El Comité de Ética de la Cámara de Representantes estadounidense que tiene en su poder un informe sobre los abusos sexuales de los que se acusa a Matt Gaetz, elegido por Donald Trump para ser el fiscal general durante su Administración, ha bloqueado la publicación del documento. La decisión no es definitiva: se ha producido un empate, con lo que el informe no puede publicarse, pero tampoco ha sido rechazado. La noticia es relevante en tanto que los papeles podrían tumbar al escogido por el presidente electo si se confirmase que Gaetz pagó a una menor por tener sexo con ella. Si el resultado sigue siendo el mismo en los siguientes encuentros, el Congreso allanaría el terreno para que el nombramiento del excongresista y del resto de elegidos por Trump salgan adelante pese a los escándalos que los envuelven.

Además de Gaetz, también están en el centro del huracán el presentador de la Fox Pete Hegseth, nombrado secretario de Defensa, por comprar el silencio de una mujer que lo acusó de violarla, y la excongresista demócrata Tulsi Gabbard, escogida como directora de la Inteligencia del país, por sus relaciones con Rusia y Siria. En Estados Unidos existe la particularidad de que el Senado tiene que confirmar a la mayoría de altos cargos que designe el presidente, con lo que algunos de los secretarios -equivalentes a ministros- que Trump ha anunciado durante la última semana podrían caer si así lo estiman conveniente los representantes. A día de hoy y después de las elecciones del 5 de noviembre, el Senado está compuesto por 49 senadores republicanos, 47 demócratas y cuatro independientes. En caso de empatar, el vicepresidente del Gobierno decide el resultado.

El del abogado y excongresista Gaetz era el único nombramiento que parecía pender de un hilo a solo días de ser designado puesto que el Congreso tenía previsto publicar la semana pasada el mencionado informe. Sin embargo, el miércoles Gaetz renunció a su cargo como congresista, lo que puso en entredicho que el resultado de la investigación debiera ver la luz. ¿Tiene la Cámara potestad para publicar información sobre un ciudadano que no trabaja bajo su techo? ¿Es más importante el reglamento o que la opinión pública conozca los resultados del trabajo? Esas son las preguntas que se han hecho los miembros del Comité de Ética estos últimos días, y que hoy han contestado votando si optan por la publicación del documento.

"No ha habido acuerdo del comité para publicar el informe", ha informado el republicano y representante por Misisipi Michael Guest, también presidente del comité, tras dos horas de reunión. Sin embargo, los miembros del comité no han cerrado la puerta del todo a que se publique. No ha habido consenso hoy, pero el panel va a volver a reunirse el 5 de diciembre y ahí podrían cambiar de opinión, puesto que algunos miembros han alegado que no están de acuerdo en que se publique un trabajo que no está del todo terminado, pero a la vez han expresado su preocupación por el mismo.

La cuestión es que a los demócratas solo les hace falta convencer a un republicano del comité para que la votación salga a su favor y el informe se publique. El comité está compuesto de cinco demócratas y cinco republicanos, y para que se publique el informe hace falta una mayoría simple. Es decir, que sobre el papel el miembro de una de las dos formaciones debería cruzar la línea y votar con el otro partido para que realmente se dé esa mayoría, con la que el comité finalmente habría tomado una decisión.

El afectado Gaetz se ha paseado hoy por los pasillos del Capitolio junto con el vicepresidente de Trump, JD Vance, intentando convencer a todos y cada uno de los senadores de salvar su nominación. Ya son varios los que han dicho en público y en privado que les preocupa la posibilidad de que él sea el fiscal general, y si en enero se mantienen en la misma posición, su nombramiento no saldría adelante. Gaetz alega que es inocente. Por otro lado, hay congresistas republicanos que han amenazado con exigir que se publique el informe con una votación de toda la cámara, más allá de lo que diga al comité, porque entienden que es un asunto que afecta a todos.

Las acusaciones contra Gaetz de 2017

El designado por Trump como futuro fiscal general está acusado de pagar a una menor por tener sexo con ella en una fiesta en 2017, algo que mantiene tanto la víctima como otra mujer, que asegura que también recibió parte del pago y presenció los hechos. Así lo contó este lunes el abogado de ambas, que ha precisado que el entonces congresista no sabía que una de las mujeres era entonces menor de edad, y también que ambas preferirían no tener que pasar por el trago de testificar ante la cámara.

Para más inri, previamente el Departamento de Justicia también investigó a Gaetz para tratar de dilucidar si había pagado a menores por tener sexo, pero el proceso terminó el año pasado sin que presentase cargos contra él. Algunos senadores están pidiendo que también se hagan públicos los documentos que formaron parte de dicha investigación, así como las pruebas que entonces se encontraron, para poder contar con toda la información posible antes de tomar una decisión sobre si aprueban o rechazan el nombramiento del fiscal.

Estas acusaciones son suficientes para que representantes demócratas y republicanos hayan dejado claro que quieren conocer el resultado de la investigación independientemente de que la cámara no suela seguir adelante con este tipo de procesos si el acusado deja el cargo. En otra época, la mera sombra de sospecha también sería suficiente para que el posible fiscal general tuviese que dar un paso atrás para no terminar perjudicando a su partido y al presidente, pero Estados Unidos ya dejó atrás esas costumbres. Ahora todo es posible.

Otros cargos en el aire

El presidente electo Donald Trump, que no jurará su cargo hasta finales de enero, dijo ayer que no planea retirar el nombramiento de Gaetz. Sin embargo, algunos medios han publicado que sí se estaría replanteando el del secretario de Defensa, el presentador de la Fox Pete Hegseth, cosa que Trump no ha confirmado.

Hegseth estaba en unas charlas feministas en California cuando, según la víctima, terminó violándola en una habitación de hotel. Es lo que mantiene ella, mientras que él insiste en que fue sexo consentido. Lo que ha hecho saltar las alarmas incluso dentro del Partido Republicano es que el presentador llegase a un acuerdo económico con la mujer que incluía una cláusula de confidencialidad, es decir, que pagó por su silencio. La policía de Monterey ha confirmado que en 2017 investigó el caso de una violación que relacionaba al recién nombrado secretario de Defensa, pero no presentó cargos contra él.

Más allá de este caso, el periodista podría encontrarse con el rechazo del Senado porque pese a que es un veterano de guerra que sirvió en Irak y Afganistán, no tiene la experiencia que los senadores esperan del líder del Pentágono. Además, Hegseth ha criticado el liderazgo del Ejército, ha insinuado que despedirá a generales y ha criticado que las mujeres estén en la primera línea de batalla.

Por otro lado está Tulsi Gabbard, la elección para dirigir la inteligencia nacional. También es veterana del Ejército, pero tampoco tiene experiencia dirigiendo a militares ni en inteligencia, en diferentes ocasiones ha defendido al presidente ruso Vladimir Putin y la invasión de Ucrania, lo que hace que muchos se pregunten hasta qué punto tiene una relación cercana con Rusia. También ha esparcido bulos como cuando aseguró que Estados Unidos tenía laboratorios de armas biológicas en Ucrania, algo de lo que no hay pruebas. De forma parecida sucede con Robert F. Kennedy Jr, escogido para ser el secretario de Sanidad pese a sus comentarios sobre que las vacunas infantiles provocan autismo.