El viernes 27 de septiembre fue un día muy especial para nosotros dos. Saldamos una cuenta pendiente por más de treinta años. El líder de la organización terrorista Hizbulá, Hasan Nasralá, ya no está entre nosotros, tras ser eliminado por la Fuerza Aérea Israel en el bombardeo contra el cuartel general de Hizbulá en el barrio beirutí de Dahia, en el Líbano.

Ustedes se preguntarán por qué hablamos de una cuenta pendiente saldada. Nuestros primeros encuentros con el terror de Hizbulá datan a partir de los dos atentados terribles sucedidos en Buenos Aires: uno tuvo lugar contra la embajada de Israel el 17 de marzo de 1992; el objetivo del segundo, el 18 de julio de 1994, fue el edificio de la AMIA, sede de la Comunidad Judía en la capital argentina.

[En el ataque a la legación diplomática, que quedó destrozada, hubo que lamentar 22 muertos y 242 heridos. El atentado con bomba en la AMIA provocó la muerte de 85 personas: es el mayor en la historia de Argentina].

Desde entonces acompañamos el duelo, el dolor de las víctimas, los heridos y los esfuerzos de hacer Justicia. Vivimos personalmente el horror. Uno de nosotros perdió a su mujer y madre de sus cinco hijos en la embajada y el otro es superviviente del atentado en la AMIA.

Estas terribles experiencias nos unieron nuevamente treinta años después, cuando nos encontramos el 10 de octubre del 2023, tres días después del desastre del Sábado Negro. Desde entonces estamos juntos, Itzik, cuyos dos hijos Iair e Eitan, fueron secuestrados brutalmente de sus casas por la organización terrorista Hamás, y Danny, voluntario diplomático en el Foro de las Familias de Secuestrados.

Quiso el destino que en estas trágicas circunstancias nuestros caminos se encontraran nuevamente. Hace 365 días que somos parte de una lucha justa y sin precedentes por la liberación inmediata e incondicional de los 101 secuestrados aún en poder de Hamás.

Cabe recordar que el 7 de octubre de 2023 Hamás invadió Israel, atacó a la población civil, asesinó a más de 1.300 personas inocentes, israelíes y de 28 diferentes nacionalidades. Incendió, mutiló, violó y secuestró a nuestros hijos, hijas, hermanas, hermanos, jóvenes y ancianos. Doscientos cincuenta y seis de nosotros, algunos muertos, fueron llevados al cautiverio en Gaza. Al día de hoy quedan 101 secuestrados como rehenes en condiciones infrahumanas en los túneles de la franja de Gaza.

Debemos seguir exigiendo la liberación de los rehenes... Ya no tienen tiempo, les falta el aire, la comida, no ven la luz del día..."

Tras un año de sufrimiento atroz de los secuestrados y de sus familias en Israel y a través del mundo, no se puede ni se debe poner la tragedia a un lado. Debemos seguir exigiendo justicia, paz y tranquilidad. Pero más que nada, la liberación inmediata y el regreso de nuestros seres queridos a casa. 

Es una crisis humanitaria sin precedentes que no puede compararse, ni ponerse en ninguna ecuación política cualquiera. No es suficiente declarar este objetivo en una resolución del Consejo de Seguridad de las ONU, sino que hay que hacerlo ya. Los secuestrados ya no tienen tiempo. Les falta el aire, la comida, no ven la luz del día... Quizá cada día estén muriendo unos pocos.

Para el Estado de Israel y su pueblo la liberación de los rehenes debe ser el objetivo principal. La comunidad internacional y la gente de bien tienen también un desafío. Tienen la obligación moral, ética y el deber fundamental de hacer todo, absolutamente todo para demandar y exigir la liberación de los secuestrados. Confiamos en ustedes.


Itzik Horn fue víctima del atentado de la AMIA en Buenos Aires en 1994. Es padre de Iair y Eitan, secuestrados en Gaza.

Danny Carmon es voluntario en el Foro de Familias de Secuestrados y ex embajador de Israel en Buenos Aires, y víctima del atentado en la embajada en Buenos Aires en 1992.