El pasado jueves a las cuatro de la tarde la ejecutiva de Sumar estaba convocada con un solo punto en el orden del día: le expulsión de Íñigo Errejón como portavoz del Grupo Plurinacional de Sumar y la petición de su escaño de diputado. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz llevaba desde el martes esperando su renuncia. Ya entonces había hablado con él. Entremedias se cruzaron muchas otras conversaciones del todavía portavoz, por ejemplo con Lara Hernández, la secretaria de Organización que lleva el peso del partido magenta hasta la convención del mes de diciembre.

Lo más curioso, según distintas fuentes consultadas por El Independiente, es que no hubo en ningún momento resistencia verbal por parte de Errejón a renunciar, a dar ese paso antes de que le echaran, aunque lo único que admitió ante sus compañeros en aquellos momentos fueron "comportamientos machistas" y un problema de adicciones que ya conocían en el partido, a pesar de que en el último año "se le veía mucho mejor". Nada que ver con la gravedad de los hechos que ha narrado, y denunciado, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, y otros cuyas presuntas víctimas aún permanecen en el anonimato.

El miércoles en el Congreso no se da por aludido

El martes a primera hora de la tarde, cuando se conoce el contenido del muro de Instagram de la periodista Cristina Fallarás, se le interpela sobre las acusaciones y se le sugiere que deje sus cargos. No obstante, el miércoles acude al Congreso de los Diputados para asistir a la comparecencia de la titular de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez. No tiene inconveniente en calificar de "decepcionante" la intervención de la ministra y de acusarla de "falta de empatía". Es más, en declaraciones por los pasillos del Congreso incluso llega a explicar que habrá que "analizar los siguientes pasos" a dar para conseguir de su socio gubernamental que se enfrente de una vez al acuciante problema de la vivienda. En aquellos momentos, la ejecutiva de Más Madrid, formación con la que ya no tiene ningún vínculo, pide a Sumar que actúe ya contra él.

Para entonces, los que estaban en el secreto de esas horas frenéticas, menos de una docena de personas, comienzan a inquietarse. Errejón se conduce como si nada estuviera ocurriendo. En cuanto termina el pleno en la Cámara Baja, la interpelación se convierte en un conminación. "Tienes que salir ya", le dice Yolanda Díaz con un pie en la escalerilla del avión para volar a Colombia. Las horas pasan y no dimite. Y llega el jueves. El Congreso de los Diputados ya es un hervidero de rumores, pero los rumores no son noticia y de Errejón no se sabe nada. Sumar convoca a las 4 de la tarde una ejecutiva de urgencia para expulsarle si, llegada esa hora, el portavoz no ha dado señales de acatar la orden recibida. Y no es hasta las 14.30 cuando anuncia, vía Twitter y acompañada de una larga y críptica carta, su decisión de dejar la política, aunque sin revelar los motivos reales.

En Sumar admiten que se sienten "engañados"; otros, directamente, que les "mintió"

La ejecutiva de Sumar se hace eco de la carta y, tras "escuchar las razones expuestas" por Errejón acepta "de forma unánime su dimisión", aunque lo cierto es que en la misma no aborda las razones reales de su abandono. En Sumar admiten a este medio que se sienten "engañados"; otros, directamente, que les "mintió" cuando a la hora de exigirle explicaciones rebajó con mucho el alcance de las actuaciones que le atribuyen muchas mujeres con las que tuvo relación. Pero nada de este dijeron el sábado cuando los principales dirigentes del partido magenta comparecieron cariacontecidos ante la prensa para asegurar no haber tenido idea de ninguna denuncia contra Errejón por violencia machista hasta esa misma semana.

Además de la de Errejón, la única responsabilidad política asumida hasta ahora ha sido la de una ex jefa de gabinete y actual diputada de Más Madrid en la Asamblea autonómica, Loreto Arenillas, que hace un año se puso en contacto con una de las víctimas, aunque la ex política apunta a que comunicó la situación a la dirección de Más Madrid. En Sumar no se van a dilucidar más responsabilidades políticas pero reforzarán los protocolos internos de prevención y detección que, en este caso "han fallado", admitió el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

La estrategia de los magentas pasa ahora por poner el foco en las víctimas de su ex portavoz

La estrategia de los magentas pasa ahora por poner el foco en las víctimas. La secretaria de Feminismo de Sumar, Amanda Andrades, señaló el sábado que "como mujer, como feminista y como responsable de feminismo en Sumar, empatizo plenamente con vuestro dolor y sufrimiento. Nos ponemos a vuestra disposición. Han fallado los mecanismos de detección y prevención. Por eso hemos iniciado ya la puesta en marcha de las actuaciones necesarias para garantizar que estas situaciones sean abordadas de otra manera".

"Nos comprometemos -agregó- a continuar con el procedimiento interno para esclarecer cualquier hecho contrario a los valores feministas de nuestra organización, establecer canales y mecanismos de reparación, apoyo y acompañamiento a quienes se hayan visto afectadas, y poner en marcha con la mayor celeridad los protocolos de abordaje de situaciones de acoso y agresiones sexuales".

Nuevo portavoz en el Congreso

Yolanda Díaz regresaba este domingo de su viaje a Colombia, donde ha desarrollado una intensa agenda y se ha reunido, entre otros, con el presidente de la República, Gustavo Petro. Los magentas deberán debatir ahora sobre el futuro de Sumar y de su Convención de diciembre, de la que Errejón se encargaba de la ponencia política. Por lo pronto, este lunes se reúne el Grupo Plurinacional de Sumar para elegir a la persona que se encargue de la portavocía parlamentaria. Los nombres de Aina Vidal y de Enrique Santiago, toman fuerza, aunque es muy probable que se busque un perfil más próximo a Sumar que a los comunes o a Izquierda Unida.