E presidente de la Generalitat, Salvador Illa, visitará este miércoles Bruselas, capital de las instituciones comunitarias. Será el primer viaje oficial como presidente de la Generalitat, en el marco del 30 aniversario del Comité de las Regiones. Una visita que forma parte del plan de "normalización" de Illa al frente de la Generalitat, y que debe servir para demostrar que su administración tiene mejor acogida ante las instancias europeas que los sucesivos gobiernos independentistas.

Pero el viaje reabre también la polémica sobre la falta de comunicación entre Illa y Carles Puigdemont. El president se ha reunido con todos sus predecesores, desde Jordi Pujol a Pere Aragonès. También con los líderes de los grupos del Parlament. En ambas categorías podría entrar Puigdemont, líder de la oposición y ex president, que paradójicamente es el único que nunca ha tenido un encuentro en persona con Illa.

El encuentro con Puigdemont se producirá "cuando toque", no en este viaje, insisten desde el equipo de Illa parafraseando al president. Una respuesta que da puerta a las exigencias de Junts, que consideran inaplazable un encuentro entre Illa y Puigdemont, y tachan de falta de respeto el modo en que el socialista ha postergado al líder de Junts. Los independentistas quieren repetir con Illa la fotografía de Puigdemont y Santos Cerdán que sirvió para normalizar el papel político del ex president fugado. Pero Illa se resiste.

Los precedentes

No ha sido lo habitual en los últimos años. Quim Torra acudió en repetidas ocasiones a Waterloo para reunirse con Puigdemont, con el que compartía siglas políticas. También lo hizo Aragonès, pese a competir con él por el liderazgo independentista. La renuencia de Illa es vista por Junts como una auténtica afrenta. Pero el president socialista difícilmente se fotografiará con Puigdemont antes de que la Justicia haya avalado la aplicación de la amnistía al ex president.

Esta semana, el objetivo de Illa es escenificar una cierta recuperación de la proyección europea alcanzada en su momento por Pujol o Pasqual Maragall. Un objetivo en el que es clave la elección del consejero de Acción Exterior, Jaume Duch, ex portavoz del Parlamento Europeo y una de las bestias negras del independentismo catalán en Bruselas. Por eso, el auténtico barómetro del éxito de viaje será el nivel de encuentros que mantenga Illa en una agenda que se dará a conocer este martes, con el precedente de que el último president que ser reunió con un presidente de la Comisión Europea fue Artur Mas.

Bronca por el aceite de Jaén

Antes de llegar a Bruselas, Illa deberá gestionar el incendio provocado en el campo catalán por su apoyo al aceite de Jaén, convenientemente aprovechado por Junts. Illa presidió este domingo la Fiesta del primer aceite de Jaén, organizada por la Diputación de Jaén en Sabadell. Un vehículo de promoción comercial que Illa quiso aprovechar como ejemplo de la necesidad de "explicarse más allá" de las fronteras autonómicas.

No lo han entendido así los productores de aceite de Lleida y Tarragona, que este lunes han salido en tromba a cuestionar los elogios del president a su principal competidor, al que acusan de presionar a la baja el precio del aceite en un año en el que auguran de nuevo una mala cosecha para las denominaciones de Siurana y Las Garrigas.