboard con objetos de su archivo personal. Una imagen destaca sobre las demás: en ella aparece junto a su pareja, que se encontraba precisamente en el museo durante la presentación.

Herencia artística y visión innovadora

Una persona clave en la formación de Pedro del Hierro fue su padre, catedrático de Bellas Artes, quien le tuteló hasta descubrir su pasión. No sin resistencia de buena parte de su familia, abrió su primer taller de costura con solo 21 años. Recibido como la gran esperanza de la moda española, supo fusionar la calidad y la creatividad de la alta costura, un olimpo al que accedió precozmente, con la visión pragmática del prêt-à-porter.

Algunos de los figurines de Pedro del Hierro en la exposición del Museo Lázaro Galdiano.
Algunos de los figurines de Pedro del Hierro en la exposición del Museo Lázaro Galdiano. | © Archivo Pedro del Hierro (Diego Santos Vivero)

Pronto se dio cuenta de que para que la moda llegara al público más allá de su pequeño taller, tenía que fusionarse con el sector industrial. Buscó una colaboración con El Corte Inglés para llevar a cabo este sueño, y fue el primer diseñador español con un espacio propio en unos grandes almacenes. Pero finalmente fue en Cortefiel donde encontró la horma de su zapato. Firmaron el primer contrato de producción distribución en 1990 y solo nueve años después vendió su firma, algo que en Francia estaban haciendo otros diseñadores para mantener con vida la marca que llevaba su nombre.

Antes y después, la teatralidad convivió con una adaptación consciente y racional a sus sus prendas. Sus diseños en pasarela –marcados por un uso exquisito de las asimetrías y constantes referencias al arte– podían reconocerse en aquellos que terminaban en sus múltiples espacios de venta. Gracias a este trabajo por preservar su marca, tras su retirada de la moda en 2009 por problemas de salud, Pedro del Hierro pudo seguir construyéndose. A día de hoy Nacho Aguayo y Álex Miralles son los directores creativos de la marca y responsables de que la firma siga desfilando cada temporada en la semana de la moda madrileña.