Comida con el canciller alemán, Olaf Scholz; discurso ante la Asamblea, entrevista en la televisión CNN y recepción de un premio feminista de manos de la actriz Anne Hathaway. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deja atrás esta semana el vertiginoso momento que atraviesa la política nacional para zambullirse en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se celebra cada septiembre en Nueva York (EEUU), y en los eventos y reuniones que la rodean.

Mientras el presidente volaba a Estados Unidos, los medios de todo el país abrían sus portadas con su (no) declaración ante el juez Juan Carlos Peinado y su "Señoría, me acojo a la dispensa del artículo 416" -el que recoge el derecho a no declarar- en el caso que mantiene imputada a su esposa, Begoña Gómez, por presuntos delitos de tráfico de influencia y corrupción. Al mismo tiempo, el expresidente José María Aznar tachaba a Moncloa de "delegación madrileña del secesionismo" por sus pactos con Esquerra para la financiación singular de Cataluña y todo en medio de una enorme vorágine política que ha llevado a los negociadores del PSOE a viajar a Suiza para intentar reconducir sus relaciones con Junts, maltrechas a mitad de la legislatura.

Esta semana se vota en el Congreso la senda fiscal y previsiblemente el partido de Carles Puigdemont la rechazará, solo días después de que tumbasen el martes una iniciativa de Sumar para regular los alquileres. En el horizonte están los presupuestos de 2025, cuya aprobación ya se antoja difícil. "No va a haber una gran diferencia entre unos nuevos Presupuestos y los del año 2023. Son nuestros Presupuestos. No es ningún drama que no haya Presupuestos ni es un obstáculo para que la legislatura continúe.", decía este lunes el ministro de Transportes, Óscar Puente, en una entrevista en El País ante la posibilidad de que no consigan salir adelante.

Mientras en España se debate sobre si el PSOE conseguirá agotar la legislatura que empezó el año pasado, el presidente del Gobierno estará a casi 6.000 kilómetros de distancia, al otro lado del océano, donde tiene la intención de hablar de bulos y desinformación, los mismos que le han llevado a impulsar su recién presentado Plan de Acción Democrática, al hilo de la importancia de lucha por la democracia y combatir a los extremistas que llevan a los ciudadanos a desconfiar de las instituciones.

Que la comunidad internacional también combata los bulos

El objetivo del presidente es que la comunidad internacional también se implique en la lucha que su Gobierno ahora lleva por bandera, y que en España obligará a limitar la financiación pública a los medios, obligar a más transparencia sobre sus accionistas y audiencias, entre otras medidas. El evento que le lleva a la Gran Manzana es la apertura del 79 periodo de sesiones de la Asamblea de la ONU, pero el día anterior Sánchez ya tenía previsto auspiciar un evento sobre bulos y desinformación junto al presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva.

Ambos gobiernos firmaron el sábado, como avance de la apuesta común que buscan dejar patente en el acto en el que actúan como anfitriones, una declaración conjunta por la que se comprometen a facilitar la participación de los jóvenes en la vida política como un elemento determinante frente al autoritarismo y algunas de sus armas como el uso de la desinformación. Pero no será el único mensaje que Sánchez luchará por trasladar lejos de las preguntas de los periodistas. En su primera intervención en Nueva York, el presidente ha lanzado un mensaje feminista y otro de igualdad, pidiendo un impuesto global sobre las grandes fortunas.

Los mensajes de Sánchez: una mujer como secretaria general de la ONU

Debemos resistir ante cualquier retroceso en el derecho de las mujeres y de las niñas. Y, como señala el Pacto del Futuro, las mujeres tienen que participar de manera plena, igualitaria y efectiva en los procesos de paz para lograr sociedades más justas y una paz duradera. Y por eso, España propone que, tras Antonio Guterres, elijamos a la primera secretaria general de la Organización y que implementemos la alternancia de género en la Presidencia de la Asamblea General", ha dicho Sánchez en la Cumbre del Futuro, un evento previo a la asamblea, y en un diálogo que llevaba como título 'Mejorar el sistema mundial para las generaciones actuales y futuras'.

En el plenario de la cumbre, el presidente del Gobierno ha pedido la implementación de "medidas como un impuesto mínimo global sobre las grandes fortunas, y la plena implementación de los dos pilares de la OCDE y del G20 sobre la fiscalidad de las multinacionales, como base para una futura Convención Marco de Cooperación Tributaria". Fuentes de Moncloa ya habían adelantado que Sánchez desarrollar una nueva "arquitectura financiera internacional" será una de las prioridades de España, junto a la igualdad de género.

"Una arquitectura financiera para no tener que elegir entre pagar deuda o hacer frente al cambio climático", ha elevado el presidente. "Mi país se ha comprometido a movilizar 1.350 millones de euros anuales en financiación climática a partir del próximo año, y el año pasado aprobamos una estrategia transversal para cumplirlo".

Otro de los asuntos en los que Sánchez hará más hincapié, como hizo en la cumbre de la OTAN de julio, será el respeto al Derecho Internacional en todos los sentidos, pero especialmente en Palestina y en Ucrania, así como la implementación de la Agenda 2030, unos objetivos sostenibles que hoy por hoy parecen difíciles de cumplir en solo seis años. La asamblea contará la presencia de representantes de ambos países, también de Israel y de Rusia, pero no se espera confrontación al respecto sino más bien que los países pongan sobre la mesa en qué lado del conflicto están y que se planteen posibles soluciones.