Las pensiones no contributivas experimentarán un importante aumento en el año 2025. Desde la Seguridad Social se confirma que estas ayudas se elevarán a más de 200 euros anuales, y supondrá un refuerzo importante para los que, por el motivo que sea, no han podido cotizar lo suficiente. Este aumento superará con creces el índice del precio de consumo (IPC) en lo que se supone un esfuerzo decidido para mejorar las condiciones de los que más lo necesiten.

Incremento de las pensiones no contributivas: ¿en qué consiste?

Aumento superior a 200 euros anuales

Las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez, que están gestionadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), experimentarán en 2025 un aumento considerable. En la actualidad, estas pensiones se sitúan en un importe anual de 7.250,60 euros, repartidos en 14 pagas. Con la nueva revalorización, que superará el 2,8% del IPC aplicado a las contributivas, las personas beneficiarias de estas pensiones no contributivas pueden llegar a alcanzar hasta 7.453,60 euros anuales o incluso más.

Este crecimiento persigue hacer que las pensiones no contributivas se aproximen hasta el umbral del 75% del riesgo de pobreza para un hogar monoparental, un compromiso que muestra la intención del Gobierno para establecer una mayor justicia social.

Relación con el Ingreso Mínimo Vital (IMV)

El aumento en las pensiones no contributivas se verá reflejado en las cuantías del Ingreso Mínimo Vital pues, estando el IMV ligado al resultado de las pensiones no contributivas, se espera un aumento, también, en estas ayudas para el año 2025. Eso es, no solamente los pensionistas beneficiarán, sino que también las personas que dependen del IMV para su subsistencia.

Requisitos para acceder a una pensión no contributiva

Sin necesidad de cotización, pero con otros requisitos

A diferencia de las pensiones contributivas, las no contributivas no exigen un mínimo de años cotizados. No obstante, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por el IMSERSO. Entre estos requisitos destaca la obligación de residir legalmente en España durante un periodo superior a los diez años, así como la condición de no tener recursos económicos suficientes para garantizar una vida digna.

Diferencias entre jubilación e invalidez

En caso de ser ancianos de 65 años o más que no han podido cotizar ni a un mínimo, se les otorga la pensión no contributiva de jubilación. Por otro lado, la pensión por invalidez se concede a cualquier persona entre 18 y 65 años de edad que tenga un grado de discapacidad de 75% o más. En ambos casos, la revalorización favorecerá directamente a estos colectivos vulnerables.

Subida adicional para los pensionistas con mayor necesidad

Complemento por discapacidad del 75% o más

Un colectivo que se verá favorecido por esta revalorización será el de las personas afectadas por una discapacidad de un 75% o más. Estas personas pensionistas de invalidez recibirán un complemento adicional también del 50% dirigido a aquellas personas que necesitan de asistencia para realizar actividades básicas de la vida diaria. Este incremento, a su vez, refuerza la dedicación al apoyo de los colectivos más perjudicados.

Una mejora que se anunciará próximamente

Aunque ya se ha confirmado que esta revalorización será superior a 200 euros, el porcentaje concreto de la revalorización se confirmará en las semanas próximas a la fecha en la que se comunique el dato que se confirma. Tal y como el propio Gobierno quiere hacer tangencial, es posible que ya no haya ni una sola pensión que quede inferior al mínimo que se considera digno si se ajustan las prestaciones al coste de la vida.

En 2025 habrá buenas noticias para las personas beneficiarias de pensiones no contributivas. Se da la circunstancia de que esta revalorización mejora de manera importante la calidad de vida de miles de personas beneficiarias de pensiones no contingentes, describe la posibilidad de seguir avanzando hacia una sociedad más justa y solidaria.