Finales de septiembre de 2023, Alberto Núñez Feijóo acaba de fracasar en su intento de investidura para ser presidente del Gobierno tras ganar las elecciones generales de julio. Es turno de Pedro Sánchez, que sigue en funciones y sondea hasta entonces sus posibilidades. Y la disposición a acordar una amnistía pedida por ERC y Junts para darle el respaldo necesario junto a Sumar, EH Bildu, PNV y BNG empieza a tornar como posible. Ni rastro de ella en la campaña electoral socialista, y eso agita desde a los votantes y las filas más conservadoras del PSOE, como al centroderecha y hasta los márgenes más extremos de la derecha. Incluido a grupos que huyen de ese eje ideológico tradicional y abogan por o bien desmantelar el Estado y el sistema democrático, o bien por dar un vuelco al sistema con la antipolítica como vehículo. Se empieza a tejer el espíritu de Ferraz.

Antes de ello, y de forma independiente a lo que después surgiría, el PP sale a la calle en la víspera a la investidura de Feijóo para pedir responsabilidad a Sánchez y al PSOE, que se ignora. Eso impulsa, dos semanas después, el 8 de octubre, las primeras protestas de entidades civiles a cargo de Sociedad Civil Catalana en Barcelona. Vox, ante la ausencia de iniciativa de los populares a volver a salir al margen de actos de partido aislados como el de Málaga, activa a sus entidades satélite, caso de DENAES, que celebra el 29 de octubre en Madrid otra multitudinaria convocatoria donde afloran entidades juveniles hasta la fecha desconocidas, caso de Revuelta. Ligada, como acreditó este medio, al partido de Santiago Abascal. La secundan otras asociaciones próximas como Pie en Pared, de Esperanza Aguirre, Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto.

Pronto ese espacio ligado a Vox movilizó sus redes y decidió aumentar la ofensiva empezando a convocar permanentemente una manifestación vespertina frente a la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de Madrid [se replicó en otras provinciales]. Los perfiles más jóvenes del partido como el ya exvicepresidente de Castilla y León,, Juan García-Gallardo, se movilizaron. El propio Abascal, su portavoz parlamentaria, Pepa Millán, o los influencers y activistas en redes próximos ideológicamente, incluido Aguirre, cortando el tráfico, se dejaron ver las primeras jornadas. Se adhirió Revuelta en un ecosistema variado, también simpatizantes a pie de calle pero con el común denominador de tener a Sánchez en de la diana. Y aparecieron otras entidades ligadas como Plataforma 711, HerQles y la Asociación Nacional Tercios Cívicos que ya había participado en la llamada de DENAES. El cúmulo de organismos y ramificaciones se agrupaba en parte en lo que se denominaba como Noviembre Nacional, como García-Gallardo como uno de los valedores.

De NN apenas queda rastro en redes, y la actividad es muy mínima con varios perfiles de igual nomenclatura. De la tienda de gorras y ropa patriótica Plataforma 711, no hay presencia ya en redes. Estuvo muy ligada a Vox, y al margen de la protesta de Ferraz, tuvo presencia en la Universidad Complutense de Madrid cuando, junto a Javier Ortega Smith, entraron para que este diese una charla desautorizada. HerQles, pseudomedio impulsado por jóvenes en el que se replica la agenda del Vox, sigue activo. Al igual que Revuelta y Tercios Cívicos. Ambos se focalizan en la postura antinmigración de Vox a través de redes sociales.

Ya en noviembre de 2023, el ambiente de tensión prolongado abrió la puerta a otros grupúsculos anónimos para el público general, cuya intención era generar inestabilidad al compás de Revuelta o 711. Las acciones policiales del martes 7 de noviembre para contener a la avanzadilla de la manifestación —congregó a unas 7.000 personas según la Delegación del Gobierno—, donde se integraban, y ante el lanzamiento de botellas entre otros objetos, agitó mucho más las siguientes convocatorias con lanzamiento de cócteles molotov incluso. Esa misma noche convocaron un marcha paralela dos de esos satélites ultras próximos a Vox, para terminar encontrándose en Ferraz. Daniel Esteve, líder de Desokupa, y el polémico Luis Alvise Pérez, ahora eurodiputado y denunciado por financiar ilegalmente su campaña por el mismo financiador. El segundo, ya más distanciado de los de Abascal, empezó a germinar su proyecto político a raíz de esa corriente crítica.

El clima se mantiene con el pacto de PSOE y Junts, y con la posterior investidura de Sánchez, que hoy resiste pese a la inestabilidad. Feijóo opta por convocatorias simultáneas en las principales plazas provinciales, y a ello se suman distintas entidades y políticos de Vox. La primera línea de los de Abascal, con todo, va omitiendo cada vez más su presencia en Ferraz, mientras que el protagonismo lo adquieren bien su sindicato, Solidaridad, u otras organizaciones próximas como Hazte Oír. Pero a su vez, el desánimo callejero va desinflando la participación ya echado a rodar el nuevo Gobierno, lo que deja entrever más a las agrupaciones ultras que se congregaban entre el resto para generar disturbios.

También personas anónimas que quedan para lanzar loas a la dictadura, exhibir símbolos preconstitucionales o rezar el rosario. Incluido en Nochevieja, con el apaleamiento de una piñata de Sánchez. Se prolonga hasta febrero de este año, cuando cesa. No hay candidaturas sorpresa de esas organizaciones para el ciclo autonómico gallego, vasco y catalán. Sí la de SALF para las europeas.

Alvise, la punta de lanza

Alvise fue uno de los que menos protagonismo tomó en las protestas al margen del 7 de noviembre, ataviado con anorak naranja para no pasar inadvertido. Pero es el que más ha capitalizado ese descontento en su cruzada política "contra la partitocracia". Una propuesta de aprovechamiento del ruido. Destaca notablemente frente a otras entidades políticas implicadas en esa desobediencia que si bien tienen más recorrido y estructura, no cuajaron en las europeas, caracterizadas por ser las más facilidades donde obtener representación. Superó a Vox en cuanto a crecimiento, dado que la candidatura de Buxadé mejoró los datos de 2019, pero bajó respecto a las generales con una abstención global de fondo de casi la mitad del censo. Por otro lado, Frente Obrero, que apuntaba a un escaño, y Falange Española de las JONS, muy activas presencialmente, recibieron solo 66.242 y 9.643 votos respectivamente frente a los 800.000 de Alvise. Pese a su perseverancia sobre el terreno.

Ni lo intentaron otros grupos que encabezaron notables veces esas jornadas, como Democracia Nacional, o los neonazis de FACTA y Hacer Nación, un espacio que cada vez está más proyectado al entorno juvenil y universitario, como en su día Hogar Social Madrid. Más interesados en la actuación en calle que en las urnas. Alvise capitalizó la indignación de aquellos que no querían apostar, en parte por la papeleta del resto de partidos. Pero también de gente próxima a Vox que decidió experimentar con una alternativa nueva. Especialmente los más jóvenes. No hay una conexión directa con ese sector más violento de Ferraz, cabe destacar, pero sí con el sentimiento de desafección y derribo del Régimen del 78. Se extiende más allá ya del propio Sánchez. A toda la cultura política del país.

La situación de Alvise en estos momentos es delicada. Los seguidores de su canal de Telegram han bajado ligeramente. Es su espacio de interacción más próximo con ellos, y tras declarar que cobró 100.000 euros en negro para "contar con ahorros" que le permitiesen no depender del subvenciones políticas, y por ende, financiar a Se Acabó la Fiesta, son centenas los que le trasladan que ya no confían en él. Así lo publicó recientemente El Independiente. Por mentir y por denunciar la corrupción mientras se beneficiaba de ella, supuestamente según lo declarado por el empresario de criptomonedas y promotor de la estafa piramidal Madeira Invest Club, que ya investiga la Audiencia Nacional.

Sin elecciones generales a la vista y una causa judicial que aborde esa financiación a la vuelta de la esquina, Alvise probablemente no podrá volver a presentarse a las siguientes elecciones y SALF no prosperará más allá de su ruta europea de cinco años. Sin partido político como tal, solo una agrupación de electores, tanto si entra en prisión como si es inhabilitado, el recorrido de SALF apunta a corto pese al avance conseguido y estar valorado en las últimas encuestas con posibilidades de entrar en el Congreso de los Diputados.

Las entidades sociales buscan revitalizarlo

El centenar de entidades sociales enmarcadas en la Plataforma por la España Constitucional —NEOS, DENAES, S'ha Acabat, Pie en Pared o el Foro Libertad y Alternativa de Alejo Vidal-Quadras, entro otras— volvieron a salir a la calle como al inicio de las protestas de Ferraz en marzo de este año, cuando la amnistía estaba ya en tramitación parlamentaria. A diferencia de Alvise, su recorrido ha sido más estable y han estado más involucradas. Siguen vigentes en su totalidad y, lejos de quedar en un segundo plano, vuelve este mes coincidiendo con ese aniversario de movilización contra la amnistía, a salir a la calle. Para recuperar fondo. Se mantiene ese rechazo a la amnistía, ya vigente pero no aplicada por incompatibilidades, según el Tribunal Supremo, a Carles Puigdemont u Oriol Junqueras. En lo que a malversación de caudales públicos se refiere.

Ahora se incorporan otras vertientes más. En el caso del independentismo, el cupo catalán y la financiación autonómica. Del que se desconoce dimensión más allá de lo que se suscribe en el documento firmado por el PSC y ERC. Pero también otras cesiones a los socios o las derivadas judiciales que se investigan del caso Koldo y en torno a la esposa del presidente, Begoña Gómez. Será el 20 de octubre en Plaza de Castilla. A ella se adherirá Vox, que quiere volver a tener protagonismo en la calle. El PP no es tan próximo a esas entidades como lo es Vox. Pero también Feijóo evita, de momento, movilizarse como el año pasado, aunque sus barones se lo piden. Fuentes de la Plataforma consultadas por este medio apuntan a dificultades para conseguir fecha y permiso por parte de la Delegación del Gobierno. Y aunque estaba planteada para este fin de semana, se ha tenido que aplazar. "Nos han tirado dos fechas" previamente, indican. Volverán a tener visibilidad, con rostros relevantes para el público. Esta ramificación de ese espíritu de Ferraz es la excepción a la vertiente violenta, comentada a continuación.

Grupúsculos ultra y neonazis, ya sin foco

Contrasta con la ausencia de foco público más allá de redes sociales de los grupúsculos ultra, los partidos postfranquistas y aquellos de nuevo corte neonazi que o bien retomaron brevemente protagonismo de antaño o entraron sutilmente en escena con las protestas de Ferraz. En el caso de FE de las JONS, al tratarse de uno de los partidos más asentados de ese espacio, palia la falta de medios y capacidad de presencia pública con alta actividad en redes. Intentando incidir en los debates que hay sobre la mesa y atacando a Vox. Los más recientes: la crítica a Israel por ser socio de Marruecos o a la inmigración. Las encabeza su jefe nacional, Norberto Pico.

De hecho, el partido saldrá a la calle el 25 de octubre a favor de las fronteras seguras. A diferencia de Vox, FE de las JONS y los próximos grupos que se comentarán adoptan el término "remigración". Es decir, que todo aquel que no encaje con el canon físico tradicional de occidente, los no blancos, tengan que marcharse forzosamente a sus lugares de origen o de sus antecesores, en el caso de los nacidos en el territorio nacional. Se importa del mundo anglosajón. En el tema migratorio y antieuropeo insiste actualmente de nuevo Democracia Nacional, que como carta de presentación en sus redes se opone a Europa, la Agenda 2030 o la bandera LGTBI. Que Vox capitalice estos conceptos directamente o de forma más comercial, les incapacita con propuestas más radicales frente al electoralismo de la de Bambú. Cabe destacar que estas entidades, a diferencia del apoyo firme de Abascal a Benjamín Netanyahu, son antisionistas.

El señalamiento a la llegada de inmigrantes irregulares a las costas españolas en el caso de Pedro Chaparro, líder de DN es constante, y se intercala en esta semana con menciones contra Israel tras la escalada de tensión en Oriente Medio. Recientemente, a Pablo Lucini, delegado en Madrid, la Fiscalía le ha pedido dos años y seis meses de cárcel por desobediencia pública en las protestas de Ferraz. El día 10 de octubre se sienta en el banquillo. Hacer Nación no tiene una vertiente diferente. Su actividad más reciente, juvenil y en redes sociales, está consistiendo en señalar al multiculturalismo, alentando también la remigración o personándose en barrios como el de Lavapiés para denunciar la presencia de inmigración como "degradación de los barrios". Como candidatura política, tienen dos concejales en Velilla de San Antonio cosechados antes del fenómeno de Ferraz. Se trata de dos ex de España 2000, quien es fuerte en zonas del cinturón sur de Madrid, aunque no están en las instituciones.

Los más fieles: el 'club' del Rosario y FerrazTV

Sí hay una capa ciudadana pura de ese antisanchismo generado en Ferraz que sigue siendo asidua a la calle Ferraz es la que se reúne todas las tardes a rezar el Rosario en la Parroquia del Inmaculado Corazón de María. Convive y se retroalimenta con el Movimiento de Resistencia de Ferraz, que difunde el contenido en FerrazTV. Siguen presentes cada día en esa calle y registran, mediante entrevistas, cada jornada. Intervienen asiduamente figuras como el periodista Eduardo García Serrano, próximo a Intereconomía y director de El Correo de España, quien en sus redes exhibe con orgullo una bandera franquista. También Amalio de Marichalar o Miguel Bernard, líder de Manos Limpias. Han promovido la convocatoria del 20 de octubre en Madrid, asumiendo que participarán.

Entre los promotores del rezo diario se encuentra el abogado José Andrés Calderón, quien promueve la web Rosario en Ferraz y desde el primer día, el 12 de noviembre, siguen presentes cada jornada en las inmediaciones de la sede socialista. El PSOE ha sido condenado por intentar prohibirles hacerlo en la jornada de reflexión de las europeas.