Nunca hubo un reproche. Venezuela siempre fue un fiel amigo, un aliado a la causa. También la izquierda abertzale de Arnaldo Otegi fue correspondida con las puertas abiertas al régimen. El pasado 28 de julio la delegación de EH Bildu fue de las pocas a las que Nicolás Maduro permitió el acceso para ejercer de ‘observadores internacionales’. No le defraudaron. Pese a las denuncias de fraude generalizado de la oposición, los cuestionamientos de la mayor parte de países de los resultados y la presunta victoria de Maduro, la delegación de EH Bildu no dudó en darlos por buenos. Maduro habría ganado las elecciones según sus delegados que no tardaron en sumarse a la alegría de sus partidarios y en felicitar al presidente chavista: “¡Felicidades presidente, felicidades al pueblo de Venezuela!¡El pueblo no se rindió, carajo!”, proclamaron sólo horas después las diputadas abertzales, Marije Fullaondo y Diana Urrea.

Apenas mes y medio más tarde, aquella escena ha perdido algo de validez y el apoyo se ha debilitado. A Maduro la izquierda abertzale ha dejado de creerle. Su victoria no está ya tan clara. Tras semanas de silencio mientras los cuestionamientos internacionales arreciaban casi al mismo ritmo que las detenciones arbitrarias del régimen, el líder de EH Bildu dictó la marcha atrás. Lo hizo un día después de que el Parlamento español aprobara el reconocimiento como presidente electo de Edmundo González. El pasado 12 de septiembre Otegi reclamó a Maduro que presentará “las actas” para poder concluir que la victoria que proclamaba fue realmente “limpia”.

Fue un cambio total a lo que las diputadas de su formación habían proclamado como ‘observadoras internacionales’ sólo horas después de cerrar los colegios electorales. Entonces, la diputada Fullaondo consideró “totalmente limpia, transparente y pacífica” la victoria electoral de Maduro. Su compañero Diana Urrea también se apresuró a felicitar al presidente como integrante de la delegación de EH Bildu -que se completó con el representante de Sortu y expreso de ETA, Eneko Compains, condenado por pertenecer al aparato político de la banda-.

Poner "las pruebas sobre la mesa"

Poco después, fue el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez quien calificó de “importante victoria” la lograda supuestamente por Maduro a quien trasladó su “más calurosa enhorabuena”.  En redes sociales, EH Bildu publicó que el pueblo venezolano se había pronunciado “de forma contundente” en favor de Maduro.

La reciente detención de los dos jóvenes vascos en Venezuela acusado de pertenecer al CNI y de formar parte de plan para atentar contra Maduro y su Gobierno ha vuelto a evidenciar un paso atrás de EH Bildu en su hasta ahora respaldo sin fisuras de EH Bildu al líder chavista. Ayer el portavoz de EH Bildu, Oscar Matute exigió al régimen “las pruebas” sobre las que sustenta las acusaciones. Le reclamó que “las ponga sobre la mesa”. Incluso pidió que garantizara la asistencia judicial de los arrestados y el contacto con sus familias.

Tampoco el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados de Edmundo González como presidente electo de Venezuela ha suscitado una reacción airada por parte de Bildu. Otegi la consideró una “injerencia” pero en cambio ayer su portavoz en el Congreso afirmó que acoger a González es España puede contribuir a reconducir la situación que se vive en Venezuela.  

Incluso desde el PNV pusieron en evidencia el viraje de EH Bildu. La presidenta del partido en Bizkaia, Itxaso Atutxa, subrayó el cambio de posición y se felicitó por ello el “curioso” viraje de posición de la coalición abertzale.   

Una "injerencia" en Venezuela

En este tiempo EH Bildu no ha descuidado, pese a todo, su buena relación con Venezuela. El pasado 8 de agosto la coalición apoyaba un acto en respaldo de Maduro celebrado en Bilbao. En él no faltó la cónsul general de Venezuela en Bilbao Glenna Cabello, hermana del hombre fuerte del Gobierno chavista, Diosdado Cabello. Ataviados con camisetas rojas de apoyo al régimen, banderas y lemas en contra de la “injerencia en Venezuela” y en contra del "fascismo" en el país, el acto se celebró ante el busto de Simón Bolívar en la plaza que lleva su nombre y en la que se ubica la sede de EH Bildu de la capital vizcaína.   

El vínculo de la izquierda abertzale con Venezuela viene de lejos. No en vano, fue uno de los países que históricamente recogió a miembros de ETA deportados o refugiados en este país huyendo de la Justicia española. Venezuela es el último rastro conocido de un miembro de ETA como Iñaki De Juana Chaos. Acogido por el régimen, el exmiembro de ETA, huyó de Irlanda y recaló en Venezuela, donde regentaba una licorería en la costa venezolana, según publicó El Mundo en 2015.

No es el único militante de ETA que se refugió en este país y al que otros miembros de la banda quisieron acceder. Otros etarras como Pedro Viles, alias ‘Kepa’ o Begoña Trasviña son dos ejemplos más de militantes de ETA que estuvieron deportados en Venezuela.

En 2010 Cuba cambió de política e impidió a los miembros de ETA abandonar la isla. Delegó la autorización para hacerlo en la embajada española, que sólo autorizaba abandonar la isla en caso de estar prescritos los delitos que se les imputaban. Fue el motivo por el que Elena Bárcena, José Ignacio Etxarte y Javier Pérez Lekue intentaron escapar a Venezuela. En 2011 los tres miembros de ETA, cansados de que el régimen cubano no les dejara salir de la isla emprendieron un huida en barco hacia Venezuela. Su embarcación encalló y tras ser rescatados fueron entregados de nuevo a Cuba.

El respaldo y la sintonía entre Venezuela y la izquierda abertzale incluso se ha escenificado con la presencia de la cónsul, Glenna Diosdado en actos como la Korrika, con gran respaldo de la izquierda abertzale o en iniciativas en las que han contado con la presencia de representantes de la izquierda abertzale.