Estados Unidos ha vuelto a detectar injerencia rusa, china e iraní que busca influir en las elecciones que el país va a celebrar en noviembre. Así lo ha comunicado la Oficina del Director de Inteligencia Nacional estadounidense (ODNI), una agencia de inteligencia estadounidense independiente que está al mismo nivel que la CIA. "Hay campañas de desinformación que vienen especialmente de Rusia e Irán y que buscan cuestionar la legitimidad de la integridad de las elecciones, incluyendo el sistema electoral. Y esperamos que estos actores continúen con sus operaciones incluso después del día de las elecciones y después de que cierre el recuento, con el objetivo de poner en duda la legitimidad de las elecciones", cuenta un experto de la agencia.

Los agentes extranjeros, según la información recopilada, buscando tanto apoyar o perjudicar a los candidatos dependiendo de si estos países entienden que de salir elegidos favorecerían o supondrían una amenaza para su propia política exterior, como desinformar para extender la desconfianza en el propio proceso democrático. El primero es el caso de Rusia, que está tratando de perjudicar a los candidatos más proUcrania, y el de China, que está moviendo sus hilos tras haber detectado a aquellos que considera una amenaza, sobre todo por su apoyo a Taiwán, independientemente del partido que sean. En el caso de Irán, el régimen busca provocar descontento social en Estados Unidos y recelos con el proceso electoral.

"Irán supone una fuerte amenaza extranjera sobre las elecciones estadounidenses. Nuestro análisis apunta a que Irán sigue esforzándose en alimentar la desconfianza en la instituciones estadounidenses y en aumentar el descontento social, y por supuesto, busca influir en la carrera presidencial contra el expresidente Trump", señala otro experto de la ODNI, que habla bajo la condición de no aparecer mencionado bajo su propio nombre por exigencia de su institución. En esta ocasión, sin embargo, la Inteligencia estadounidense no ha detectado que Irán esté intentando influir de ninguna manera en la elecciones al Congreso, estatales o locales, sino solo en las presidenciales, como ya sucedió en 2020.

Rusia prefiere a Trump e Irán a Harris

En la carrera presidencial, Rusia prefiere al expresidente y candidato republicano Donald Trump, e Irán a la vicepresidenta y demócrata Kamala Harris, de acuerdo con las mismas fuentes. En ese contexto, Estados Unidos entiende que los agentes extranjeros son conscientes de lo apretada que está la carrera presidencial estadounidense -hoy por hoy Harris está solo tres puntos por delante de Trump en la media de encuestas a nivel nacional- y también el control de la Cámara de Representantes y el Senado, y tratan de ejercer presión para favorecer sus propios intereses.

Por eso, la Inteligencia espera que dichos actores "continúen sus campañas poniendo en duda el resultado de las elecciones cuando cierren la urnas". "Los agentes extranjeros utilizarán tácticas similares a las que están usando ahora para crear desconfianza en la integridad de las elecciones y del proceso electoral, y también para exacerbar la división entre los americanos", prevén.

El Gobierno estadounidense ha anunciado que ha creado un equipo para responder a la "influencia maligna" de Rusia en las elecciones presidenciales, lo que incluye perseguir dominios de internet, según ya comunicó el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick B. Garland. "Nuestro país depende de que las elecciones estén libres de injerencias extranjeras, y no descansaremos en nuestros esfuerzos para exponer las operaciones de influencia maligna y proteger nuestra democracia, sin miedo", escribió.

La desinformación, más grave que los ataques contra el recuento

Sin embargo, lo que varios expertos recalcan es que en Estados Unidos es más peligrosa la desinformación que los intentos por alterar el recuento electoral, pese a que se tienda a pensar más en los segundos cuando se habla de injerencia extranjera. "Con 8.000 distritos electorales que votan a diferentes horas, diferentes días y usando diferentes métodos es muy difícil alterar el resultado de la votación, pero sí que puedes sembrar la duda entre los votantes", explica Clayton Powell, director de la Iniciativa de Ciberseguridad Electoral de la Universidad de Southern California y que trabaja con los equipos de campaña para ayudarlos a atajar estos ataques.

Es muy difícil alterar el resultado de la votación, pero puedes sembrar la duda entre los votantes"

"Hasta donde hemos podido ver, nadie se ha acercado siquiera a cambiar el resultado de las elecciones", corrobora la investigadora de la Iniciativa de la Universidad de Southern California Judy Kang. Sin embargo, eso no significa que los ataques no sean importantes, ni que su efecto no sea peligroso. En ese sentido, y como novedad en esta campaña, el equipo de Powell ha detectado vídeos en TikTok que han sido creados con inteligencia artificial y que vienen de otros países buscando distorsionar la imagen pública de los candidatos. También han encontrado artículos creados con ChatGPT plagados de desinformación que parece fiable, en otro caso de uso de la tecnología para intentar interferir en las elecciones.

¿Cómo combatir todos esos ataques? El problema, según los expertos, tiene que ver con su origen, puesto que es complicado combatir las amenazas si en la mayoría de los casos provienen del extranjero. "Como vienen de fuera de Estados Unidos, legalmente es problemático. Y esto es algo en lo que nadie pensó hace seis años, es algo nuevo. Por eso el consejo y la norma es: llamad al FBI, y que encuentre desde dónde y quién es", dice Powell. En EEUU la ley está avanzando, y en algunos estados ahora es delito penal utilizar la imagen de un candidato para crear vídeos en los que se altere lo que este ha dicho. Con todo, los expertos corroboran que es complicado regular este tipo de creaciones en internet sin perjudicar la libertad de expresión.