Las tropas israelíes están listas para invadir el Líbano. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, ha dicho este miércoles en su visita a las tropas apostadas en el norte del país que los bombardeos aéreos "están preparando el terreno para la posible entrada" de soldados en el Líbano. La Fuerza Aérea israelí ha alcanzado 280 objetivos en el Líbano solo en la jornada del miércoles.

Halevi ha añadido: "Para que los israelíes desplazados vuelvan a sus hogares en el norte, estamos preparando el proceso de una maniobra, lo que significa que vuestras botas militares entren en territorio enemigo, entren en aldeas que Hizbolá ha preparado como grandes puestos militares avanzados, con infraestructura subterránea, puntos de reunión y plataformas de lanzamiento en nuestro territorio y lleven a cabo ataques contra civiles israelíes".

Las Fuerzas de Defensa de Israel han llamado a dos brigadas adicionales en la reserva para que puedan entrar en combate en caso de invasión. Halevi ha jaleado a los soldaos israelíes con estas palabras: "Los operativos de Hizbulá verán lo que significa enfrentarse a una fuerza profesional, altamente cualificada y experimentada en combate".

Estas palabras contrastan con las declaraciones del embajador israelí en la ONU, Danny Danon, quien aseguraba que Israel no está empeñada en una invasión del Líbano y que prefería una solución diplomática. En los pasillos de Naciones Unidas se trabaja contrarreloj para frenar una escalada, que parece inevitable.

La jornada más dramática desde 1975 se vivió en el Líbano el lunes cuando murieron al menos 558 personas en los bombardeos israelíes. Decenas de miles de libaneses se han visto obligados a dejar sus hogares.

Israel justifica esta operación, encaminada a dejar inoperativo a Hizbulá, por los continuos ataques con cohetes del llamado Partido de Dios sobre el norte del país. Unos 70.000 israelíes se han visto obligados a dejar sus hogares. Hizbulá incremento sus acciones contra Israel desde el 8 de octubre, cuando el Ejército israelí atacó a Hamás en Gaza en respuesta de la masacre del 7 de octubre. Entonces terroristas de Hamás mataron a más de un millar de israelíes, y algunos extranjeros, y secuestraron a más de 200.