"El 7 de octubre a las 6:29 no cumplí la tarea que se esperaba de mí, como esperaban mis subordinados y comandantes y como esperaban de mí los ciudadanos del país que tanto amo". Es el arranque de la carta con la que el general de brigada Yossi Sariel, comandante de la unidad de inteligencia de élite 8200, la mayor del ejército israelí, ha presentado este jueves su dimisión. La suya es la cuarta renuncia de un alto cargo que se ha producido en los últimos 11 meses, en mitad de una creciente indignación popular contra la falta de escrutinio público contra el establishment israelí, comenzado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.

Sariel se aparta cuando la guerra en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque de Hamás, va camino del primer aniversario. Lo hace, dice, por "responsabilidad personal" por el fracaso de su unidad el 7 de octubre. Aquella jornada, la más mortífera en la historia de Israel, cerca de 1.200 israelíes murieron y otros 251 fueron secuestrados, de los que 101 siguen en manos de Hamás en Gaza.

Unidad encargada de reunir información de inteligencia en Gaza

"Hoy, debido al estado de la guerra, a los procesos de reconstrucción de la resiliencia de la unidad y tras la finalización de los procesos de investigación iniciales, solicito ejercer mi responsabilidad personal como comandante de la unidad el 7 de octubre para transferir el bastón de mando al siguiente comandante", señala en la misiva.

"A lo largo de mis años de servicio he aprendido que los riesgos y las oportunidades, los éxitos, los errores y los fracasos, se encuentran en el nexo entre la información y el conocimiento, entre la inteligencia y la operación, entre lo que sabemos y lo que no sabemos. En los años y meses anteriores, así como el propio 7 de octubre, todos fracasamos como sistema político y operativo al ser incapaces de conectar los puntos para ver el panorama completo y prepararnos para hacer frente a la amenaza", señala en la carta.

La unidad 8200 es la mayor unidad de la Dirección de Inteligencia Militar. A su cargo está la tarea de recopilar, analizar, procesar y compartir información. Fue la unidad que en 2014 diseñó un sistema de alertas para advertir de una posible invasión como la que acaeció el 7 de octubre en mitad de un total desconcierto de las fuerzas de seguridad israelíes. En algunos de los kibutz atacados, ubicados en las inmediaciones de la Franja de Gaza, los agentes israelíes tardaron hasta 10 horas en llegar a socorrer a los habitantes.

"Personalmente, fallé en el sentido de que no comprendí suficientemente la necesidad, y por tanto tampoco la reflejé adecuadamente, de que en la realidad única de la frontera de Gaza debe haber un nivel diferente de gestión de riesgos, derivado del mínimo margen de error que existe en este sector", arguye. "La responsabilidad por la parte de la Unidad 8200 en el fallo de inteligencia y operativo recae enteramente sobre mí. (...) Pido una profunda disculpa. Siento no haber cumplido la misión como ustedes esperaban de mí, y como yo me exigía a mí mismo. Sé, y me duele, que lo que se hizo no puede deshacerse. Inclino la cabeza".

El pasado abril una información del periódico británico The Guardian destapó que Sariel había revelado su identidad y su cargo, confidencial, a través de Amazon y la venta de un libro. La página de Amazon del libro incluía su correo electrónico personal.