Bromea cuando se le interroga por la campaña de detonaciones de buscapersonas y walkie talkies que sembraron el pánico entre los miembros de Hizbulá, la antesala al asesinato de Nasralá que lleva la firma del Mosad aunque nadie en Israel lo haya reivindicado. “Quizás está España detrás o el MI6, que dicen ser muy buenos”, desliza en conversación con El Independiente Yaakov Amidror, general retirado del ejército israelí y ex asesor de Seguridad Nacional del primer ministro de Israel.

Amidror tiene semblante serio y ademán marcial pero recurre a chascarrillos cuando se le pregunta por aquello que no desea responder. La entrevista fue realizada horas antes de que una oleada de misiles balísticos iraníes impactara en Israel. Su hoja de servicios en Israel le hace ser un peso pesado del organigrama de seguridad israelí, humillado hace un año con el ataque sorpresa de Hamás y envalentonado ahora con el trofeo de haber puesto patas arriba Hizbulá como prólogo a la invasión terrestre del Líbano que arrancó pasada la medianoche del martes. Amidror fue jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel entre 2011 y 2013.

A lo largo de sus 36 años de carrera en las Fuerzas de Defensa de Israel, ha ocupado una larga retahíla de puestos:  Comandante de las Escuelas Militares de las FDI, Secretario Militar del Ministro de Defensa, Director de la División de Análisis de Inteligencia y Oficial de Inteligencia del Mando Norte. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Haifa y autor de varios libros sobre inteligencia y estrategia militar, Amidror es ahora uno de los asesores que diseña la estrategia militar a la que Israel fía su futuro en una región hostil.

P.- ¿Qué busca Israel con la invasión terrestre del Líbano?

R.- Tenemos dos objetivos diferentes. Uno: Poder estar seguros de que Hizbulá no puede llevar a cabo su propi​a versión del 7 de octubre [fecha de los ataques de Hamás en el sur de Israel]. Para ello, tenemos que conseguir una zona limpia de Hizbulá, desde el ​L​itani, al sur y al menos a 10 kilómetros de la frontera israelí. Si eso se logra, podemos estar seguros de que la versión de Hizbulá no puede ser implementada. Eso puede lograrse mediante un acuerdo o con fuerzas terrestres. Preferimos que se logre mediante un acuerdo. El otro objetivo es reducir la capacidad de Hizbulá hasta un nivel en el que no puedan disuadir a Israel. Para ello, tenemos que destruir su capacidad de fuego, destruyendo los numerosos misiles, cohetes, lanzaderas, comandantes del sistema. Porque después de la guerra, no podemos permitir que el monstruo vuelva a crecer. Cometimos un error desde 2006. Permitimos que H​izb​ulá creciera hasta el nivel en el que es una enorme amenaza para Israel. No debemos volver a cometer el mismo error. Para ello, tenemos que reducir la capacidad de esta organización. La guerra será muy complicada. Los resultados serán positivos para Israel.

P.- ¿Qué daños en las capacidades de Hizbulá han ocasionado los bombardeos de Israel en las últimas semanas?

R.- Probablemente se ha destruido el 40% de los misiles. Pero lo importante es qué misiles. Si el daño ha afectado más a los de largo y medio alcance, sería una buena noticia.

P.- ¿Israel puede mantener guerras en múltiples frentes?

R.- No. Por eso nos encontramos mucho mejor que hace un año. En Gaza, ya no necesitamos estas fuerzas. La situación en Gaza es totalmente diferente hoy que hace un año. La mayoría de las fuerzas están libres para luchar en el norte. En Yemen la respuesta no es con fuerzas terrestres sino de la Fuerza Aérea. Es un elemento muy flexible. Puedes moverla de un lugar a otro: empezar por la mañana en Beirut y continuar después en Hodeid​a.

Israel no puede permitirse que el monstruo de Hizbulá vuelva a crecer como sucedió tras la guerra de 2006

P.- Entiendo que lo que quieren es aplicar la misma receta que ya probaron en Gaza...

R.- Así es. Y no podemos hacer con Hizbulá lo que hicimos con Hamás, dejarlos crecer.

P.- ¿Qué supone haber eliminado a Nasralá?

R.- No se trata sólo de Nasralá. Es el hecho de que Israel eliminara a toda la cúpula militar, que ha quedado completamente desaparecida. Se trata de gente que lleva en su puesto 20, 30 o 40 años. Algunos de ellos los conozco desde el 89, cuando era oficial de inteligencia. Así que el hecho de que hemos eliminado casi toda la dirección es muy significativo. Son toneladas de experiencia y conexiones que han desaparecido. También la confianza interna. Ahora la pregunta es: ¿Quién es el espía dentro de los que aún permanecen allí? Porque está claro que Israel tenía a alguien con muchos conocimientos. ¿Quién es? Tal vez el que están nominando ahora, ​H​ashem Saif al Din. El hecho de que logramos infiltrarnos en el sistema de tal manera que los expuso y nos permitió matar a todos estos miembros de la dirección y el propio N​asralá es realmente significativo.

P.- Precisamente Saif al Din parece llamado a ser el líder de la organización...

R.- Le conocemos. Sabemos que es el primo hermano de ​N​asralá. Trabajaron muchos años juntos aquí. No es tan franco y bien parecido como Nasser Nasralá, pero nunca se sabe. Cuando te conviertes en el número uno, cambias tu actitud en algunos casos y te conviertes en el verdadero número uno. En algunos casos, sigues siendo la sombra del que fue eliminado.​ ​N​asralá llegó después de que logramos matar a su predecesor. No sabíamos que Nasralá se convertiría en el hombre más grande de la resistencia, el gran símbolo de la resistencia. Es algo que se termina sabiendo con el tiempo. Nunca se sabe cómo será Saifuddin en el futuro.

P.- ¿Cuál es el futuro de Hizbulá?

R.- Depende en gran medida de Hizbulá. Tienen que tomar una decisión. Si continúan la guerra, seguiremos matándolos con todos los métodos a nuestro alcance, incluidas misiones de inteligencia.

P.- ¿Cuáles son las innovaciones que en términos militares se han introducido desde la guerra en Gaza?

R.- Lo que es nuevo es que se trata de la primera vez en la que Israel está demostrando su potencial como nación de startups. Se trata de una capital enorme. La capacidad de la Fuerza Aérea de escoltar a las fuerzas terrestres todo el tiempo con los drones, la fusión de las capacidades de la Fuerza Aérea con las capacidades de las fuerzas terrestres es fantástica. Intervienen con municiones precisas, y para eso se necesita una buena inteligencia. Es una operación de muy alta tecnología.

Israel ha logrado infiltrarse en Hizbulá y sembrar la desconfianza. Hoy los líderes que quedan se preguntan quién es el espía

P.- ¿Cuánto queda de la operación militar en Gaza?

R.- Hamás ya no es relevante como organización que pueda invadir Israel o ​a​tacarnos con muchos misiles. Todavía tienen algunos.

P.- Ya ha durado un año, mucho más de los que algunos pronosticaron al principio...

R.- Yo siempre dije que que la primera etapa nos llevaría entre 6 y 12 meses. Entendí que esto va a ser una guerra urbana en la que se necesita tiempo. Cuando se tiene en cuenta el hecho de que tenían rehenes, que en muchas zonas nos impedían la acción, y hay que sincronizar entre la lucha bajo tierra y sobre el terreno, yo sabía desde el principio que va a ser muy lento. Dije que sería entre seis y doce meses. Hemos tardado 11 meses, incluidos los dos meses durante los cuales esperamos fuera de Rafah sin movernos por culpa de los estadounidenses.

P.- ¿Ha descubierto Israel toda la red de túneles en Gaza?

R.- Es difícil de saber. Tal vez descubierta, pero no destruida. No hay suficiente TNT en Israel para destruir todos los túneles. Son más de 500 kilómetros de túneles.

P.- ¿Cuál es el desafío del ejército israelí en Gaza?

R.- La misión ahora es limpiar Gaza de todos los restos de Hamás. Creo que matamos y herimos gravemente a entre el 60 y el 70% de los miembros originales de la organización, pero están reclutando nuevos miembros sin formación, sin experiencia. Hemos neutralizado alrededor del 70% de su gente. Aunque tenga cada vez menos capacidades, Hamás no desaparecerá. Forma parte de la sociedad palestina.

P.- ¿Cuál es el plan para controlar y gobernar Gaza?

R.- Gobernar Gaza, no lo sé. Para controlar Gaza, será como la zona A de Cisjordania. Un nuevo Yenín [una localidad palestina de Cisjordania ocupada en la que las tropas israelíes realizan redadas e incursiones casi a diario]. Control militar total siempre que necesiten entrar y salir.

P.- ¿Los palestinos y la comunidad internacional lo van a aceptar?

R.- ¿Aceptable? Dejaron que Hamás nos atacara el siete de octubre. Tienen que asumir las consecuencias. No es una guerra iniciada por Israel. La gente no lo recuerda. Sólo estamos reaccionando a la atrocidad del 7 de octubre.

P.- ¿Qué efecto puede tener la nueva administración estadounidense para Israel y esta estrategia militar?

R.- Veamos cuál será la administración. No sabemos cuál es su propuesta política. A mi solo me preocupa mi mujer y Dios.

P.- Insiste en que una de las lecciones es que Israel debe invertir más en seguridad. ¿Es esa la única solución para la supervivencia de Israel?

R.- Si conoce alguna otra solución, estaré encantado de conocerla. No veo que Hamás ni Hizbulá estén de acuerdo con la existencia de Israel. No importa lo que diga la gente en el mundo. Si existen esas dos organizaciones, en Israel tenemos que tomar todas las medidas para evitar que se encuentren en una situación en la que puedan luchar contra Israel. Y si luchan, que sea para fracasar.

P.- Esa declaración nos conduce a una guerra sin fin...

R.- ¿Sabe cuántos años de guerra hubo en Europa entre el colapso del Imperio Romano y la Unión Europea? Es una broma que tenemos los israelíes.

R.- ¿No existe espacio para el arreglo político?

R.- Lo hay y estaremos más que contentos, pero le puedo asegurar que Hamás ni Hizbulá aceptarán ninguna solución política con Israel.

P.- Israel tiene hoy la superioridad militar...

R.- Por eso vamos a invertir más dinero en defensa. Queremos que esto siga siendo una prioridad. Tenemos que ser menos dependientes del exterior. Una parte se producirá en Israel y otra se almacenará en Israel para una futura guerra. ¿Cuál es la proporción? ¿Qué cantidad? Es lo que estamos debatiendo en estos momentos. No hay una solución académica a la cuestión. Pero lo seguro es que tendremos que dar más dinero a la seguridad.

P.- ¿Es una buena fórmula fiarlo todo a la seguridad y a la tecnología?

R.- No, yo confío en el pueblo de Israel. Porque saben lo peligrosa que es la situación y quieren mantener a Israel como una Estado del pueblo judío y están dispuestos a sacrificar lo que sea necesario para mantener a Israel independiente, libre y floreciente.

P.- ¿Qué retos quedan por delante?

R.- Acabar de rematar la faena con Hizbulá y luego encontrar solución al desafío iraní. El reto ​s​e halla en dos áreas. Uno son los esfuerzos de los iraníes por alcanzar la bomba nuclear, y el segundo son los apoderados de Irán en Oriente Medio, desde Yemen hasta Siria.

P.- ¿Es la guerra abierta y total con Irán un escenario posible?

R.- Es una opción aunque no la preferimos.

P.- ¿Se imagina las consecuencias para la región y para el mundo?

R.- No somos responsables de la seguridad regional. Somos responsables de la seguridad del Estado de Israel. Si nos atacan los iraníes, no pensaremos en región. Pensaremos en la seguridad israelí.

P.- A día de hoy, ¿qué grado de optimismo o pesimismo conserva?

R.- No creo en el pesimismo ni en el optimismo. Creo en el trabajo duro. Eso es lo que hicimos para estar preparados para una guerra en el Líbano. Ahora estamos recogiendo los frutos, y tenemos que estar mejor preparados para la guerra contra Irán. Para eso, tenemos que invertir dinero.