El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, confía en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) apruebe su propuesta de compra de Sabadell sin llevar el análisis de la operación a una segunda fase de investigación, que la retrasaría durante meses. Aunque también abre la puerta a retirarla si el organismo regulador que preside Cani Fernández acaba imponiendo unas condiciones "inaceptables o inasumibles en términos de creación de valor".

"Debería ser fase uno porque no hay un problema de competencia", ha defendido el directivo del banco vasco durante la presentación de resultados trimestrales de la entidad, que se ha anotado un resultado récord de 7.622 millones de euros de enero a septiembre de 2024, un 28% más respecto al mismo período del año pasado.  

"Nuestra previsión es que se apruebe en fase uno, sin remedies estructurales pero si va a fase dos y los remedies pasan a ser inaceptables o inasumibles en términos de creación de valor (...) tenemos la opción de dar marcha atrás", ha reflexionado en rueda de prensa. La posibilidad ahora verbalizada ya estaba contemplada en el folleto remitido al supervisor bursátil de Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés).

En todo caso, Genç ha insistido en que la razón de "llevarlo a fase dos sería que hubiese un problema de competencia y no lo hay". El regulador decidirá en cuestión de dos semanas si aprueba la OPA en primera fase o abre una segunda etapa de análisis, en la que podría incluir condiciones que podrían desincentivar el interés por la operación. En todo caso, "la incertidumbre no beneficia a nadie; ni a los accionistas de BBVA, de Sabadell, trabajadores o clientes", ha remarcado Genç.

BBVA ha defendido que desde que planteó su intención de hacerse con la entidad de origen catalán que se dan las condiciones para autorizar la compra sin mayores requerimientos. La compañía que preside Carlos Torres defiende que el fruto de la fusión daría una entidad que no superaría los umbrales europeos de mercado que podrían generar riesgos para la competencia.

Genç ha defendido que España tiene un "mercado muy competitivo" en el que "las barreras de entrada al sector se están reduciendo". Asimismo, ha recalcado que la entidad resultante de la eventual fusión ni siquiera supondría crear el banco más grande de España. "Acabamos de tener una operación hace tres años que se aprobó en fase uno pese a crear un banco más grande que superaba todos los umbrales", ha dicho en referencia a CaixaBank.

Precisamente, ha confiando en que Competencia dé luz verde a su propuesta sin establecer condiciones adicionales a las ya ofrecidas por BBVA a Competencia. "Esta operación debería autorizarse sin remedies estructurales como ocurrió con la operación de Caixa y Bankia", ha añadido el consejero delegado de la entidad. Si es en fase dos, ha dicho, "nuestra previsión sería obtener la autorización sin remedies estructurales pero unos meses después".

También ha considerado un escenario muy "improbable" que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lance el período de aceptación de la oferta antes de que se conozca el dictamen de la CNMC sobre la operación. En todo caso, "si la CNMC no ha tomado decisión cuando acabe el período de aceptación, tendríamos derecho de renunciar", ha reiterado Genç.

Por otro lado, ha rechazado que el concepto de "hostil" con el que se califica habitualmente a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) planteada por BBVA sobre Sabadell. "Es una OPA no solicitada, pero no hostil", ha enfatizado. En este sentido, ha argumentado que se trata de un proceso que ya intentó en 2020 y que todos los elementos de aquella propuesta de acuerdo se han mantenido, excepto la propuesta de gobierno corporativo.