Unas vacaciones a la española, de carretera y manta en busca de sol y playa, son cada vez más inalcanzables. El coste asociado a la escapada por excelencia del español medio empuja a los ciudadanos más allá del territorio nacional.

Con un presupuesto medio para las vacaciones de 677 euros por persona, un 8 % más que en 2023 según el Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR), los españoles tienen cada vez más difícil veranear en su propio país.

El precio de las variables necesarias para disfrutar de ese tiempo de recreo anhleado durante el resto del año convierte los clásicos destinos de la geografía española en lugares propicios para el turista extranjero y hostiles para el nacional.

La inflación ataca con ferocidad las opciones de ocio dentro de España, mientras que en algunos casos permite hasta un pequeño descenso más allá de nuestras fronteras. Según el Índice de Precios de Consumo (IPC) de agosto publicado por el Instituto Nacional de Estadística, los paquetes turísticos nacionales han incrementado su coste un 12,2% respecto a la misma referencia de 2023. En la otra cara de la moneda se encuentran los paquetes turísticos internacionales, cuyo precio ha caído un 0,4% en el mismo período.

La cruel realidad que cada vez más aleja emplazamientos como Benidorm, capital del veraneo en España, y 'obliga' a emprender viajes de mayor complejidad a lugares lejanos se repite en el precio de los billetes de avión, aunque la preferencia para el 65% de los españoles es un enclave nacional, según ObservaTUR. Respecto a agosto de 2023, los vuelos nacionales han subido un 21,1%, a un ritmo muy superior del 8,1% al que asciende el precio de los internacionales.

El precio del turismo nacional se dispara en 2024

Las opciones de alojamiento también aumentan el esfuerzo para los viajeros españoles. Los hoteles, hostales y opciones similares han variado su precio con un alza del 6,4% en comparación con agosto de 2023, mientras que otros alojamientos lo hacen al 5,4%, y los centros de vacaciones, campings y albergues juveniles al 4,7%.

La trepidante escalada de los precios en relación al turismo se evidencia aún más en lo que va de año. Desde el inicio de 2024, el coste de los paquetes de turismo nacional han ascendido un 54,7%; los vuelos nacionales un 30,4%; los hoteles, hostales y opciones similares un 25,9% y otros alojamientos un 23,0%. De hecho, el INE destaca el turismo nacional como el producto con más influencia en la inflación de agosto, por encima de la electricidad, los vuelos internacionales, los restaurantes y cafeterías y los productos de aseo personal.

Un estudio de Rastreator, comparadora de precios de distintos tipos de servicios, ha calculado que con el precio medio de una estancia de siete días y seis noches en un hotel de 3 estrellas la estancia media es de 1.323 euros para una semana de agosto, una cifra que se eleva a 1.717 euros en Cádiz o a 1.683 en Barcelona, mientras que en Las Palmas cae a 854 euros, en Murcia a 876, y en Granada a 894.

Vacaciones baratas para el extranjero y caras para el nacional

España se hace más innaccesible para el ciudadano nacional; sin embargo, su atractivo aumenta para los vecinos europeos. Para los alemanes, tomarse unas vacaciones resulta notablemente más económico que permanecer en su país. Los datos de la Oficina Federal de Estadística (Detatis) publicados en abril mostraron que los servicios de restauración y hostelería en España fueron un 26 % inferiores a los de Alemania en ese mes.

Tomarse unas vacaciones en el sur de Europa y en muchas regiones vecinas resulta notablemente más económico para los alemanes que optar por destinos vacacionales dentro del propio país, sobre todo en España, donde los precios de los servicios de restauración y hostelería fueron en abril un 26 % inferiores a los de Alemania.

Los turistas alemanes pagaron un 18 % menos por los servicios de restauración y hostelería en Croacia que en Alemania, un 21 % menos en Malta, un 23 % menos en Grecia y un 24 % menos en Chipre. Solo Bulgaria -55% menos-, Albania -54% menos-Turquía, -41% menos-, y Portugal -32% menos-, resultaban destinos más asequibles en restauración y hostelería que España para los alemanes.