Carles Puigemont tendrá un fin de semana plácido en el congreso que debe servir para certificar su retorno a la presidencia de Junts. En la primera votación del congreso la ponencia de organización llegó sin enmiendas al plenario, donde se ha impuesto con un 87% de los votos. Vía expedita para que el ex president imponga la nueva ejecutiva tejida mano a mano con Jordi Turull, el hombre que se ha hecho con el control de la estructura del partido para volver a ponerla a su servicio.

Con el sector de independientes agrupado en torno a Laura Borràs barrido de la primera fila, y los "pragmáticos" reducidos a una presencia simbólica en la nueva ejecutiva, Puigdemont puede presumir ahora de una maquina bien engrasada, sobre todo por contraste con la guerra civil abierta en Esquerra, que no dejan de recordar los dirigentes de Junts reunidos en Calella (Barcelona). Un partido "ordenado" cuya nueva hoja de ruta no ofrecerá cambios sustanciales por lo que respecta a la política de alianzas en Madrid. "Estamos orgullosos de lo que ha hecho nuestro grupo en el Congreso, la estrategia no variará demasiado" advertía Turull este sábado, flanqueado por una sonriente Míriam Nogueras.

"Junts ha demostrado que es un partido ordenado, no hemos venido a pelearnos" concluía el presidente del congreso, Josep Lluís Cleríes, al anunciar los resultados de la primera votación del cónclave. "Queremos potenciar el equipo no las individualidades", aseguraba Turull pocas horas después al presentar la candidatura encabezada por Puigdemont, en la que él conserva la secretaría general, con la diputada Judith Toronjo, procedente de la JNC, como secretaria de organización.

El nuevo núcleo duro de Puigdemont

Se confirma la revolución en las vicepresidencias, donde solo continua Josep Rius, portavoz del partido. Ascienden la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, la número dos del Parlament, Mónica Sales, y el líder de Demòcrates, Antoni Castellà, que retratan así el nuevo núcleo duro de Puigdemont. El ascenso más fulgurante es el de Castellà, que el miércoles firmó la fusión de su partido con Junts tras convertirse en hombre de la máxima confianza de Puigdemont como organizador de su segunda fuga de España, el pasado 8 de agosto.

Entre los 24 vocales de la nueva ejecutiva, se mantienen los ex consejeros Jaume Giró y Victoria Alsina como representantes del sector pragmático, que ha renunciado a plantar batalla ante ascensos como el de Castellà. Pero ascienden también nuevos perfiles aupados por Turull, como los diputados Janine Abella y Salvador Vergés, cabezas de lista por Lleida y Girona respectivamente en las últimas elecciones autonómicas.

Entra también la que fuera fichaje estrella de Puigdemont en esos comicios, la empresaria Anna Navarro, y el número dos de Madrid, Josep Maria Cruset, entre los nombre más destacados. Y siguen hombres clave para el equipo conformado en el último mandato a pesar de Borràs, como Aleix Sarri y David Saldoni. En resumen, una ejecutiva con la mitad de sus integrantes renovados, destacaba Turull al presentarla.

Críticas a ERC

Más allá de los nombres, el secretario general de Junts ha negado que se sintiera aludido por el discurso de Borràs, quien este viernes señaló la anomalía del poder ejercido por Puigdemont durante su presidencia y aludió al "lado oscuro" de la política. Turull señaló por contra a Esquerra, formación a la que responsabilizó de haber exigido el cese de Borràs como presidenta del Parlament "antes de que hubiera sido condenada".

El número dos de Junts, que en su balance de gestión ya se vanaglorió de la fortaleza de Junts frente a la crisis abierta en Esquerra, ha recordado hoy las campañas de guerra sucia de los republicanos, como los mariachis enviados a la sede de Junts el día en que debatían abandonar el Govern de Pere Aragonès.

"Es mentira todos hagamos campañas de contraste, como las han bautizado en Esquerra, Junts no lo tiene" ha asegurado Turull, quien ha defendido que la política "es una actividad muy noble pero hay gente que de una causa noble hace una acción indigna y nosotros lo hemos sufrido".

Sin oposición

A primera hora de la mañana la asamblea de delegados de Junts aprobaba ya la ponencia organizativa. Un 86,6% de los delegados ha apoyado la reforma organizativa que permite a Puigdemont presentar una lista cerrada -blindada por tanto contra las votaciones de castigo que sufrieron los dirigentes propuestos hace dos años por Laura Borràs-. Castellà, por su parte, se beneficia del cambio en el reglamento vigente hasta ahora, que exigía 6 meses de militancia para poder optar a ocupar un puesto en la Ejecutiva de Junts.

Ninguna de las enmiendas que cuestionaban estos cambios ha llegado a debatirse en el plenario del congreso, como ha confirmado Cleríes. "Nos gusta el debate democrático pero la gente acaba votando y los resultados no han sido ajustados" apuntaba el presidente del congreso, recordando que cualquier ena enmienda que obtenga un 33% de los votos en comisión va al plenario. Ningun de las propuestas contrarias al texto oficial ha alcanzado ese porcentaje.

El presidente del congreso tampoco ha querido aventurar el futuro de la enmienda que aboga por romper las relaciones con el PSOE. "Veremos si llega al plenario" se ha limitado a apuntar. Más allá de la elección de la nueva dirección, el cónclave en Calella sigue con el debate de la ponencia estratégica y la de modelo de país, que supondrán una actualización de la hoja ruta del partido en cuestiones como el fenómeno migratorio, la seguridad, la problemática de la vivienda o la política fiscal.

Nueva estructura territorial

Con la aprobación de esta ponencia, se abría el plazo para presentar candidaturas a la ejecutiva de Junts, aunque se da por descontado que nadie osará proponer una candidatura alternativa a la liderada por Puigdemont. Este domingo, completado ese plazo de 20 horas, sin necesidad de presentar avales ni comprobaciones previas, los 6.000 militantes de Junts tendrán cinco horas para emitir su voto telemático. A las 13.30 se proclamarán los resultados de esa votación, que debe servir para validar el regreso de Puigdemont a la presidencia de Junts.

El congreso extraordinario de Junts no solo redefinirá la ejecutiva del partido. También toda su estructura territorial, puesto que los militantes votarán también las direcciones locales de las siete veguerías en las que se estructura territorialmente la formación. Así, los militantes votarán en primer lugar la lista cerrada de la ejecutiva, con presidente y todos los cargos definidos, pero también el presidente y la mesa del Consejo Nacional, la Sindicatura Electoral, la Comisión de Garantías, el defensor del militante, el Espacio municipalista y los presidentes de las siete veguerías, con sus respectivos equipos.