"Mi país está en guerra luchando por su vida". Así ha arrancado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Ha confesado que no pensaba asistir a la Asamblea General de la ONU este año pero decidió hacerlo exponer la verdad: "Israel busca la paz, anhela la paz". Netanyahu describe así el escenario: hay que elegir entre "la bondad y la democracia", que representa Israel, y "la maldad", que encarnan Irán y sus aliados en Oriente Próximo. Ha asegurado que Israel ganará esa batalla", porque "no tenemos otra opción".

Mientras tanto, bombardea el Líbano y sigue atacando Gaza. Su posición es que se defiende del terrorismo de Hamás y Hizbulá. Pero las víctimas civiles aumentan cada día: ya son más de 41.000 en Gaza en el último año y superan las 700 esta semana en el Líbano.

Netanyahu ha evocado las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamás el 7 de octubre. Ha lanzado un mensaje a los dirigentes de Irán: "Si nos golpeáis, os devolveremos el golpe. No hay lugar que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar, y eso es cierto en todo Oriente Próximo", ha dicho Netanyahu.

Otro mensaje para la ONU: Estamos ganando. Netanyahu ha hablado de cómo Israel se defiende de "la maldición" que ha creado Irán, una "maldición" que sufrió el pueblo israelí el 7 de octubre de 2023. "La agresión de Irán irá contra cada país de Oriente Medio y más allá. Es una amenaza para todo el mundo". Ha insistido en que hay que impedir por todos los medios que Irán desarrolle su programa nuclear.

Netanyahu ha presentado a Israel como el modelo de país "bendito", que busca la prosperidad propia y de sus vecinos, frente a Irán, que esparce su maldición por toda la región.

Ha presumido de que las fuerzas israelíes ha acabado con casi todos los dirigentes de Hizbulá y seguirá su misión hasta acabar con su capacidad operativa. "Y no dejaremos atrás a los rehenes", ha reiterado. Aún queda en manos de Hamás y otros grupos terroristas un número indeterminado de rehenes israelíes y de otras nacionalidades.

Sobre Gaza, ha dicho que Israel busca desmilitarizar la Franja. Ha pedido a Hamás que libere a los secuestrados que todavía tienen en su poder. Ha dejado claro: "La guerra pude acabar ahora si Hamás entrega sus armas y libera a los rehenes. Si no, seguiremos hasta el final".

También ha explicado que Israel tampoco permitirá que Hizbulá impida a sus ciudadanos volver a sus hogares. "Disparan sus misiles y cohetes, desde viviendas privadas en Líbano, en colegios. Por eso digo a la gente del Líbano que no dejen que Nasralá les lleve al abismo", ha señalado el primer ministro de Israel. "Tenemos derecho a hacer lo necesario para que nuestra gente vuelva a sus hogares".

Los dos mandatarios que han precedido a Netanyahu, el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, y el de Pakistán, Muhammad Shehbaz Sharif, han denunciado la masacre que sufre el pueblo palestino y han pedido a Israel que pare la matanza.

Detengan el genocidio. Dejen de vender armas a Israel. Esta locura no puede continuar"

Mahmud Abbas, presidente de Palestina

Abás: "Dejen de vender armas"

Horas antes que Netanyahu, habló ante la Asamblea General el presidente de Palestina, Mahmud Abás, quien ha dicho que "el mundo entero es responsable de lo que le pasa" al pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, y exigió que cese la venta de armas a Israel. "Detengan el genocidio. Dejen de vender armas a Israel. Esta locura no puede continuar", dijo Abás. La guerra en Gaza ya ha causado más de 41.500 muertos en el último año.

Abás, que fue recibido con una larga salva de aplausos al entrar en la sala aprovechó el discurso para criticar a Estados Unidos, "la mayor democracia del mundo", por haber vetado en tres ocasiones resoluciones del Consejo de Seguridad que pedían un alto el fuego en Gaza. Actualmente, 143 de los 193 miembros de Naciones Unidas reconocen a Palestina como Estado, pero en la lista no figuran Estados Unidos ni Reino Unido, ni ningún otro miembro del G7. Palestina es un Estado observador permanente de la ONU.

Abás anunció, además, que va a pedir a la Asamblea General que actúe para expulsar a Israel de las Naciones Unidas, con el argumento de que lleva desde 1949 incumpliendo resoluciones de las propias Naciones Unidas.

El presidente de Palestina presentó un plan de doce puntos para la posguerra en Gaza, que incluye la petición de "protección internacional para los palestinos", la celebración de elecciones próximamente, sin decir la fecha, y la extensión de la Autoridad Palestina a los dos territorios de Cisjordania y Gaza. En Gaza Hamás está al mando.

Quinto día de bombardeos sobre el Líbano

El Ejército israelí ha confirmado que sus fuerzas aéreas continúan en estos momentos "atacando objetivos" de Hizbulá y de su milicia en el sur del Líbano, por quinto día consecutivo. "Durante las últimas dos horas, las Fuerzas Aéreas de Israel también atacaron decenas de lanzadores dirigidos al Estado de Israel, instalaciones de almacenamiento de armas e infraestructura (de Hizbulá)" en Sidón y Nabatieh, entre otras localidades, según un comunicado.

Durante la mañana del viernes se han activado las alarmas antiaéreas en la ciudad de Haifa y en el centro de Israel, tras el lanzamiento de madrugada de un misil balístico en dirección a Tel Aviv por los rebeldes hutíes del Yemen, que, según el Ejército israelí, fue interceptado fuera de sus fronteras, según informa la agencia Efe.

Desde el martes de la semana pasada el enfrentamiento entre Israel y Hizbulá ha entrado en una nueva fase. Entonces unos 5.000 buscas de milicianos del grupo chií estallaron y al día siguiente fueron los walkie talkies. Al menos 37 personas murieron y unas 3.000 resultaron heridas. Varios altos mandos de Hizbulá han caído en las operaciones israelíes, el último el jefe del mando aéreo.

Este lunes Israel bombardeó el Líbano en lo que fue la jornada más sangrienta desde la guerra civil que duró desde 1975 a 1990. Más de 700 personas han muerto en el Líbano, miles han resultado heridos, y decenas de miles se han visto obligadas a dejar sus hogares. El Ejército israelí está tomando posiciones para entrar en el Líbano. El riesgo de una guerra total en la región es más alto que nunca.