Ángel Cristo Jr. está protagonizando la crónica social estos días por la espinosa relación con Bárbara Rey. Después de que a finales de 2023 decidiera romper con su madre, Cristo parece estar dispuesto a atacar a la vedette sin importarle las consecuencias. Un comportamiento, el de un hijo arremetiendo sin piedad contra su madre, que puede parecer inaudito pero que, sin embargo, encuentra similitudes con el de otros vástagos de estrellas acostumbradas a ser el centro exclusivo de atención y adoración. Es el caso de Kiko Rivera, el "pequeño del alma" de Isabel Pantoja que traicionó a la tonadillera en prime time. O, en una versión más extrema, el de Sheila Devil, antes conocida como Camilo Blanes, que no ha sido capaz de sobreponerse a la figura excéntrica e imponente de su padre, Camilo Sesto.
Una noche de octubre de 2020, Kiko Rivera contaba en televisión que sufría síntomas de depresión cuando su madre entró en directo por teléfono para decirle que había problemas mayores en el mundo, como la pandemia que entonces seguía coleando. Fue el comienzo de una batalla que separó a madre e hijo, hasta entonces tan unidos, y que pese a las idas y venidas, con efímeras reconciliaciones, todavía no se ha solucionado. Por el camino el DJ vertió duras acusaciones contra su madre, como cuando declaró que la cantante se había "vendido como la mejor madre del mundo" pero que, a sus ojos, no lo era. Recientemente, Rivera respondía a un Tik Tok de Lola Lolita tirándose en paracaídas en donde decía: "Si yo tuviera que llamar a mi madre seguro que me empuja sin paracaídas".
Padres ausentes
Según explica la psicóloga Marta Fernández, autora del libro Los rotos, la relación entre un progenitor exitoso y su hijo depende mucho de cómo se construya. Es importante que el padre o madre tenga en cuenta que tiene que estar presente y emocionalmente disponible. También ser prudente a la hora de compartir aspectos de su carrera o su exposición pública con sus hijos. Por ahí, precisamente, han venido algunas de las críticas de Kiko Rivera contra su madre.
"Gran parte de que tu hijo sea así es culpa tuya, porque no has estado conmigo todo el tiempo que deberías haber estado", aseguraba Kiko durante su aparición en el programa de Jesús Calleja en 2021. "Quizás si hubiese estado más atenta yo no hubiese caído", decía, haciendo referencia a sus adicciones a las drogas.
Otro aspecto delicado de la relación de padres exitosos con sus hijos es la presión que estos pueden sentir por replicar el éxito alcanzado por sus progenitores. "Si ese ha sido el leitmotiv de la vida de mis padres debe ser lo más importante. Así que si no lo consigo, ¿qué significa eso para mí?", comenta Marta Fernández.
Según Kiko Rivera, cuando comenzó a analizar la relación que tenía con su madre cambió la visión que tenía de ella. "Lo que yo he descubierto es de una persona que tiene un problema, una persona que está cegada por el dinero. En la escala de valores de mi madre está antes el dinero que sus hijos", aseguraba durante una de las ediciones de La herencia envenenada, la serie de programas de Telecinco en los que el hijo de Pantoja hizo recuento de los agravios padecidos al lado de su madre.
Cuando todo el mundo habla de tu madre
Las palabras de Ángel Cristo Jr. contra su madre desvelan un desprecio similar al que exuda Kiko Rivera. "Lo hizo por dinero, por ludopatía. Ese ha sido el gran problema de mi madre siempre. El dinero que se gastaba dependía del que tuviese", aseguraba sobre Bárbara Rey, comentando los audios sobre su relación con el rey Juan Carlos publicados esta semana. Palabras que se suman a los muchos y variados reproches que en los últimos meses ha venido vertiendo en programas de televisión y revistas. Según Cristo, la vedette le obligaba a medicarse, a darle besos en la boca y a otro tipo de comportamientos cuestionables que, además, afectaron a la visión que tenía de su progenitora.
"Me hicieron bullying, me insultaban y se metían con mis padres. Mi madre aún posaba para Interviú, no era fácil ir al colegio y que vieran a tu madre desnuda", contaba Ángel Cristo Jr. en Lecturas. Durante los años clave de su crecimiento y desarrollo, tuvo que enfrentarse a una visión negativa de su madre, lo cual se sumó al trauma de un padre adicto y maltratador. Todo ello con evidentes consecuencias.
"En el paso de la niñez a la adolescencia, una de las grandes tareas es empezar a desarrollar nuestro propio criterio y eso incluye la opinión que tenemos sobre nuestros padres, sobre quiénes son o cómo nos han tratado en nuestra infancia", explica Marta Fernández.
El drama de Sheila Devil
El caso de Sheila Devil, antes conocida como Camilo Blanes, resulta quizá menos conocido, aunque también haya tenido lugar delante de las cámaras. Nacido en México en 1983 fruto de la relación (esporádica pero de larga duración) de Camilo Sesto con la que fuera su secretaria, Lourdes Ornelas, el cantante no quiso conocer a su hijo hasta que este tenía cuatro meses, después de lo cual pidió a la madre del bebé que se trasladaran a España.
Pero Camilo Sesto pidió la custodia de su hijo y, tras imponer a Lourdes un acuerdo, el pequeño Camilín se alejó de su madre hasta la mayoría de edad. Tal y como ha contado Ornelas en los últimos años, cuando volvió a verle ya era un adulto que empezaba a tontear con las sustancias. Según contó entonces, su padre ya no le quería porque "ya no valía para las fotos".
"En todas las carreras profesionales, cuando tenemos hijos, tendremos que tomar las decisiones pensando en nosotros y en ellos, conciliando que estamos cuidando de unas personas que hemos elegido traer al mundo y que son importantes, y eso también afecta a la gestión que hagamos de la información personal", asegura Marta Fernández. No parece haber sido el caso de Camilo Sesto. En los años 90, cuando el popular cantante vivía en Miami, su hijo fue objeto de exposición en varios programas de televisión, tanto norteamericanos como españoles.
El material que el presentador Javier Cárdenas recopiló de las andanzas de Camilo en Estados Unidos dio lugar a muchas horas de programas y risas a costa del cantante y de su hijo, popularmente conocido desde entonces como Camilín.
Su preocupante situación
Tras la muerte de Camilo Sesto en 2019, su hijo –que durante años desapareció del foco público y pasó largas temporadas en México junto a su madre y, sobre todo, alejado de su padre– volvió definitivamente a España y anunció su nueva identidad. Todo ello mientras tomaba posesión de los bienes del cantante como su heredero universal. Desde entonces, Sheila Devil se dedica a quemar la fortuna y los royalties de su padre acantonada en la casa de Torrelodones, un mausoleo a mayor gloria del artista que hoy, cinco años después de su desaparición, está irreconocible.
Los pequeños fragmentos de su vida que Sheila comparte a través de las redes sociales preocupan a sus seguidores. Con heridas en la piel y los labios, el maquillaje corrido o los dientes destrozados, las imágenes muestran una situación dramática. Hace solo unos días, un equipo del programa de Cuatro En boca de todos se trasladó hasta su casa y le grabó haciendo gestos y pronunciando frases inconexas. Mientras, su madre, Lourde Ornelas, solo le pide una cosa: que ingrese en un centro de rehabilitación.
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