En el marco de las negociaciones para los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE), el partido político Sumar ha propuesto implantar un nuevo impuesto sobre las grandes herencias en España. De esta forma, conseguirían ampliar y reforzar el impuesto a las grandes fortunas que se aprobó durante la legislatura pasada.

El Ministerio de Hacienda, encabezado por María Jesús Montero, ha escuchado todas las propuestas que los partidos políticos han ido poniendo sobre la mesa de negociaciones. Entre ellos, Sumar ha propuesto la creación de un impuesto nacional sobre las herencias y donaciones para aumentar la recaudación del Gobierno.

El nuevo impuesto para las herencias

Sumar quiere con esto evitar el "dumping fiscal" producido por las bonificaciones que puedan ofrecer algunas comunidades autónomas lideradas por el PP mediante el impuesto sobre el patrimonio.

El "dumping fiscal" es la práctica por la cual un territorio ofrece beneficios fiscales a sus contribuyentes, desde la mala fe o deshonestidad, ya sea a través de deducciones de impuestos o bonificaciones.

Sumar quiere evitar estas situaciones en las Comunidades Autónomas, imponiendo pagar la tasa de un nuevo impuesto. Este iría destinado a los ciudadanos que reciben grandes herencias en España. Así, esta medida ayudaría a recaudar más dinero al Estado, así como a controlar el gasto en todas las regiones.

Esta idea ha sido bien recibida por el Ministerio de Hacienda, que gestiona María Jesús Montero, ya que no tienen demasiado margen fiscal para organizar los Presupuestos Generales del Estado.

Otros impuestos que quieren incluir

Dentro del marco de las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado, también han querido proponer el "impuesto inteligente" en España. El partido de Yolanda Díaz quiere imponer este tributo a las empresas de la cadena de producción y distribución alimentaria, que sólo actúe si los márgenes de beneficio de la cadena siguen estando por encima de los de 2019.

El gravamen sería del 1,2% sobre la cifra de negocios neta si la diferencia entre los márgenes empresariales entre 2024 y 2019 supera la diferencia entre el margen de 2023 y 2019, año anterior a la pandemia. Este impuesto podría tener provocar un efecto dominó que provocaría un aumento de precios, algo que al final perjudicaría, como suele ser habitual, a los ciudadanos.

Además de estas propuestas fiscales, el grupo ha sugerido una aproximación del IRPF entre las rentas de trabajo y el capital. Así como una rebaja de este mismo impuesto a las peluquerías y establecimientos veterinarios, y un IVA "superreducido" para los pañales y los productos sin gluten.