Lo que durante tres años fue una relación inexistente, jalonada incluso de episodios de difamación, se vuelve ahora alfombra roja. El presidente galo Emmanuel Macron desembarca este lunes en Rabat con nueve ministros y más de un centenar de personalidades. Un aparatoso borrón y cuenta nueva que busca escenificar la sintonía total, impulsar lazos con el horizonte de las próximas tres décadas y la firma de nuevos contratos a cambio del apoyo cerrado del Elíseo a la marroquinidad del Sáhara Occidental.

A última hora de esta tarde, Macron y su esposa Brigitte se reúnen con Mohamed VI en el Palacio Real de Rabat. Antes, la pareja será recibida en persona en el aeropuerto por el monarca, con una salud cada vez más precaria. A partir de las 20:00 horas se producirá la firma de acuerdos en sectores como energía, agua, educación y seguridad interior en presencia del presidente galo y el monarca alauí.

Agenda de discursos y firma de acuerdos

El martes Macron se encontrará con el primer ministro, Aziz Akhannouch, y más tarde pronunciará un discurso en una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y la Cámara de Consejeros. Durante el resto de la jornada se celebrarán reuniones de empresarios de ambos galos. El día se cierra con una cena de Estado ofrecida por Mohamed VI al presidente y su esposa.

El miércoles Macron participará en un debate sobre seguridad alimentaria y agricultura sostenible en África y concluirá con un discurso ante la comunidad francesa en el país. Entre los ministros que le acompañan figura Bruno Retailleau (Interior), Anne Genetet (Educación Nacional), Jean-Noël Barrot (Asuntos Exteriores), Rachida Dati (Cultura), Sébastien Lecornu (Defensa), Antoine Armand (Economía y Finanzas), Annie Genevard (Agricultura) o Patrick Hetzel (Enseñanza Superior. En la delegación también viajan la directora general de la UNESCO e hija de un consejero real marroquí, Audrey Azoulay y los escritores Tahar Benjelloun y Leila Slimani, entre otros artistas y deportistas.

Junto a Macron se desplazan importantes nombres del mundo empresarial galo como Frédéric Arnault, CEO de la división de relojería del grupo LVMH, Estelle Brachlianoff, CEO de Veolia, Hervé Derrey, CEO de Thalès Alenia Space, Christelle Heydemann, CEO de Orange, Catherine MacGregor, CEO de ENGIE, Hervé Martel, CEO del Puerto de Marsella, Wouter Van Wersch, Presidente de Airbus International. Según la prensa marroquí, en el transcurso del viaje se firmarán acuerdos con empresas francesas en campos como el ferroviario en los que compiten compañías españolas.

Contratos ferroviarios e inversiones en el Sáhara Occidental

Así, según el rotativo local LeDesk, el gigante francés Alstom firmará un acuerdo para convertir la ciudad de Fez en un nudo de la industria ferroviaria. Airbus Helicopters podría vender entre 12 y 18 unidades a las fuerzas armadas marroquíes y otras empresas podrían beneficiarse por la apuesta por las infraestructuras. Marruecos albergará en 2025 la Copa de África de Naciones (CAN) y en 2030 junto a España y Portugal el Mundial de fútbol. Francia es el primer inversor extranjero en Marruecos con cerca de 1.000 empresas, entre ellas casi todas las del CAC 40, y su primera fuente de divisas y de ingresos turísticos.

También se abordará la cooperación entre Francia y Marruecos para la creación de una nueva villa en La Güera, una ciudad del Sáhara Occidental limítrofe con Mauritania que permanece deshabitada desde 1989 por el conflicto de la ex colonia española, que enfrenta al ocupante marroquí con el Frente Polisario.  

Con inversiones en el Sáhara, un territorio no autónomo y pendiente de descolonizar, Francia quiere pasar página a tres años de tensiones que trató de sellar el pasado julio con una carta de Macron en la que respaldó el vago plan de autonomía diseñado por Rabat hace 17 años como la única iniciativa para resolver cerca de medio de siglo de litigio por el Sáhara Occidental. La misiva provocó la crisis inmediata con Argelia.

Nueva relación para "décadas venideras"

“Tenemos la intención de reconstruirla, pero también de mirar hacia las décadas venideras. Estamos poniendo el listón muy alto en muchos ámbitos: energía, industria, movilidad y migración, cultura”, aseguró el ministro de Exteriores galo Jean Noël Barrot, en una entrevista a La Tribune este domingo. Francia quiere olvidar los desencuentros desde 2021 por el espionaje con Pegasus de los móviles de Macron y parte de su Gobierno, la reducción de los visados franceses a los marroquíes, el aplazamiento de la visita del presidente galo al país magrebí o el rechazo de Rabat a la ayuda francesa en el terremoto de 2023.

Barrot avanza que Macron “anunciará la apertura de un cierto número de empresas de cooperación basadas en las complementariedades entre Francia y Marruecos, en interés de nuestros dos países, y también en interés de una asociación entre África y Europa”. “El enriquecimiento de nuestra relación con Marruecos no empobrece en absoluto la que cultivamos con Argelia”, reconoce en un ejercicio de equilibrio que también ha tratado de firmar sin éxito España.  “En 2022, el Presidente de la República y el Presidente Tebboune han trazado una ambiciosa hoja de ruta que nos proponemos aplicar. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para obtener el máximo beneficio mutuo. Yo mismo participaré plenamente en ello”.

La última visita de Estado de un presidente francés a Marruecos se remonta a François Hollande, en abril de 2013. Macron realizó una visita de trabajo en 2017, justo al inicio de su primer mandato, antes de regresar en 2018 para inaugurar con el rey la línea de alta velocidad Tánger-Casablanca. La última Reunión de Alto Nivel (RAN) entre ambos países -que suelen tener una periodicidad bianual- se celebró en París en 2019.