Ferraz mira al viernes con un ojo puesto ya en el lunes. Ultima el 41º Congreso Federal de Sevilla y se prepara para la siguiente batalla, la primera relevante orgánicamente, la que librará en Madrid frente a Juan Lobato. Es imposible anticipar qué trompos dará todavía la novela por entregas que tiene como eje al secretario general del PSOE-M, pero lo que sí tiene decidida la cúpula de Pedro Sánchez es a quién postulará como rival: al ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, hasta septiembre pasado mano derecha del propio presidente del Gobierno. Era el nombre que se barajaba hace semanas y el que ahora se ha reafirmado de cara a las primarias regionales que se abrirán ya la semana que viene, pese a las contraindicaciones que pudiera tener su candidatura por la entrada en escena de quien era su jefa de Gabinete en la Moncloa, Pilar Sánchez Acera. Tanto Ferraz como los poderes orgánicos del PSOE-M entienden que López es el hombre capaz de batirlo, que podrá aglutinar a todos los sectores frente al actual barón autonómico, que a su juicio no ha dejado de perder apoyos de manera acelerada en los últimos días. El veredicto, dicen todos, es claro: está "muerto" políticamente y "solo".

Sin embargo, Lobato no ha dado señales de fatiga. En absoluto. La presión interna para que se marchara, para que dimitiera como jefe del PSOE-M, para que al menos no encabezara a los 89 delegados madrileños que viajarán a Sevilla para el 41º Congreso, no paró en todo el lunes. Pero fue en balde. Un gesto estéril. No lo hizo. Lobato compareció este martes en la Asamblea de Madrid, a primera hora de la mañana, y, pese a la enorme expectativa que había levantado su declaración institucional (sin preguntas), se aferró al cargo.

Lobato denunció el "linchamiento" de "algunos" dirigentes del PSOE y desliza la idea de que quizá la Moncloa le mintió y le tendió la trampa de facilitarle un documento confidencial de origen no "lícito"

No solo no dimitió, sino que lanzó una andanada contra su partido, echando un pulso claro a la Moncloa: no entendía, dijo, el "linchamiento" de "algunos" dirigentes del PSOE, y deslizó que quizá el documento confidencial que le trasladó Sánchez Acera en marzo para que lo usara en la Cámara autonómica contra Isabel Díaz Ayuso podía no tener un origen "lícito". Es decir, que ese mail entre el letrado de Alberto González Amador —pareja de la presidenta madrileña— y el fiscal procedía no de los medios sino de una filtración, tal vez originada en la Fiscalía General del Estado. Andando el tiempo, en noviembre, y como adelantó Abc, Lobato llevó al notario los WhatsApps que se cruzó con Sánchez Acera, entonces jefa de Gabinete de López, sin avisarla previamente a ella, en una arriesgadísima operación que en su partido nadie alcanza a comprender y que ha sido concebida internamente como un acto de "deslealtad" muy "grave" e "imperdonable". En su comparecencia de este martes, Lobato sugería que Moncloa le pudo mentir, que le tendió una trampa.

El delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín —muy cercano al ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños—, y después la portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Reyes Maroto, fueron los primeros en pedir cuentas públicamente a Lobato. Le advirtieron de que faltaban "explicaciones" y que debía darlas, como poco, a la ejecutiva regional. "La lealtad suma", advirtió Maroto. Pero el líder del PSOE-M, a quien públicamente no ha defendido ninguno de los suyos, no tiene pretensión de complacer a sus críticos, un frente que en la federación y en Ferraz todos los cuadros consultados afirman que sigue engordando. Fuentes próximas a Lobato señalaron a este diario que su intención, como pactó con el secretario de Organización, Santos Cerdán, es citar a la dirección autonómica para la fecha prevista inicialmente, para el próximo lunes, 2 de diciembre, con el fin de que a su vez convoque al órgano superior, el comité regional, para el miércoles 4 o el jueves 5 y este a su vez ponga en marcha todo el proceso congresual en el PSOE-M, cuya primera estación formal será la presentación de las precandidaturas, el sábado 7. Tras la presentación de avales, arrancará la campaña interna el 19 de diciembre, que se prolongará casi un mes por las navidades. Los militantes votarán en primera vuelta el 11 de enero y, si es necesario, en segunda ronda una semana más tarde, el 18.

El líder del PSOE-M no tiene intención de adelantar la reunión de su ejecutiva, prevista para el 2 de diciembre, ni de reunir de cara al 41º Congreso, a la delegación que viajará a Sevilla

El barón autonómico pretende también encabezar la delegación socialista en el 41º Congreso de Sevilla, tal y como confirmaron fuentes muy próximas, aunque no va a reunir previamente a sus otros 88 compañeros compromisarios. Pero será allí, en la capital andaluza, creen varios cuadros consultados, donde se visibilizará su "soledad", su pérdida continua de apoyos, pues muchos dirigentes rehuirán la foto conjunta con él, ni siquiera compartirán la tradicional cena de delegación del viernes por la noche. Sánchez podrá evidenciar su desconfianza en él no aceptando los nombres que Lobato ponga encima de la mesa para que se incorporen a la ejecutiva federal.

¿Posible imputación de Sánchez Acera?

El jefe del PSOE-M llegará a Sevilla tras declarar por la mañana ante el Supremo para dar cuenta de la conversación, en marzo, con Sánchez Acera y mostrar el acta notarial. En el partido hay expectación con su comparecencia, por lo que asegure ante juez y por cómo salga del tribunal. Porque cabría la opción de que entre como testigo —con obligación de decir la verdad— y salga como imputado. No se descarta tampoco que pueda arrastrar a Sánchez Acera, quien es también secretaria de Política Institucional de la ejecutiva del PSOE-M. La número cuatro. En la Moncloa insisten en que en aquel cruce de mensajes con Lobato no había nada comprometedor. Pero nadie da nada por hecho. "Pilar está en peligro por cómo está la judicatura", advierte un exregidor madrileño.

Para Ferraz, "la gran pregunta" es si Lobato buscó neutralizar la carrera de López hacia las primarias, si acudió a la notaría para tratar de cerrarle el paso

Pero pase lo que pase el viernes y durante el 41º Congreso, aseguran dirigentes de primer nivel de Ferraz y del PSOE-M, el candidato rival será el ministro Óscar López. Está "decidido", certifican en el equipo de Sánchez. Es el hombre elegido por el presidente para tomar las riendas de una federación ahora en llamas. Una persona de su máxima confianza, su director de Gabinete en los últimos tres años (2021-2024) hasta que pasó a formar parte del Consejo de Ministros. Él será promocionado, por tanto, para hacerse con las riendas del PSOE-M, mientras que otra dirigente al alza, la concejala Enma López, entrará casi con seguridad en la ejecutiva federal, aunque algunos cuadros regionales seguían apostando por ella como alternativa a Lobato y cartel frente a Ayuso.

"La gran pregunta", apuntan en Ferraz, es si el jefe de los socialistas madrileños acudió a la notaría para cegar las opciones del ministro López de desembarcar en la federación. Según Abc, fue a primeros de noviembre, y es el día 15 cuando elDiario.es destapa el nombre del titular de Transformación Digital. Tanto fuentes del PSOE-M como del Gobierno señalan, no obstante, que Lobato no tendrá fácil arrastrar al fango al ministro porque Sánchez Acera forma parte de su ejecutiva y es "del PSOE-M de toda la vida". Es decir, que si le facilitó aquel 14 de marzo el pantallazo del mail al barón autonómico fue por su cargo orgánico regional, "y no porque fuera una orden directa de Óscar". "Es que Pilar es de Juan. Todos los jueves se coordinaban de cara a los plenos en la Asamblea. Ella es una persona honrada a carta cabal", apunta un diputado madrileño.

"Hoy creo que solo se quiere pasar página cuanto antes de esta decepción", indica un relevante cargo institucional, "y lo de Óscar ya se verá, pero solo puedo decir cosas buenas". En la federación todos los mandos consultados, incluso los más cercanos a Lobato, afirman que este está perdiendo apoyos a paladas en esta suerte de huida hacia delante que nadie comprende. El líder del PSOE-M, antes de lo ocurrido esta semana, ya pensaba jugar la baza del candidato de las bases, del David de la militancia frente al Goliat de Ferraz y la Moncloa, emular la gesta de Tomás Gómez en 2010, cuando venció a la aspirante de José Luis Rodríguez Zapatero, la entonces ministra Trinidad Jiménez.

No le valdrá lo de presentarse como héroe de la militancia en este escenario de traición", dice una alcaldesa, "tendremos que hacer el esfuerzo para que haya una candidatura única. Única frente a Juan o única sin Juan, que sería lo decente"

"Que él quisiera aparecer como héroe de la militancia podría valer en el escenario de antes del domingo —opina una importante alcaldesa—, pero en este escenario de traición no le va a valer. Creo que tendremos que hacer el esfuerzo para que haya una candidatura única. Única frente a Juan o única sin Juan, que sería lo decente". "Esto va a mucha velocidad. Yo creo que Óscar puede ser un candidato potente", señala otro regidor del cinturón rojo. "En héroe pretende convertirlo la derecha. Los militantes, en general, están cabreados con él", resuelve un dirigente regional que conoce perfectamente el partido. Desde el círculo de otro primer edil del área metropolitana recuerdan que no hay entusiasmo con López, un pata negra del PSOE que, sin embargo, no ha tenido una trayectoria orgánica fecunda en Madrid: "En general, nadie comparte la elección. Pero nadie se va a mover. Es difícil defender a Óscar, más allá del argumento de que Juan ha sido un desleal con el partido".

"Mecanismo de presión" frente a Sánchez para blindarse en primarias

En el Ejecutivo, en Ferraz, en el PSOE-M siguen sin comprender qué llevó a Lobato a acudir a la notaría, comprometiendo a "una compañera" tan respetada como Sánchez Acera. Y la explicación que hallan, la "única posible", es que quisiera utilizar ese acta "como mecanismo de presión" frente a Sánchez, consciente como era, a primeros de este mes, que tendría rival en primarias. Es decir, que quería guardarse una bala para poder blindarse. Pero lo cierto es que su error, en palabras de un ministro, ha sido "monumental". Insólito. No pocos cuadros relatan que en la decisión de ir al notario pudo tener que ver el consejo de su propio padre, Juan Lobato Valero —edil en la capital entre 1983 y 1987—, un dirigente muy conectado con la vieja guardia socialista.

Incluso en el núcleo íntimo de Lobato ven una "torpeza" su actuación, aunque creen que no maniobró contra Sánchez Acera por razones políticas. En la federación se subraya su "soledad" política y personal

No defienden la maniobra del barón madrileño ni siquiera en su entorno más directo. "Me falta información para posicionarme. Sigo sin saber por qué fue a la notaría y como le conozco sé que por maniobrar contra una compañera no es. Comparto que puede ser una torpeza, pero tiene que haber una explicación, y la que ha dado, que quería protegerla pero no la avisó, no es creíble", apunta un parlamentario autonómico muy próximo a Lobato que se reconoce dolido con su "amigo" y que cree que en una competición con Óscar López, el ministro puede vencer. "Juan también tiene bastante militancia que continúa confiando en él. Ese dibujo de soledad y unanimidad contra él no es exacto. Pero es cierto que el punto culminante será el viernes. O hay una explicación que se pueda entender mejor o va a estar difícil para Juan".

"Juan es una buena persona que ha tomado decisiones equivocadas. Quizá una salida menos dura, si es que ya cabe eso, sería anunciar que no se presentará a la reelección como secretario general. Veremos cómo acaba esto —tercia un miembro de la ejecutiva regional—. Se ha encastillado. Pero tiene dos caminos solitarios que cruzar y que afrontar. Ya no solo políticamente, sino personalmente: la soledad del camino al juzgado y la soledad del congreso federal. Veremos cómo los afronta anímicamente y cómo sale tras el fin de semana, si es que no se precipita todo". En el PSOE-M, por tanto, insisten en esa imagen de abrupta soledad del líder, con contadas compañías, que se puede ir acentuando en los próximos días y quizá a partir del viernes, tras su paso por el Supremo. "Juan está atrincherado, con muy pocos dirigentes con él que habrá que ver si aguantan hasta el final, porque él perderá y ellos lo saben", analiza uno de los fontaneros más conocidos del partido.

Ferraz, entretanto, no actuará. Su margen es muy estrecho precisamente porque los estatutos se cambiaron a raíz del golpe palaciego del comité federal del 1 de octubre de 2016. Sánchez eliminó el precepto que hacía que un secretario general cayese si le dimitía la mitad más uno de los miembros de su ejecutiva. Ahora, el procedimiento de revocación es más complejo: más del 50% del comité ha de acordarlo y luego lo ha de aprobar la militancia en consulta en el plazo de un mes. La dirección de Sánchez entiende que no ha de interferir y que debe ser Lobato el que muera solo. Que no le conviene "meterse en una guerra" a tres días del arranque del congreso federal. Eso, avisan fuentes muy próximas al presidente, solo le ayudaría a "victimizarse". Y los poderes del PSOE-M están de acuerdo. "No queremos un Tomás Lobato", ilustra un parlamentario nacional, haciendo el paralelismo con lo que ocurrió con Tomás Gómez, defenestrado por Sánchez en 2015. "Él está muerto y no hace falta nada. En la emboscada se ha metido él solito. ¿Para qué hacer de él un mártir? No hay que hacer nada". La receta, por tanto: esperar a las primarias regionales.

Ferraz no actuará ahora y esperará a las primarias para derribarle. "No queremos un 'Tomás Lobato'. Está muerto. ¿Para qué hacer de él un mártir?", se pregunta un parlamentario nacional madrileño

Quedan horas y días decisivos. La montaña del 41º Congreso y después la montaña del cónclave autonómico. La duda de cuánto podrá resistir un Lobato cada vez más asediado e incomprendido en su propio PSOE pero que ha decidido "morir matando". Aguantar al máximo, intentando emular ese Manual de resistencia que patrocinó Sánchez.