Este pasado martes se produjeron en el Líbano una serie de atentados en los que explotaron de forma simultánea los "buscas" o "beepers" usados por Hezbolá. Estos dispositivos, que tuvieron gran relevancia en los años 90 antes de que se extendiera el uso de los teléfonos móviles, siguen siendo comunes en otras partes del mundo por su seguridad.

Estos aparatos permiten recibir mensajes a través de las ondas de radio sin necesidad de usar una red telefónica. Este es uno de los principales motivos por el que se sigue usando, ya que las señales de radio pueden acceder a cualquier punto geográfico y en lugares donde las emergencias son constantes, siguen siendo de gran valor.

Cómo funciona un busca

Un busca recibe señales de radio en una frecuencia predefinida. Un mensaje se envía a una frecuencia determinada y el busca o beeper la capta. En el momento de recibir el mensaje, emite un sonido (beep) o vibración como señal de aviso para quien lo recibe. Algo tan simple es lo que lo ha convertido en un aparato de tanto valor y lo que hace que, en un mundo donde la tecnología está a la oren del día, continúe teniendo su cabida. El dispositivo, al contrario que ocurre con otros aparatos como los móviles, es casi imposible de rastrear. También está protegido de los ataques cibernéticos actuales.

Hezbolá usa esta tecnología ya que, hasta ahora, lo ha considerado un medio seguro para las comunicaciones. Los miembros de este grupo usan el busca para recibir instrucciones sin que puedan ser interceptados. Pero esto ha cambiado tras el ataque sufrido este martes, y se ha demostrado las vulnerabilidades de estos dispositivos.

Un busca avanzado

Aunque poco se conoce sobre los dispositivos que han estado usando, es de prever que los buscas que ha usado Hezbolá eran modelos avanzados como el Rugged Pager AR924 de GApollo, que está diseñado para funcionar en entornos hostiles. Con certificación IP67, este beeper es resistente al agua y al polvo, y puede soportar caídas de hasta 1,5 metros. Su capacidad de operar en bandas de frecuencia UHF y VHF lo convierte en una opción confiable para áreas con cobertura de radio inestable. Además, su batería de litio de larga duración, que puede aguantar hasta 85 días, es ideal para quienes necesitan mantenerse conectados durante largos periodos sin acceso a redes eléctricas.

A pesar de estas características de durabilidad, parece que la batería de estos aparatos jugó un papel en el ataque. Algunos expertos sugieren que las explosiones fueron provocadas al sobrecalentar las baterías de litio, posiblemente a través de un ataque remoto mediante radiofrecuencia. Este método no es nuevo, ya en el pasado, se han documentado ataques similares en los que dispositivos aparentemente inofensivos fueron manipulados para detonarse. De hecho, algunos analistas mencionan la posibilidad de que los buscas fueran modificados antes de ser entregados a Hezbolá, insertando pequeñas cargas explosivas que se activarían al recibir una señal específica.

El uso de los busca por parte de Hezbolá es un claro ejemplo de cómo los grupos en conflicto buscan evadir los métodos de vigilancia más avanzados. Sin embargo, el ataque reciente revela una vulnerabilidad inesperada en una tecnología considerada, hasta ahora, más segura que los teléfonos móviles. La habilidad de Israel, supuestamente, para coordinar un ataque masivo a estos dispositivos plantea serios interrogantes sobre la seguridad de estos métodos de comunicación.

Estos hechos ponen de manifiesto el papel de la guerra tecnológica entre Hezbolá e Israel, donde los medios de comunicación que parecen más seguros, pueden convertirse en armas mortales.