El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha faltado al respeto a Junts con su agenda institucional. Así lo entiende el partido de Carles Puigdemont, que le afea al president socialista que se haya reunido con todos su antecesores -incluido Jordi Pujol- pero no con Puigdemont. También le recriminan a Illa que se haya entrevistado antes con la presidenta de la Asamblea de Extremadura, la socialista Blanca Martín, que con el presidente del Parlament, Josep Rull, de Junts. Por no hablar de la visita de Illa al Palacio de la Zarzuela para formalizar su acceso a la presidencia de la Generalitat ante el Rey Felipe VI.

Un despropósito de agenda, a juzgar de los independentistas, que ha hecho que el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, advirtiera este jueves de que "Illa ha empezado muy mal". Batet entiende, por contra, que Junts ha mostrado "siempre un enorme respeto institucional" al socialista. "Lo demuestra la llamada de Puigdemont a Illa el día de la investidura" argumentaba, o el hecho de que los diputados de Junts se levantaran de sus escaños tras la votación de investidura y acudieran a la toma de posesión de Illa.

Puigdemont exige protagonismo

Batet ha hecho estas valoraciones tras la segunda jornada de trabajo del Grupo de Junts en Waterloo. Trabajos que abrió este miércoles el propio Puigdemont con una intervención en la que ya dejó ver su malestar porque su recuperado poder político -clave en la investidura de Pedro Sánchez y el futuro de la legislatura española- no se haya traducido en gestos públicos del propio Sánchez o el president Illa.

Puigdemont afeó el encuentro de Sánchez y Salvador Illa con la cúpula del Círculo de Economía advirtiéndoles de que "no hace falta de que se vayan a pedir al Cercle que nos pidan no sé qué" -presumiblemente el apoyo de Junts a los próximos presupuestos generales-. "Si quieren algo" añadía, "Sánchez e Illa tienen que hablar directamente con nosotros, sin intermediarios".

"Si quieren algo" visa Puigdemont "Sánchez e Illa tienen que hablar directamente con nosotros, sin intermediarios"

Puigdemont ha estallado tras ver como Salvador Illa avanzaba en las últimas semanas en su operación de ocupación del centro político catalán ayudándose de oportunas fotografías con todos los ex presidentes catalanes, menos él. Illa presentó su ronda de entrevistas con sus antecesores como una muestra de "continuidad institucional" tras la crisis institucional que llevó aparejada el procés independentista. Una ronda que inició con el socialista José Montilla.

Tras Montilla llegaron los encuentros en Palau con Jordi Pujol, Artur Mas y Quim Torra, todos ellos miembros del espacio político que ahora lidera Puigdemont. Sin embargo, en el caso de Puigdemont desde el Govern argumentan que esta ronda de contactos no incluye a "políticos en activo", para eliminar de la ecuación a Puigdemont.

Llamada a Illa

Desde Junts afean a Illa que no se haya reunido con Puigdemont en su calidad de líder del primer partido de la oposición. Pero unos y otros obvian mencionar el auténtico motivo de fricción: Illa no se desplazará a Waterloo para visitar a Puigdemont, y éste quiere exactamente eso, una imagen como las protagonizadas por Torra y Pere Aragonès tras acceder a la presidencia de la Generalitat.

No ha habido más contactos tras la llamada de cortesía realizada por Puigdemont el día de la investidura -presumiblemente mientras se fugaba en coche de la 'operación jaula' implementada por los Mossos para detenerle-. Y en este contexto, el encuentro protagonizado por Illa y Josep Antoni Duran Lleida ha sido la gota que ha colmado el vaso del líder de Junts.

El president "no encontró ni un minuto" el pasado lunes "para recordar a los catalanes violentados y agredidos" el 1 de octubre de 2017. Illa no solo no recordó la fecha, se lamentaba Puigdemont "sino que recibe al secretario general de un partido desaparecido".