Dos hombres están en prisión preventiva y uno más ha sido acusado de formar parte de una trama iraní que habría tratado de matar al presidente electo estadounidense Donald Trump durante la campaña electoral, según la querella criminal que han presentado varios fiscales federales en el Distrito Sur de Nueva York y a la que han accedido diferentes medios americanos.

Los fiscales creen que la Guardia Revolucionaria Islámica estaría detrás del plan, porque uno de los detenidos ha asegurado que en septiembre le asignaron la tarea, apartándolo de sus funciones anteriores y exigiéndole "centrarse en monitorizar y, en última instancia, asesinar" a Trump. El mismo agente ha dicho que el plan iba a costar una "enorme" cantidad de dinero, y que la Guardia Revolucionaria le habría contestado "ya hemos gastado mucho dinero" y "el dinero no es un problema", de acuerdo con los detalles que ha publicado The New York Times.

El FBI se habría encargado de desbaratar los esfuerzos de la trama, según ha publicado The Guardian citando al Departamento de Justicia. Fue en septiembre cuando la inteligencia estadounidense avisó a Trump de la trama, como entonces comunicó su propia campaña, puesto que el objetivo del grupo paramilitar era acabar con el entonces expresidente antes de las elecciones que tuvieron lugar el pasado martes, y que Trump ganó.

Sin relación con los intentos de asesinato del verano

Esta trama no tendría, en principio, ninguna relación con los dos intentos de asesinato que Trump sufrió este verano en Butler, Pensilvania (donde murió una persona y a él un disparo le rozó la oreja) y en su campo de golf de Palm Beach, en Florida (donde se detectó a un hombre armado apuntando al lugar donde estaba el expresidente). La policía terminó abatiendo al primer tirador, un joven de 20 años de la zona y del que todavía se desconoce por qué quería matar al magnate, y el segundo hombre está en prisión.

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