Tanto en los medios de comunicación de la dictadura alauí, como en los “medios espejo” de éstos –de los que destaca, por su eterna idolatría al dictador alauí, el diario LA RAZÓNON– en España, se observa un desmedido y singular estado de euforia en el que se mezclan el regocijo, la inseguridad, la vergüenza y el nerviosismo.

Más que alborozo, diríase que se han sumido en un inexplicable estado de histeria cercano al desvarío, que los induce a regodearse sin motivo alguno.
¿A qué viene este súbito frenesí de la maquinaria de desinformación marroquí y sus acólitos en la ribera europea? 
Por lo visto, el Majzén –oligarquía marroquí– ha logrado engatusar a la entidad Studyrama (Grupo de medios independiente especializado en prensa estudiantil, divulgación de guías estudiantiles, formación y organización de eventos relacionados con su área de actividad) para que publique una agenda escolar en la cual se insertó un mapamundi en el que la línea que marca los límites fronterizos entre el Sahara Occidental y Marruecos, aparece borrada.


Basándose en esto, el aparato de propaganda del Majzén, en su constante afán de emular –burdamente– a Joseph Goebbels (ministro de Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich) ha montado otro de los circos a los que –cíclicamente– recurre, para distraer a la opinión pública de los escándalos en los que se ve envuelto continuamente, en su intento permanente de eludir la normativa vigente; y, en los que (tanto en unos como en otros) para su desgracia, siempre acaba haciendo el ridículo. 


En esta ocasión, el Majzén ha utilizado a la empresa Studyrama para proyectar un éxito ilusorio, con el fin de solapar y desviar los focos, del bochornoso episodio diplomático protagonizado por su delegación en la reunión preparatoria de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el desarrollo de África (TICAD), cuando –ante el asombro de los presentes– un miembro de la delegación marroquí agredió al embajador de la República Árabe Saharaui Democrática –Lamine Baali– en un vano intento de impedir la presencia de la RASD en la Conferencia (a sabiendas de que la República Saharaui, con el reconocimiento explícito de la Corona alauí, no solo es miembro de pleno derecho de la Unión Africana, sino que es uno de los miembros fundadores de ésta); causando con su indecente proceder, el efecto contrario a lo que pretendía: Dejar en evidencia el carácter matón y forajido del régimen al que representa y mereciendo su deleznable acto, la repulsa de todos los asistentes.

El majzén, apoyado por potencias mundiales, medio siglo después, aún no ha conseguido someter este trozo de desierto, porque (al igual que sus habitantes beduinos) es un territorio indomable

El régimen alauí, desesperado y aislado internacionalmente por carecer, en absoluto, de argumentos que sustenten su ocupación ilegal del Sahara Occidental (al que no le une ningún lazo jurídico); se aferra, como un ahogado, a cualquier cosa por insignificante que sea, para mantenerse a flote.

Es tal su angustia, que, la mayoría de las veces, se agarra a una roca creyendo que es un flotador y, al percatarse de su error, lanza un estertóreo S.O.S. a aquellos que aparentan ser sus aliados que (aunque en su fuero interno, le desprecian y le aborrecen, conocedores de su ruin y siniestra naturaleza) siempre acuden a su rescate (maldiciendo una y mil veces el día en que se cruzó en su camino).
Dado que los medios legales no son viables para convertir en razón lo que en esencia es una sinrazón, el Majzén ha empleado todos los medios ilegales habidos y por haber (compra de voluntades, extorsión y chantaje en todas sus gamas, corrupción…) pero ni siquiera éstos, por muy variados y sofisticados que sean, pueden cambiar la realidad de una verdad sólida y palpable.

El crimen perfecto no existe, y menos uno de tamaña magnitud.
 Y, en la práctica, a pesar de todos sus alardes y la jactancia de poderío que su aparato de propaganda y los medios de desinformación a sueldo, amplifican y repiten en bucle hasta la saciedad como un mantra; el Majzén (apoyado por potencias mundiales), medio siglo después, aún no ha conseguido someter (en el estricto sentido de la palabra) este trozo de desierto, porque (al igual que sus habitantes beduinos) es un territorio indomable.

De hecho, si nos fijamos con atención, veremos que Marruecos, a día de hoy, solo ha logrado asentarse –relativamente– en una parte del territorio (fundamentalmente en el litoral) equivalente a un 30% del mismo (79.800 Km²); mientras que (la mayor parte del territorio) el 50% (133.000 Km²) es una zona de guerra, donde los más de 100.000 soldados (atrincherados en el muro –de2720 Km de longitud– que rodea las zonas ocupadas) malviven en agujeros cavados en medio del mayor campo minado del mundo (que en sí constituye el muro) sometidos a los bombardeos diarios del Ejército de Liberación; y el 20% (53.200 Km²) restante de la totalidad de la superficie (266.000 Km²) del Sahara, son zonas liberadas.


Estos son detalles cruciales que el mundo ignora, porque en el Sahara Ocupado no se permiten testigos y el acceso al territorio es vetado, incluso, para el enviado especial del secretario general de la ONU (a pesar de que, supuestamente, el Sahara Occidental está bajo la jurisdicción de ésta). Mientras tanto, Marruecos se dedica a trazar mapas ficticios en los que sueña que el Sahara le pertenece (y acechando ávidamente a incautos u oportunistas dispuestos a publicárselos), habida cuenta de que, en 50 años, solo ha logrado establecerse –parcialmente y de forma inestable– en un 30% (79.800 Km²) de un territorio (de 266.000 Km² de extensión).

La empresa Studyrama se creó prácticamente de la nada, allá por el año 1989. Después de años de esfuerzo y dedicación, logró labrarse una reputación e imprimir su sello en toda Francia. ¿Cómo ha conseguido el Majzén involucrarla en sus turbios y opacos negocios, arrastrándola a publicar un contenido ilegal en el que se falsea la geografía política, e instrumentalizándola para lograr sus perversos objetivos, alterando la vocación de educación sobre la que se fundó y dando cabida en suelo francés a la “mala educación” propia de la dictadura alauí, experta en la tergiversación y falsificación de los conceptos más elementales?

Macron optó, imitando a Zapatero y a Sánchez, por postrarse –indignamente– ante la marioneta de Netanyahu

La respuesta a esta pregunta se resume en cuatro palabras: La sumisión de Macron.
Emmanuel Macron, que desde hace algún tiempo no logra levantar cabeza, abatido por los numerosos reveses sufridos en el plano doméstico (crisis sucesivas derivadas de sus fallidas políticas sociales, derrota severa en los comicios al Parlamento Europeo y en las elecciones legislativas); y en la esfera exterior (la presencia de Francia en África, después de su humillante desalojo de los países del Sahel ha pasado a ser simbólica); ha visto como única salida a su precaria situación, convertirse en marioneta del sátrapa alauí (que, a su vez, es títere del asesino antisemita Benjamín Netanyahu). Es decir, viendo que todo se le está yendo de las manos, monsieur Macron optó (imitando a Zapatero y a Sánchez) por postrarse –indignamente– ante la marioneta de Netanyahu, accediendo a todos sus caprichos, por muy estrambóticos que sean y aunque ello implique poner en entredicho la calidad y/o legalidad del mismísimo sistema de educación de la República francesa.