"El precio de continuar con el curso de acción actual es demasiado alto". Así lo ha advertido este martes la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, UNIFIL por sus siglas en inglés, la misión que tiene como objetivo mantener la paz y la seguridad en la frontera entre Líbano e Israel y en la que bajo liderazgo español hay actualmente desplegados alrededor de 650 "cascos azules" españoles.

"Todo cruce hacia el Líbano constituye una violación de la soberanía y la integridad territorial libanesas, y una violación de la resolución 1701. Instamos a todos los actores a que se aparten de tales actos de escalada, que sólo conducirán a más violencia y más derramamiento de sangre", señala la UNIFIL en un comunicado publicado este martes, hora después del inicio de la incursión terrestre en el Líbano de las tropas israelíes.

La UNIFIl fue informada a última hora del lunes por Israel del comienzo de "incursiones terrestres limitada". "A pesar de este peligroso acontecimiento, las fuerzas de mantenimiento de la paz permanecen en sus puestos. Estamos ajustando regularmente nuestra posición y nuestras actividades, y tenemos planes de contingencia listos para activarse si es absolutamente necesario. La seguridad del personal de mantenimiento de la paz es primordial, y se recuerda a todos los actores su obligación de respetarla", señala la nota.

"Es una de las etapas más peligrosas del Líbano"

Precisamente este martes el primer ministro libanés Najib Makati ha reconocido que su país se enfrenta a "una de las etapas más peligrosas" de su historia. Alrededor de un millón de personas se han visto desplazadas en todo el Líbano desde que comenzaron los ataques aéreos israelíes el mes pasado. "Pedimos urgentemente más ayuda para reforzar nuestros esfuerzos en curso para proporcionar apoyo básico a los civiles desplazados", suplicó desde Nueva York en una reunión con organizaciones de la ONU en la que lanzó un llamamiento humanitario por valor de más de 426 millones de dólares.

El ejército español participa en la operación llamada "Libre Hidalgo" desde 2006 y la lidera desde 2022 en asistencia a las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). La UNIFIL fue establecido en 1978 por la ONU. Los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo para vigilar la frontera con Israel y tratar de evitar escaladas de tensión entre las partes. Hace semana, en plena campaña de bombardeos israelíes en el sur del Líbano, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró que esas labores habituales de patrulla habían quedado suspendidas y la actividad había quedado reducida a actos “indispensables”. La evacuación es una de las opciones sobre la mesa.

UNIFIL ha subrayado este martes que la necesidad de "proteger a la población civil, no atacar las infraestructuras civiles y respetar el derecho internacional". "Instamos firmemente a las partes a que vuelvan a comprometerse con las resoluciones del Consejo de Seguridad y con la 1701 (2006) como única solución viable para devolver la estabilidad a esta región", desliza.

La mayoría de los uniformados españoles trabajan en la base Miguel de Cervantes, próxima a la localidad de Marjayún, al este de la frontera entre Líbano e Israel, y en el Cuartel General de Naqoura.

Aroldo Lázaro Sáenz, general perteneciente al Ejército de Tierra español, fue designado jefe de la misión en Líbano en 2022. Actualmente ejerce el cargo de teniente general y está previsto que continúe al frente de la UNIFIL hasta febrero de 2025. Lidera la Brigada Multinacional Este, compuesta por unos 3.500 efectivos de nueves nacionalidades diferentes.

Llamada a la desescalada

Hace apenas una semana Lázaro trasladó a las partes libanesa e israelí la urgente necesidad de una desescalada. "Se están realizando esfuerzos para reducir las tensiones y detener los bombardeos. Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de largo alcance, no sólo para quienes viven a ambos lados de la Línea Azul, sino también para la región en general", advirtió entonces el teniente general.

"Los ataques deliberados contra civiles son claras violaciones del derecho internacional. La UNIFIL reitera su firme llamamiento en favor de una solución diplomática e insta a todas las partes a que den prioridad a la vida de los civiles y se aseguren de que no corren peligro. Es esencial volver a comprometerse plenamente con la aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que es ahora más crítica que nunca para abordar las causas subyacentes del conflicto y garantizar una estabilidad duradera", agregó el jefe de la misión.