Naim Qassem, que participó en la fundación de Hizbulá en 1980, es el nuevo líder de Hasán Nasralá, que murió en un bombardeo de Israel sobre el cuartel general de la organización en Beirut el 27 de septiembre. Era el punto culminante de una serie de operaciones israelíes contra el grupo chií, apadrinado por el régimen de los ayatolás.

En un comunicado, Hizbulá señala que Naim Qassem ha sido elegido por su "adhesión a los principios y objetivos" de la organización, según informa Al Jazeera. "[Perdirmos] a Dios Todopoderoso que lo guíe en esta noble misión de liderar a Hizbulá y su resistencia islámica".

A Qassem, de 71 años, se le consideraba como el número dos del grupo chií. Días antes de este anuncio, Naim Qassem dijo que Hizbulá estaba dispuesto a atacar a Israel en cualquier objetivo. Es decir, no se iba a limitar a acciones en el norte del país.

Esta decisión se ha tomado después de que la semana pasada Hizbulá confirmara la muerte de Hashem Safi al Din, jefe del Consejo Ejecutivo de la formación y ya designado como sucesor del clérigo Nasralá.