El ministro de Cultura y portavoz nacional de Sumar, Ernest Urtasun, es hoy por hoy la mejor baza para la sustitución de Yolanda Díaz al frente de la formación magenta, porque si una cosa está clara es que la vicepresidenta no tiene ninguna intención de volver al liderazgo orgánico de Movimiento Sumar. La decisión estaba tomada antes del 'escándalo Errejón' y después, con mucho mayor motivo, aunque eso sitúe a Díaz y a su proyecto en una posición de doble debilidad. Esa decisión se tendrá que tomar en la Convención Política de mediados de diciembre, si el asunto de Íñigo Errejón, autor de la ponencia política vigente, no hace que vuelva a aplazarse en aras de que haya un nuevo autor de la misma.

Por un lado, sobre esa doble debilidad, Díaz no deja de ser la responsable del nombramiento de Errejón a pesar de la dureza demostrada ayer contra su ex mano derecha en la comparecencia posterior a la primera reunión del Grupo Plurinacional tras lo sucedido. Fue el recambio de Marta Lois, quien saltó sin éxito a la arena política gallega para las autonómicas de febrero. No obstante, también era el sentir de buena parte de los aliados, que querían para ese cargo a un buen perfil político, con la excepción de Más Madrid, dado que Mónica García y él ya estaban abiertamente enfrentados.

Fue la espantada de los entonces cinco diputados de Podemos —todavía tenía acta la dirigente morada Lilith Verstrynge al Grupo Mixto "la que terminó de abrir el camino a Errejón, puesto que la secretaria general morada, Ione Belarra, y los suyos jamás hubieran aceptado la prevalencia y autoridad de su antiguo compañero de filas", dicen en Sumar.

Por otro lado, Sumar queda maltrecha justo en un momento de recomposición interna tanto de esta organización como del espacio a la izquierda del PSOE. Desde que el andaluz Antonio Maíllo tomó las riendas de Izquierda Unida en pugna con la ministra Sira Rego, no ha dejado de apostar por un proyecto de unidad de las izquierdas, de confluencia que incluya también a lo morados, y todo ello con un mensaje claro: "No hay cartas marcadas" y cada uno vale lo que dice la democracia interna que vale, en clara alusión a la vicepresidenta segunda del Gobierno, que ha sido el principal referente de ese espacio, pero a la que no pocas veces se le ha acusado de tomar decisiones sin contar con el resto de sus socios.

IU advierte que "no hay cartas marcadas" ni privilegios para la unidad de la izquierda

Sumar celebra los días 14 y 15 de diciembre su Asamblea, destinada tanto a diseñar su hoja de ruta como a dotarse de una organización nueva. El documento político ha quedado descabezado pues era el propio Errejón el encargado de coordinarlo, aunque ese "no deja de ser un problema menor", aducen en la formación magenta. En cuanto al modelo de organización interno, las cosas no están claras. El documento organizativo ha dejado esta cuestión abierta al debate de los adscritos. Se contempla tanto un modelo colegiado como el actual, —producto de la dimisión de Díaz al frente de la secretaría general— o volver a uno más convencional, con un liderazgo claro, el de Urtasun, ahora mismo "una de las caras más reconocibles de Sumar", subrayan a El Independiente fuentes de este partido.

'Cuota' de los comunes y de ICV

Urtasun es en el Gobierno la 'cuota' de los comunes, aunque ya era plena su identificación con Sumar, formación para la que ejerce de portavoz. Además, que provenga de las filas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), puede ayudarle tanto internamente como de cara a los socios. Y es que entre las habituales peleas de familias que caracterizan a la izquierda del PSOE la de ICV es la que menos reticencias levanta. De esa misma familia política es Josep Vendrell, quien fuera jefe de Gabinete de Díaz y en su momento una de las personas con más ascendente sobre ella. El de Urtasun fue de los pocos nombres que citó ayer la vicepresidenta, con quien administró esta crisis iniciada por varias denuncias anónimas así como la de la actriz Elisa Mouliaá.

Urtasun no es el único. Lara Hernández podría ser la otra elección lógica pues, a fin de cuentas, es la secretaria de Organización, pero todavía es una gran desconocida y tendría menor peso y autoridad en unas negociaciones futuras con el resto de los supuestos aliados. No significa que Díaz no pudiera volver a ser candidata en unas elecciones generales y se fuera a un modelo bicéfalo en el que quien dirige Sumar no resulta tan trascendental, pero se presentan tiempos difíciles para el proyecto magenta.

Antes de atajar esa crisis la confluencia parlamentaria deberá solventar la sucesión de Errejón. A nivel de diputado, su escaño ha sido adquirido por la siguiente en la lista madrileña. Se trata de Alda Recas, de Más Madrid, quien ejerce actualmente como asesora del Secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. Pero es el relevo al frente de la portavocía del Congreso lo que apunta a complicarse y a generar un pulso entre los socios más potentes del Movimiento. Una cuestión que, en definitiva, está vinculada con Urtasun, de la cuota de los comunes. Fuentes consultadas de IU exigen que cualquier cambio sea consensuado. Pero levanta recelos la posibilidad de que Aina Vidal, la candidata de Catalunya en Comú, la mejor posicionada por su visibilidad parlamentaria y su papel como adjunta actualmente, ocupe la plaza de Errejón.

Se advierte que ya cuenta con un papel muy relevante la cuota catalana dentro del proyecto. Sobre todo con Urtasun en calidad de ministro y de portavoz nacional, sumado a un cargo en la Mesa del Congreso, con Gerardo Pisarello, y las ya vigentes funciones de Vidal. En vista también a lo sucedido, todos los grupos comparten que la sucesora de Errejón debe ser una mujer. Sin contar a Díaz ni a Àgueda Mico, líder de Compromís, formación con las que ha habido más choques, solo hay nueve mujeres con viabilidad para el puesto de los 27 diputados. Quitando a los perfiles de los comunes por la preferencia de Vidal, así como a las dos de Más Madrid por la escasa influencia de la formación en números. Hay tres nombres con peso. A Vidal se une Verónica Martínez Barbero y la gaditana Esther Gil, quien es vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso.

Aina Vidal, Verónica Martínez Barbero y Esther Gil se postulan como portavoces titulares de Sumar bajo la coincidencia grupal de que debe ser una mujer

Las dos últimas son integrantes directas de Sumar, sin otras siglas. Para la segunda se exigiría un cambio en la Mesa. Lo que pone todo el foco en Martínez Barbero, que sería mejor vista por IU y pasable para los comunes en previsión del liderazgo de Urtasun. Eso no quiere decir que internamente los catalanes no vean a Vidal como la mejor elección. "Lo haría muy bien, cumple el perfil y tiene experiencia", dicen. A nivel discursivo, Martínez Barbero no la tiene. Lo que sí tiene es una muy buena relación con Díaz, y permitiría unificar discursos tanto a nivel parlamentario como dentro del Gobierno. Inspectora de Trabajo de profesión, entre 2020 y 2023 fue directora general de Trabajo en el Ministerio. Anteriormente, entre 2017 y 2020 ejerció de presidenta del Consello Galego de Relacións Laborais.

Desde IU, además, se pide reformular la Mesa y los papeles de cada grupo en las distintas comisiones. Reorganizar el peso interno. Algo que buscaría, además, que Enrique Santiago tuviera un papel más de adjunto en lugar del actual como portavoz sustituto. Quedó patente el deseo de cambios por parte del coordinador federal de IU, Maíllo, quien este lunes apunto a esa revisión de puestos bajo "criterios democráticos y de consenso". Aprovechando la coyuntura del momento para "dar la vuelta al grupo". Lo dijo en unas declaraciones desde Rivas-Vaciamadrid, durante un foro de alcaldías de su partido. Ante esto "no se pueden poner paños calientes", hay que asumir la crisis "con audacia".

El Gobierno intenta apuntalar a Díaz

Pero el estallido del 'caso Errejón' supera los límites de lo tolerable de esa izquierda siempre tan peleada. Pone en un brete también al Gobierno de coalición. Todo el empeño del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez y del PSOE ha pasado por salir en auxilio de la vicepresidenta segunda y de Sumar. En Moncloa son conscientes de que les necesitan para poder aspirar a la gobernación en un futuro, una vez que Sánchez ha abandonado toda vocación de mayoría.

Tras una reunión de Grupo complicada y "dolorosa", según fuentes parlamentarias allí presentes, el partido sale con el objetivo de resarcirse y volver a ganar la confianza de un sector de votantes que han visto cómo uno de sus principios básicos ha sido manchado por uno de los máximos representantes de la formación y del espacio: la lucha contra el machismo y la defensa del movimiento feminista. Díaz es consciente de que recuperar la credibilidad requerirá de mucho trabajo.