La alerta entre las tropas españolas en el Líbano es máxima. Desde hace días han dejado de patrullar la zona sur del país, la conocida blue line en la frontera con Israel. Los bombardeos del país hebreo han obligado a una situación de bunkerización de los soldados que se integran en la misión de la OTAN.

La ofensiva de Israel contra Hizbulá se ha cobrado la vida de más de 500 personas en una semana. Desde que detonasen a distancia cientos de beepers, los ataques se han ido incrementando. Desde este lunes, los bombardeos han destruido casas y han acabado con la vida de dirigentes de la organización, pero también con la de cientos de civiles, muchos niños.

España aporta unos 650 soldados a la FINUL, el contingente de las ONU en la zona. El destacamento está liderado por un mando español, el general Guillermo Pablo García del Barrio. Todos ellos permanecen en la base militar, sin salir a patrullar y realizando los actos "indispensables".

Cmabios rápidos

Las acciones se desarrollan rápidamente. El terreno cambia en cuestión de horas. Si la ministra de Defensa, Margarita Robles, comunicaba el lunes que las tropas en Líbano están con "la moral alta" y que le habían trasmitido "tranquilidad", este martes era el Consejo de Ministros quien tranquilizaba a las familias de los soldados.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha lanzado este martes un mensaje de "tranquilidad" a las personas más cercanas, asegurando que saben que están "muy bien". Alegría ha precisado que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, mantendrá un encuentro con el secretario adjunto de Naciones Unidas para analizar la situación.

La ministra de Defensa ha explicado estos días que los militares permanecen en los búnkeres y están adoptando "todas las medidas de seguridad", y aseguró que por el momento no hay ninguno herido ni ninguna baja dentro del contingente.

Acelerar los ataques

Israel dijo que "acelerará" sus ataques contra Hizbulá en Líbano, que en dos días han matado a más de 500 personas, poro antes de que el Ejército lanzara un nuevo bombardeo contra Beirut, en el que murieron al menos seis personas, incluido un comandante del grupo libanés.

 Ibrahim Muhammad Kabisi, a quien Israel identificó como el responsable de la unidad de misiles y cohetes de los chiíes, murió en el bombardeo mientras se encontraba rodeado de otros comandantes "clave" del grupo, según el Ejército israelí.

"No podemos darle un respiro a Hizbulá (...). Aceleraremos las operaciones ofensivas y reforzaremos los arsenales. La situación requiere acciones intensivas en todos los frentes", dijo el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, en el cuartel general del Ejército israelí.

El Ejército israelí destacó este martes que ha alcanzado 1.500 objetivos de lo que describió como "infraestructura terrorista" en el sur de Líbano y en el interior del país. "Los aviones de combate de la fuerza aérea continúan con sus actividades, realizando ataques en este mismo momento", detallaron las fuerzas israelíes en un comunicado. Las autoridades han bautizado la operación contra Hizbulá con el nombre de "Flechas del Norte".