La economía española será la que más crezca este año de entre las principales potencias del euro. Mientras que Alemania cerrará el año en recesión y Francia aumentará su producto interior bruto (PIB) un 1%, España avanzará un 3%, según los cálculos de la Comisión Europea, publicados este viernes. Sin embargo, desde Bruselas advierten de los riesgos a la baja a los que se enfrentan estas previsiones y uno de ellos es el gasto que tendrá que afrontar el Estado para la reconstrucción de la Comunitat Valenciana tras la DANA.

"Los riesgos en torno a las previsiones están relacionados con el alcance del gasto financiado a nivel nacional necesario para hacer frente a las repercusiones de las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana", recoge el informe, que sin embargo es más optimista que el cuadro macroeconómico del Gobierno. Desde Moncloa esperan que la economía avance este año un 2,7%, tres décimas por debajo de lo que calcula ahora Bruselas.

La Comisión también es optimista con respecto al déficit. Cabe recordar que el equipo económico de Ursula Von der Leyen decidió librar a España de un procedimiento de déficit excesivo, pese a superar en 6 décimas el 3% que marca el pacto de estabilidad. No obstante, la previsión es que España cierre este año en esa marca y que la siga reduciendo hasta el 2,6% el próximo año y en el 2,7% en 2026. Este incremento, argumenta el informe económico, tiene que ver con que los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas expirarán.

Todavía es pronto para tener un cálculo de qué impacto tendrá sobre el déficit el gasto asociado a la DANA. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró en Bruselas que las ayudas puestas en marcha no impedirán que España cumpla con sus obligaciones fiscales ante la Unión Europea, precisamente porque los gastos asociados a este tipo de desastres naturales no se contabilizan. No obstante, reconoció que "veremos cuál es el impacto final en términos de déficit".

Más allá del impacto macroeconómico en España, la Comisión alerta de que "los daños en las infraestructuras de las regiones afectadas pueden tener repercusiones más amplias en el tejido productivo más allá de sus fronteras, mientras que las perturbaciones de la actividad económica podrían reavivar las presiones inflacionistas, en particular sobre los alimentos".

Con todo, Bruselas cree que el aumento de los precios se irá moderando en los próximos años, tal como prevé el Banco Central Europeo (BCE). Los cálculos para España son que el índice armonizado de precios al consumo termine este año en el 2,8% para reducirse hasta el 2,2% en 2025 y llegue hasta la estabilidad de precios, en el 2%, en 2026.

El empleo seguirá creciendo a un ritmo de alrededor del 2% en los próximos años, lo que permitirá, según la Comisión Europea, que el consumo privado siga tirando de la economía. El consumo de los hogares aumentará un 2,5% este año, un 2,2% en 2025 y un 2% en 2026. Además, Bruselas estima que los salarios aumentarán por encima de la inflación, lo que también impulsará al consumo.

Sin embargo, en el ámbito de las empresas, la Comisión califica de "aversión al riesgo" la inversión de las compañías. "El comportamiento del sector privado podría contribuir a frenar la inversión en el horizonte de previsión", apunta el informe presentado por el comisario Paolo Gentiloni.

Pese al buen comportamiento económico, la reducción del déficit y el aumento del empleo, España continuará siendo líder en desempleo en los próximos años. La tasa de paro seguirá superando el 10% en 2026.