La relación entre memorizar y olvidar va de la mano. No podemos hablar de la memoria sin hablar del olvido. Y olvidar no es malo. De hecho, en según qué momentos de nuestra vida es hasta necesario y beneficioso.

Es verdad que, en ocasiones, la razón del aparente olvido es en realidad un despiste o un lapsus de atención. Y no, no es cosa de la edad, ni mucho menos.

El estrés, el ritmo de vida acelerado, la hiperconexión y la sobreestimulación de información pueden ser algunas de los factores que contribuyan a tener estos olvidos y a que memorizar nos suela costar más esfuerzo de lo debido.

Podemos mejorar la capacidad y la velocidad para memorizar

Independientemente de la situación con que lo relacionemos, debemos saber que con las técnicas para memorizar correctas, cualquiera puede mejorar la capacidad y la velocidad en que su cerebro procesa la información.

Además, la productividad mejora porque ya no hay que estar buscando información constantemente o revisando a cada rato cuáles son las tareas pendientes, sino que ya lo habrás recordado.

Repetir la información con música o con movimientos rítmicos ayuda a memorizar y a retener la información

Ante esto, hay estudios como el de Current Biology que nos transmiten que "la coordinación rítmica de la actividad cerebral permite que diferentes poblaciones de neuronas almacenen varias piezas de información simultáneamente". O lo que es lo mismo; la repetición de la información mediante la música, la repetición rítmica de la información o incluso movimientos rítmicos, podría ayudar a mejorar la retención de la información y hacer que el proceso de memorizar sea más eficiente.

Los investigadores realizaron un experimento con ocho adultos a quienes se les hacía ver diferentes imágenes y recordar algunos detalles. Mediante el uso de una técnica de registro de actividad neuronal de última generación, llamada magnetoencefalografía, pudieron descodificar, milisegundo a milisegundo, la actividad del cerebro de los participantes asociada al mantenimiento de las imágenes en memoria.

Los investigadores encontraron evidencias que la información se repetía de forma continua en la mente. También identificaron que el mecanismo neural responsable de coordinar esta repetición eran unas oscilaciones rítmicas cerebrales denominadas oscilaciones theta.

Estos resultados demuestran que el memorizar está relacionado con la repetición periódica de información en el cerebro y que los mecanismos que coordinan esta repetición de forma periódica mejoran la precisión de la memoria.

Algunos ejercicios para mejorar la memoria

A pesar de todo esto, el cerebro humano sigue siendo un misterio. Por eso, cuidarlo es fundamental, así como realizar revisiones frecuentes para comprobar que todo va bien. Para esto también podemos formular algunos ejercicios que hagan porque memorizar sea más sencillo y que el olvido no sea un problema.

Leer

La lectura es uno de los hábitos más saludables que un ser humano puede desarrollar, sobre todo a nivel intelectual. No solo amplía los límites de la mente, sino que ayuda a ejercitar ciertas áreas del cerebro que, de lo contrario, se mantendrían inactivas, como es la memoria. Dedicar 30-60 minutos de lectura al día marca la diferencia. 

Escuchar música clásica

Otro de los ejercicios para mejorar la memoria es escuchar música de manera consciente y atenta. En lugar de ponerla en un segundo plano, puede ser una buena excusa para tomarse un momento para uno mismo, relajarse y aprovechar los beneficios de la música. Sus efectos positivos ya han sido recopilados por varios estudios.

La investigación Cerebro y procesos cognitivos bajo la influencia de la música de orquesta sinfónica explica que prestar atención a este tipo de música mejora la capacidad de atención y también favorece a la memoria. Con la música más actual, recordar las letras para después cantarlas puede ser un excelente ejercicio. 

Sopas de letras, jeroglíficos y sudokus

Aunque se usan para pasar el tiempo y llenar las horas muertas, los pasatiempos son cruciales para memorizar. Los crucigramas y las sopas de letras ayudan a pulir el manejo del lenguaje, los jeroglíficos estimulan el pensamiento lógico y los sudokus, cómo no, fomentan las habilidades matemáticas.