La guerra que libra Rusia contra Ucrania desde hace más de mil días está estrechando lazos entre los países del entorno. Con Trump a las puertas de la Casa Blanca, los países bálticos, los nórdicos y Polonia están explorando una estrategia común para impedir que el líder ruso, Vladimir Putin, amenace a la región. En la cumbre celebrada en la residencia de verano del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en Harpsund, cerca de Estocolmo, los jefes de gobierno de Polonia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Estonia y la ministra letona de Exteriores, junto con el anfitrión sueco, han respaldado la entrada de Ucrania en la OTAN, primer punto del Plan de la Victoria del presidente Volodimir Zelenski.

En Harpsund se ha reunido el grupo de países que más ayuda militar per capita prestan a Ucrania. "No solo es por una cuestión de valores, también es porque los ucranianos están luchando por nuestra seguridad. Somos egoístas al decir que hemos de seguir asistiéndoles. Es por nuestro interés, el europeo y el de cada uno de los países aquí reunidos", ha dicho el primer ministro polaco, Donald Tusk, que ve "una oportunidad para Europa" la posibilidad de que la llegada de Donald Trump suponga una parcial retirada de EEUU de la primera línea de frente en el apoyo a Kiev. "Si fuera necesario hemos de estar preparados para ayudar a Ucrania en todo lo que necesite".

En la rueda de prensa posterior al encuentro, Tusk ha dicho: "No podemos predecir cómo evolucionará la política estadounidense en los próximos meses. Por supuesto, la relación con Estados Unidos debe desarrollarse, pero Europa debe ser independiente. Los tiempos de miedo e incertidumbre ante Rusia deben llegar a su fin". Y se basa en las capacidades de defensa de Polonia, pero también de países como Suecia, una potencia militar, y los presentes en esta cumbre, muy conscientes de que Rusia es una amenaza real.

Donald Trump designa un enviado para Ucrania

La invitación a ingresar en la OTAN, respaldada por nórdicos, bálticos y Polonia, sería la forma de garantizar la seguridad de las fronteras de Ucrania en la posguerra. Trump llegó a decir que él lograría la paz con Ucrania en 24 horas. Ese deseo traslada su voluntad de negociar, que es lo que al autor de The Art of the Deal le gusta más. Acaba de nombrar al general retirado Keith Kellog como enviado para Ucrania con el cometido de que las dos partes acepten negociar. En este sentido, se entiende que Joe Biden diera luz verde al uso de los misiles ATACMS en territorio ruso, y luego lo hicieran británicos y franceses. Están buscando que Ucrania parta de una posición de fuerza.

En ese contexto, se entiende que la línea de frente actual se consolidará pero que aún así habrá que garantizar la integridad territorial de Ucrania. Para ello, Francia está planteando que haya soldados europeos, franceses, británicos y polacos, en Ucrania. Y este grupo de países nórdicos, bálticos y Polonia se inclina por invitar a Ucrania a la OTAN, como demanda Zelenksi en su Plan de la Victoria.

Los países nórdicos llevan años colaborando estrechamente, formando un formato denominado NB8 junto con Lituania, Letonia y Estonia. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, invitó el miércoles por primera vez a Donald Tusk a este encuentro porque los tiempos son extremadamente difíciles. Todos los asistentes reconocieron que la seguridad del continente europeo está amenazada por Rusia y que la situación es muy complicada.

Polonia lidera

En un vídeo publicado en la página web del gobierno sueco, el primer ministro sueco señala que Polonia está "mostrando el camino" a otros sobre cómo ampliar y modernizar las Fuerzas Armadas. Polonia dedica este año un 4,2% del PIB a defensa y en 2025 será un 4,7%. Todos los bálticos y nórdicos superan el 2%, el mínimo que considera la OTAN básico para hacer frente a las actuales amenazas. Han planteado que todos los aliados han de llegar al 2,5% como mínimo en el plazo más breve posible. España está en el furgón de cola con apenas un 1,3%.

En una declaración adoptada tras la reunión, los líderes anuncian que seguirán aumentando esta ayuda. "Ucrania debe poner fin a la agresión rusa para garantizar una paz global, duradera y justa", reza el documento. Aunque la declaración no pide el mantenimiento de la integridad territorial de Ucrania ni la retirada de los rusos de las tierras ucranianas ocupadas, hay una declaración de apoyo al Plan de la Victoria.

Este Plan de la Victoria, que presentó Zelenski ante la Rada el 16 de octubre, consta de cinco puntos, y el primero de ellos es la invitación a que Ucrania ingrese en la OTAN de forma inmediata, aunque la adhesión se haría efectiva posteriormente. Zelenski alude a que no haya restricciones en el uso de armas occidentales contra Rusia y que una misión internacional garantice la paz.

Policía naval en el Báltico

Polonia, los Bálticos más Finlandia, Suecia y Noruega también quieren reforzar sus capacidades defensivas. En este sentido, el primer ministro Donald Tusk ha propuesto la creación de una "policía naval" para proteger el mar Báltico de las amenazas rusas.

Nueve países -Suecia, Dinamarca, Rusia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Alemania y Polonia- bordean el mar Báltico. Hay flotas navales rusas atracadas en San Petersburgo y en el exclave de Kaliningrado.

Según ha expuesto, la iniciativa sería "una empresa conjunta de los países situados en el mar Báltico, que tienen el mismo sentido de la amenaza que supone Rusia". Tusk insiste en que si Europa está unida, Rusia no tiene nada que hacer. "Rusia es un enano un enano tecnológico, financiero y económico en relación con Europa (...) Pero si Europa está dividida, Rusia supone una amenaza para todos y cada uno de los países europeos individualmente".

La semana pasada cortaron un cable submarino de telecomunicaciones de 1.000 kilómetros de longitud que unía Finlandia y Alemania, y otro que conectaba Suecia con Lituania. Se sospecha que está implicado un barco de bandera china que zarpó de Rusia y navegó por el mar Báltico. "Lo que parece un sabotaje suele ser un sabotaje", ha dicho Tusk. El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, dijo que era "un sabotaje". Rusia y Bielorrusia libran una guerra híbrida contra los aliados de Ucrania en Europa.

El ex jefe de Defensa sueco, Micael Bydén, advirtió en mayo de que el Kremlin quería hacerse con el control de este mar de importancia estratégica, advirtiendo de que "no debe convertirse en el patio de recreo de Putin donde aterrorice a los miembros de la OTAN", según informa Politico. Los cielos de los Bálticos están bajo control de la OTAN.

Según el Instituto Rand, vinculado al ejército estadounidense, sólo con la adhesión de Suecia y Finlandia la capacidad naval de la OTAN es comparable a la de Rusia en el Báltico. Sin embargo, Moscú sigue siendo capaz de interrumpir eficazmente las vías de comunicación, como intenta con acciones híbridas, pero controlarlo no podría.

En este formato con nórdicos y bálticos, y con los Cinco Grandes de la UE, Polonia está demostrando que es una potencia cada vez más central en Europa. En un momento de falta de líderes convertidos en patos cojos, Donald Tusk marca el paso.