El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no pudo evitar los abucheos y una sonora pitada este sábado en mérida. El responsable del departamento de seguridad acudió a un concierto de la Guardia Civil, y mientras los cargos públicos aplaudían los asistentes le mostraron un fuerte malestar.

Este domingo se celebra en la ciudad la patrona de la Benemérita. Interior ha preparado un dispositivo de seguridad que mantenga a Marlaska lejos de los pitos y abucheos.

La idea es repetir lo vivido el 2 de octubre en Sevilla, cuando se celebró el día de la Policía Nacional. La ciudad hispalense fue "un fortín", en palabras de algunos presentes, en el que se dejó fuera a todo el público.

Según confirmaron fuentes de seguridad a El Independiente, el diseño del acto de este domingo será similar al de Sevilla, donde se cerró la Plaza de España.

Sin embargo, Interior no pudo evitar los pitidos y abucheos hacia el ministro en el concierto de este sábado.

El Ministerio ha optado por estas medidas después de que el año pasado, a finales de septiembre, Salamanca se convirtiera en un reguero de insultos y gritos contra Marlaska. Entonces se celebrarba el día de la Policía.