El expresidente republicano Donald Trump perdió el debate contra la vicepresidenta Kamala Harris. Es al menos lo que piensan la mayoría de los medios de comunicación del país y la mayoría de los encuestados, también lo que está sugiriendo su propio partido. Esto, unido a que su adversaria demócrata lo ha superado en las encuestas de intención de voto está llevando al magnate a virar algo más a la derecha, en un cambio de estrategia que espera le devuelva el momentum que vivió en 2016, cuando llegó a presidente para sorpresa de muchos.

Anoche Trump (78 años) anunció que no volverá a debatir con Harris, pese a que al terminar el cara a cara del martes aseguró que fue su mejor debate de la historia. Con él nunca está claro si lo que dice va a cumplirse o si cambiará de opinión en cuestión de horas, pero fue muy claro. "Kamala debería centrarse en lo que debería haber hecho durante los últimos casi cuatro años. No habrá un tercer debate", escribió el expresidente en su red social, Truth Social.

El cambio de opinión de Trump llegaba después de dos días de críticas a su actuación durante el debate, también por parte de los suyos. Varios medios empezaron a poner encima de la mesa que quizás Trump no está capacitado para volver a ser presidente. En un giro de tornas imposible de adivinar hace tres meses, cuando todos los focos estaban puestos en el presidente Joe Biden y su edad, ahora es Trump quien preocupa por su estado de salud. "El debate del martes fue un perfecto examen en el mundo real de la capacidad cognitiva de los candidatos, y cualquier experto en salud mental estaría preocupado al ver la actuación de Donald Trump", rezó The Atlantic en su apertura del miércoles, escrita por un psiquiatra que le recomienda hacerse un análisis neuropsiquiátrico.

Trump dio señales de patrones muy comunes en personas con deterioro cognitivo"

"Aunque Kamala Harris exhibió cierta rigidez y ciertas repeticiones, su discurso permaneció dentro de lo normal para un político, que tienen tendencia a insistir en sus temas favoritos. En cambio, las expresiones de Donald Trump eran alarmantes. Dio muestras de patrones sorprendentes y que son muy comunes en las personas que presentan deterioro cognitivo", insistió el columnista, apuntando que las respuestas de Trump no tenían nada que ver con las preguntas que les formulaban los periodistas, y que eran "farragosas, nunca llegaba a ningún sitio". "Un discurso incoherente y tangencial puede ser una muestra de que hay problemas importantes que en el fondo afectan a los procesos cognitivos, como a la lógica o al pensamiento".

Pese a que no hay ninguna muestra de que Trump esté apreciando señales de su propio deterioro -si es que esto está sucediendo-, sí está dando muestras de que se ve cada vez más acorralado por Kamala Harris. Y eso le ha llevado a decidir dar un volantazo a su estrategia electoral en busca de otro tipo de votantes que hoy por hoy puedan haber perdido el entusiasmo por él. Harris ha ganado impulso conforme han pasado las semanas desde que su partido la nombró su candidata -en agosto ha recaudado casi el triple que Trump-, y se desempeñó bien en un debate en el que Trump se mostró enfadado, inconsistente y en el que soltó algunas proclamas de partidos de ultraderecha. Una hora después de que terminase el encuentro, la mayor estrella del pop del momento, Taylor Swift, anunció que votaría por Harris.

Los bulos del atentado y las mascotas

El expresidente dijo durante el debate que los inmigrantes ilegales están comiéndose las mascotas estadounidenses. Pudo parecer una salida de tono más de las que son habituales en él -que, por otro lado, fueron poco frecuentes en el debate contra Joe Biden en junio, cuando trataba de mostrarse más centrado, serio y formal-, pero se trata de un bulo muy conocido. Fueron grupos neonazis y de ultraderecha quienes originalmente esparcieron la idea de que los inmigrantes haitianos estaban secuestrando y comiéndose a los perros y los gatos de Springfield, en el estado de Ohio.

Trump lleva dos días viajando con Laura Loomer, una influencer de todo tipo de teorías de la conspiración -que este miércoles publicó en Twitter que si Kamala Harris gana la Casa Blanca olerá a curry, en referencia a su ascendencia india-, pero que sobre todo es conocida por su retórica antimusulmanes y por insistir continuamente en que los atentados del 11 de septiembre fueron organizados por el Gobierno estadounidense. Fue ella quien volvió a empezar a airear la teoría de las mascotas solo un día antes del debate. Loomer fue con Trump al debate y también al homenaje del 11S de este miércoles, lo que sorprendió a los medios.

Nadie de la campaña republicana ha explicado qué hacía allí, pero fuentes cercanas a la misma sí han expresado su preocupación por la proximidad entre ella y Trump. La propia congresista republicana Marjorie Taylor Green la llamó racista esta semana en Twitter y mostró su rechazo, asegurando que no representa ni al partido ni a los MAGA (seguidores de Trump, por su lema Make America Great Again, algo similar a Volvamos a hacer grande a Estados Unidos).

El expresidente también ha endurecido su postura con respecto al atentado que sufrió. La noche del intento de asesinato de Trump en Pensilvania, algunos congresistas republicanos y aliados del expresidente culparon a Joe Biden y a los demócratas. Él no llegó tan lejos, y los días siguientes se mostró mucho más cauteloso, agradeciendo a las fuerzas de seguridad por su trabajo y dando su pésame a las familias de los fallecidos y heridos. Pero hace unas semanas cambió el tono, empezando a dar pábulo a teorías de la conspiración que dicen que el atentado lo organizó el gobierno, u otras que relacionan a demócratas con los padres del joven asesino.

Definitivamente hay algo más en esta historia y tenemos que descubrir la verdad

En esa misma línea se ha pronunciado su esposa. Este martes Melania Trump publicó un vídeo en X -antes Twitter- donde cuestionaba la versión oficial de lo sucedido en el atentado contra su marido que buscaba promocionar su autobiografía, que acaba de publicar. "No puedo evitar preguntarme por qué las fuerzas del orden no detuvieron al tirador antes del discurso. Definitivamente, hay algo más en esta historia y tenemos que descubrir la verdad", aseveró. "Ahora el silencio en torno a ello pesa mucho".