La democracia está en peligro y no solo hay que reivindicarla, también hay que trabajar en su regeneración. Es imprescindible un alto el fuego en Gaza, liberar a los rehenes y permitir la entrada de ayuda humanitaria. La extensión del conflicto al Líbano supone una escalada "de la máxima gravedad", el derecho internacional "debe ser respetado" y la guerra de Ucrania "no debería prolongarse ni un día más". Son algunos de los mensajes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado ante el debate de la Asamblea General de la ONU, este miércoles en Nueva York.

Pero no han sido los únicos temas: la "preocupante" situación en Venezuela, el aún pendiente acuerdo en torno a Gibraltar y la necesidad de conseguir una solución en el Sáhara Occidental también han ocupado parte del discurso en el que Sánchez ha hecho especial hincapié en la necesidad de aprobar medidas en la línea del Plan de Acción Democrática que el Gobierno ha aprobado esta semana.

"El mundo se enfrenta a un riesgo real de retroceso de la democracia. Derechos que se creían consolidados son hoy cuestionados o revertidos. Una agenda reaccionaria global se abre paso al calor de la desconfianza en las instituciones, la polarización y la reivindicación de un pasado inventado, tan falso como sus proclamas. La democracia libra una batalla por su supervivencia. La democracia no puede aspirar a ganar esta batalla con una mano atada a la espalda", ha advertido el presidente.

La democracia libra una batalla por su supervivencia. Ya no basta con proclamar su superioridad moral

"Es indispensable levantar un escudo que proteja las instituciones democráticas de quienes buscan socavarlas deliberadamente. Ya no basta con proclamar la superioridad moral de la democracia. Es necesario reconocer errores y trabajar por su regeneración interna, por ejemplo, reforzando la transparencia y la rendición de cuentas. Y haciendo que los ciudadanos sientan la democracia como algo cercano, como algo propio, como algo vivo", ha pedido.

El Gobierno aprobó la semana pasada su Plan de Acción por la Democracia, 31 medidas que irá desplegando a lo largo de los próximos tres años que quedan de legislatura y que tendrán que ver con impulsar la transparencia en torno a la publicidad de los medios de comunicación, con "reforzar" el sistema electoral obligando a los candidatos a asistir a debates o con otras medidas que buscan "mejorar la democracia".

En su discurso, Sánchez se ha referido a España como un país comprometido con los valores de la ONU, "que cree en los mecanismos internacionales de rendición de cuentas", "que lucha contra la impunidad desde la experiencia y la memoria histórica" y "defensor de instituciones como la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional fundamentales para la paz, la seguridad, la justicia y la reparación de las víctimas". "Un país que practica y se conduce desde una máxima fundamental: el valor de la coherencia. La que nos lleva a decir lo mismo en Ucrania, en Gaza y en cualquier otro lugar: defensa de la paz, de los derechos humanos y de un orden internacional basado en reglas. Y que, ante las dudas de otros, responde con más confianza en el multilateralismo".

Critica la "insoportable espiral de muerte y devastación" en Palestina

Y precisamente en torno a esos valores el presidente se ha referido a la "insoportable espiral de muerte y devastación" que está teniendo lugar en Palestina desde hace un año y que ya se ha extendido al Líbano, que España condena -aunque lo ha dicho sin mencionar expresamente a Israel-. El líder español ha pedido una solución de los dos estados como única salida a la situación actual, terminar con la "ocupación" ilegal de los territorios palestinos y ahondar en las causas del conflicto.

"Todo lo que vemos a diario en Gaza, y ahora en Líbano, nos hace reflexionar sobre la vigencia misma del derecho internacional humanitario, precisamente cuando celebramos el 75 aniversario de los Convenios de Ginebra", ha dicho ante el auditorio. El compromiso de España, ha reiterado el presidente, seguirá siendo firme a la hora de proveer de ayuda humanitaria a la población de la Franja, pero ha remarcado que todo será insuficiente sin un alto al fuego. "Hago un nuevo llamamiento a alcanzar un alto el fuego, a la liberación de todos los rehenes y al acceso de la ayuda humanitaria", ha pedido.

Pide que se elimine la posibilidad de veto

En ese sentido, Sánchez ha exigido en un foro diferente, en el Consejo de Seguridad de la ONU, que se elimine la posibilidad de veto que algunos países tienen ante la toma de decisiones del organismo, y que tiene la responsabilidad de mantener "la paz y la seguridad internacionales". "El uso del veto resulta en un constante bloqueo, y uno de sus miembros permanentes [en alusión a Rusia] viola de manera flagrante la Carta de las Naciones Unidas, invadiendo injustificada e ilegalmente a otro país", ha añadido, señalando que deben condenarse por igual las violaciones del derecho internacional ya sean en Ucrania, en Gaza o en Sudán.

Al contrario de como se ha referido a Israel, Sánchez sí ha mencionado a Rusia por su nombre y también a Vladimir Putin, condenando los 31 meses de agresión "contra el pueblo ucraniano y la comunidad internacional". En ese marco ha presumido del aumento de la financiación humanitaria hasta los 14 millones, y ha invitado a todos los países a sumarse a la Fórmula de Paz del Presidente Zelenski para contribuir a terminar con el conflicto.

En contraste con el resto de su discurso, la palabras finales de Sánchez han sido optimistas. "En poco más de medio siglo, la mortalidad infantil se ha reducido del 50 al 4% en el planeta. El número de estudiantes universitarios se ha duplicado en sólo dos décadas. La presencia de mujeres con escaño en parlamentos alcanza el 27%, el doble que en 1990. Y el mundo ha doblado la potencia solar instalada en cuatro años, mientras la energía producida por los combustibles fósiles se reduce drásticamente. No aceptemos como inevitable el inicio de una nueva era de violencia y guerras".

"El futuro es una conquista relativamente reciente para la humanidad. Tener la capacidad de mirar hacia adelante, de ordenar prioridades y pensar en el porvenir es un privilegio que nos dio la modernidad. Honremos esa tarea mirando al horizonte sin miedo y con esperanza. Apostemos por una refundación del multilateralismo que nos permita dejar un futuro mejor que nuestro presente a nuestros hijos e hijas. Hagámoslo con creatividad, con audacia, con ilusión y con la ambición que nuestro tiempo demanda", ha zanjado.