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Un pavo relleno acompañado de salsa de arándanos, batatas y patatas asadas será lo que degusten millones de estadounidenses este jueves. Es el día de Acción de Gracias y Estados Unidos conmemora, como cada cuarto jueves de noviembre, la -teórica- primera cena de los colonos ingleses y los indios nativos americanos en 1693. Aunque muchos opinan que no hay nada que celebrar porque la colonización llevó al genocidio de millones de nativos y el borrado de su cultura, Thanksgiving continúa siendo la fiesta más popular del país… y eso que a muchos no les gusta el pavo.

Una encuesta publicada la semana pasada provocó controversia al revelar que al 35% de los americanos les desagrada esta ave asada, convirtiéndola en el elemento tradicional más impopular de toda la típica cena. Puede ser un efecto de la fuerte inflación: a lo largo de los últimos años, el pavo ha subido tanto de precio que muchos han dejado de comprarlo y ahora los productores están haciendo todo lo posible por recuperar a los consumidores.

Ni siquiera la vía de los precios les está sirviendo: el coste del pavo ha caído un 6% por segundo año consecutivo, según la organización agrícola American Farm Bureau Federation, y aún así este 2024 van a consumirse muchos menos que el año pasado. En total, unos 46 millones de pavos en todo el país, y a lo largo del año se consumirán unos 6,3 kilos por cabeza, frente a los 13,9 del año anterior, según el Departamento de Agricultura de EEUU-. En comparación, cada estadounidense este año se ha comido 54 kilos de pollo, 104 kilos de carnes rojas, 23 de cerdo y 27 de ternera hasta noviembre.

La gripe aviar baja la producción

Las granjas de Estados Unidos han criado 205 millones de pavos este año, un 6% menos que el anterior, por culpa de la gripe aviar. La mayoría se crían en Minnesota, Carolina del Norte, Arkansas (40 millones el primero y 30 los dos segundos), pero Indiana y Missouri también son importantes productores (casi 20 millones cada uno), seguidos de Virginia, Iowa y California, según datos de la Federación Nacional del Pavo.

Y para sorpresa de los productores el precio no se ha encarecido, como sería lo habitual ante la falta de animales, sino abaratado por la caída de la demanda. La buena noticia que estos datos llevan aparejada tiene que ver con los productores de otro tipo de alimentos, porque los americanos están decidiendo pasarse cada vez más a cenar lasaña, cerdo o ternera en este evento especial, para alegría de sus bolsillos. La leche con la que se elaboran los postres ha caído un 14% y los arándanos están más baratos de lo que nunca han estado en la historia. En conjunto la cesta de la compra este año es un 8,7% más barata.

Sin embargo, quien tenga invitados gastará más que el año pasado por el efecto de la inflación. Otra encuesta de LendingTree apunta que dichas familias gastarán alrededor de 430 dólares (unos 410 euros) en comida, bebida y decoración, un 20% más que hace un año, unos 265 en comida y bebida y 166 en decoración para unos once invitados de media. "Los presupuestos de la mayoría de la gente son ajustados, dejan muy poco margen de un mes a otro, con lo que un aumento de un 20% puede ser un problema", ha apuntado el analista jefe de la división de crédito de la firma, Matt Schulz, a los medios.

Más de un tercio de los que invitarán a personas a casa dicen que lo que van a gastar en Acción de Gracias los va a poner en apuros financieros, con lo que el 34% de ellos dice que usarán tarjetas de crédito para sus compras. Y un 14% se arrepiente de ser ellos quienes acojan a invitados este año, apunta la misma encuesta.

La controversia alrededor del pavo

Más allá de los llamamientos de algunos indios americanos contra la celebración, el hecho de comer pavo en Acción de Gracias lleva años rodeado de polémica porque una asociación animalista, PETA, publicó hace una década vídeos en los que presuntamente mostraban cómo los empleados de una de las empresas más importantes de pavos maltrataban a los animales.

Los vídeos se hicieron virales y resurgen cada año. En ellos se ve cómo supuestos trabajadores golpean a los animales por diversión, pero la asociación también asegura que uno de sus miembros, que se infiltró en una granja, presenció escenas de abuso sexual y de torturas hasta la muerte. En consecuencia, hay animalistas que todos los años piden no comprar pavos Butterball, en una llamada al boicott, pero también piden pensar si es necesario comer carne en este tipo de celebraciones.

Butterball asegura que esos vídeos se grabaron antes de que obtuviese un certificado de American Humane que garantiza que tratan a los animales de forma respetuosa, y remarca que es la única compañía de pavos de Estados Unidos que tiene dicho certificado. "Estamos orgullosos de esta garantía de la que no puede presumir ninguna otra empresa de pavos y de tener una política de tolerancia cero contra el maltrato animal", ha dicho un portavoz de la empresa.

Récord de viajeros

El Departamento de Transporte de EEUU calcula que 18,3 millones de personas van a pasar por los aeropuertos del país por Acción de Gracias, un 6% más que en el periodo equivalente de 2024, siendo el día álgido este domingo. Y muchos de ellos podrían encontrarse con problemas: más de 60 vuelos han sido cancelados este martes y otros 1.700 han sido retrasados en el país, según Flightaware.

Es uno de los inconvenientes que tiene viajar en la época del año más movida en Estados Unidos, pero eso no parece importar demasiado: se esperan 1,7 millones de desplazamientos más que el año pasado. El transporte favorito es el coche: la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA) calcula que 80 millones de americanos se desplazarán al menos 50 millas (80 kilómetros) estos próximos días y la mayoría (72 millones) lo hará por carretera, una vez los precios de la gasolina han dejado de subir tanto como lo hacían el año pasado.

En Estados Unidos ahora la gasolina está a 3,06 dólares el galón (es decir, 2,92 euros 3,8 litros), frente a los 3,26 dólares que costaba hace un año. De su lado, los billetes de avión han subido un 4%.

La mayoría de estos viajeros acude a casas de familiares y amigos, pero algunos se alojan en hoteles y apartamentos de alquiler. Airbnb dice que casi el 20% de las reservas que tiene para este fin de semana son de diez o más personas y que los destinos más populares son Gatlinburg, en Tennessee; Orlando, en Florida; San Diego, en California y Pigeon Forge, también en Tennessee.