Era una votación condenada al fracaso de antemano. Y para evitar un nuevo varapalo en la Cámara, el Gobierno se la ahorra. El Ejecutivo anunció este martes que retira de la tramitación parlamentaria la senda de estabilidad presupuestaria que se iba a votar el jueves en el pleno del Congreso por la falta de apoyos. Porque el PP nunca iba a respaldarla y porque Junts también había adelantado su no, como hizo en julio.

El Consejo de Ministros acordó esta mañana, explican fuentes de Hacienda en un comunicado, sacar del Congreso los objetivos de déficit y deuda para el periodo 2025-2027, que daban más capacidad de gasto a comunidades y ayuntamientos. Según indican desde el departamento que dirige María Jesús Montero, el propósito de la retirada de la senda es "dar más tiempo a la negociación ofreciendo una nueva oportunidad al diálogo". "El Gobierno quiere agotar todas las posibilidades para alcanzar un pacto que sería beneficioso para todas las comunidades autónomas y los ayuntamientos". Lo que no especifica Hacienda es cuándo presentará una nueva senda. No hay plazos, por el momento. Y este paso, el que iba a dar el Congreso este jueves, es el imprescindible para que después el Consejo de Ministros pueda aprobar el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2025 y enviarlos a las Cortes. Ahora, el calendario de las cuentas públicas queda todavía más en el aire.

El Ejecutivo volverá a negociar la senda, "quiere agotar todas las posibilidades para alcanzar un pacto que sería beneficioso para CCAA y ayuntamientos"

Montero, por tanto, tendrá que rehacer la senda, intentando que los posconvergentes rectifiquen y den su voto a favor para garantizarse así que supera el trámite parlamentario. Solo después será posible llevar los PGE a la Cámara. Junts había aducido que no podía respaldar el mismo texto que el presentado y rechazado en julio.

El Ejecutivo, como ha venido haciendo estos días, señala al PP, y no a Junts, que es la formación que está dando señales desde hace semanas de que no quiere apoyar todas las iniciativas de la coalición y sí hacerle sufrir semana tras semana: "El Gobierno de España no se resigna a que la irresponsabilidad del PP genere un grave perjuicio para CCAA y ayuntamientos, que perderían casi 12.000 millones de margen presupuestario si no se aprueba una nueva senda".

En Hacienda recuerdan que el Ejecutivo aprobó unos objetivos de estabilidad avalados por los gobiernos autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del pasado julio —con la abstención de las CCAA del PP—, más flexible para las administraciones autonómicas y locales. "Ese mayor margen lo asumiría la Administración central, que sería quien haría el mayor esfuerzo de reducción del déficit. Es decir, la senda del Gobierno ofrece a las CCAA y los ayuntamientos una mayor capacidad de gasto. Sobre esa misma premisa seguiremos negociando para alcanzar un acuerdo", subraya el el Ejecutivo, que recalca que la retirada de la tramitación "es un ejercicio de responsabilidad de un Gobierno que mira por el interés general para alcanzar un acuerdo beneficioso para la defensa del Estado del bienestar".

El Gobierno reprocha a quienes se mueven "por cálculos electoralistas y partidistas", cuando él trabaja para "mejorar la vida de la gente"

Desde Hacienda remachan que "frente a quienes solo se mueven por cálculos electoralistas y partidistas, aunque eso suponga perjudicar los servicios públicos de todos los ciudadanos, el Gobierno trabaja para mejorar la vida de la gente y buscará un acuerdo que preserve los recursos para la sanidad, la educación o la dependencia en todos los territorios".

Tras la reunión del Consejo de Ministros, que este martes presidió precisamente Montero por el viaje del jefe del Ejecutivo a Nueva York —a la semana de alto nivel de Naciones Unidas—, la portavoz del Gobierno reiteró en su exposición inicial que el propósito del Gobierno, al retirar del orden del día la votación de la senda fiscal, es "dar una nueva oportunidad al diálogo para alcanzar un acuerdo". "Votar en contra" de los objetivos de estabilidad, advirtió la ministra Pilar Alegría, "no es votar en contra de este Gobierno, sino de la gente de nuestro país", porque menos capacidad de gasto para CCAA y ayuntamientos, 12.000 millones menos, significa menos dinero para sanidad, educación o dependencia. "Con 12.000 millones se pueden contratar maestros, mejorar la atención en nuestros hospitales y centros de salud, contratar a médicos, enfermeros, mejorar la atención a los mayores y dependientes, mejorar políticas que son prioritarias y fundamentales", ejemplificó, cargando solo contra el PP (no contra Junts), llevado por su ánimo de "infligir una derrota al Gobierno".

Alegría defiende que se abre una "oportunidad al diálogo" para alcanzar "un acuerdo". Moncloa ofrece "mano tendida" a los grupos que quieran "trabajar desde la responsabilidad"

Alegría, durante la rueda de prensa, no dio detalles de qué plazos maneja el Ejecutivo para aprobar la nueva senda, ni qué margen de negociación se va a explorar, ni cómo va a procurar acercarse a Junts. Sí garantizó que "todos los grupos que quieran trabajar desde la responsabilidad" encontrarán la "mano tendida" del Gobierno. "Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para seguir trabajando, dialogando y alcanzar un acuerdo" sobre la senda de estabilidad, sostuvo.

Tampoco hay tiempos para la presentación de los Presupuestos de 2025, que sería el paso siguiente. La portavoz se limitó a expresar que el Ejecutivo continuará con "los trámites" preceptivos para hacer posible su aprobación. Todo está en el aire, pero es evidente que para el Gobierno se ha abierto una ventana de oportunidad para la negociación. Para que Junts vuelva al bloque de investidura y permita el respaldo a la senda.