El pasado 14 de septiembre, el artista revelación de 2023 Ralphie Choo (Ciudad Real, 1999) lanzó la primera edición en vinilo de su álbum debut Supernova consiguiendo que hordas de fans, la mayoría de ellos de la Generación Z, se agolpase frente a las tiendas de discos para hacerse con el suyo. El resultado: un año después de su publicación, el disco se ha colocado como número uno en ventas. Diez días después, Choo sigue en lo más alto, pero esta vez gracias al lanzamiento de su esperada colaboración con la artista española más grande del momento, Rosalía.

Ambos acaban de lanzar Omega, en un estreno de película con espectáculo pirotécnico incluido en plenas fiestas patronales de La Mercè en Barcelona. Una nueva canción que bien podría ser el primer adelanto del próximo álbum de la catalana y que marcará la era post Motomami.

Rosalía-Ralphie Choo, una colaboración cocinada a fuego lento

Fue precisamente Rosalía, en su habitual papel como prescriptora cultural quien avisó del potencial que atesoraba el joven artista manchego, incluyendo una canción suya (VOYCONTODO) en un post de Instagram, allá por octubre de 2023. Supernova no llevaba ni un mes fuera y ya todo el mundo quería saber quién era el nuevo artista al que escuchaba y recomendaba La Rosalía.

El siguiente acercamiento público llegó en enero de este año cuando, también en Instagram, la catalana compartió una foto patinando con Ralphie Choo en la pista de hielo de Colón, en Madrid. Desde ese momento, la colaboración entre el fenómeno de moda y la artista del momento se convirtió en un secreto a gritos hasta el definitivo anuncio de Omega para este miércoles 25 de septiembre, coincidiendo precisamente con su 32 cumpleaños.

El niño prodigio del pop

Este joven artista nacido en Ciudad Real, cuyo nombre encuentra inspiración en el personaje más ingenuo de los Simpsons, no tiene un pelo de tonto. A sus 25 años se ha convertido en un fenómeno capaz de transcender géneros y fronteras con un estilo transgresor y bohemio que sabe conectar con el sentir de una juventud desencantada. Lo mismo fusiona reguetón con afrobeats, que junta palmas flamencas con melodías a piano, ritmos más electrónicos y bedroom pop, todo ello con unas letras de "corte emo" donde predominan el desamor, la melancolía, la soledad y el sexo.

Desde nuestra creación en 2019, hemos emergido como un pilar de innovación en el pop vanguardista. En el corazón de Madrid, nuestra enigmática factoría de talentos se ha convertido rápidamente en un referente mundial gracias a nuestro enfoque único que combina música, arte visual y moda. No somos solo un sello discográfico; somos una comunidad creativa con una visión global y un enfoque profundamente enraizado en lo local.

Así se presentan los Rusia IDK, sello discográfico al que pertenecen un grupo de artistas del que participa el propio Choo donde el concepto trasciende el sonido y se convierte en una especie de arte performativo multidisciplinar. Este colectivo engloba también otros artistas que han crecido en la escena independiente como Rusowsky, Tristán!, Drummie o Mori.

Una lesión providencial

Ralphie Choo ha contado varias veces que empezó a hacer beats desde su casa después de que una lesión de ligamiento jugando al fútbol lo dejara semanas inmovilizado. Irrumpió en la música en 2019 con temas como Town Boyz y Cari, pero su nombre empezó a sonar con fuerza un año después, cuando salió Dolores, junto a su amigo y compañero de sello Rusowsky. Antes de Rosalía, otro grande del género urbano como Dellafuente ya quiso colaborar con el manchego y juntos grabaron Lágrimas pa otro día.

Desde el año pasado, cuando salió su aclamado Supernova, Ralphie Choo se ha colado en todas las conversaciones, llegando a sonar incluso en la radio pública de EEUU y siendo aplaudido en medios como Pitchfork Billboard. A medio camino entre el genio y el visionario, su talento ha empezado a ser codiciado por artistas de diversos géneros. De hecho, aunque su hábitat natural por momentos pueda parecer que esté en el urbano, su vocación es muy pop y también se siente bien en la tradición folclórica. No en vano, uno de sus últimos trabajos colaborativos consistió en producir el último single de Amaia, Nanai.

Rosalía y Ralphie Choo en una imagen compartida en redes sociales.

Ahora que Rosalía se encuentra en plena transformación tras la auténtica revolución que significó Motomami, parece que la creatividad fascinante de Ralphie Choo también será clave en este proceso. Una afinidad artística en la que puede estar el secreto de la nueva era de la cantante catalana y que, por seguro, también marcará la explosión definitiva de un artista que ha tirado a patadas la puerta del underground convirtiéndose en una suerte de niño prodigio del pop.