El nombre de Víctor de Aldama dormía el sueño de los justos en el listado de comparecientes que el PP presentó el pasado mes de abril para la comisión de investigación del Senado del 'caso Ábalos', pero algo puede cambiar. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha abierto la puerta para que su presencia en la Cámara Alta sea una realidad a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Así lo ha expresado en una conversación informal con periodistas durante la celebración del aniversario constitucional en el Congreso.

Al que han calificado de "nexo corruptor" de lo que comenzó siendo una investigación sobre el cobro de comisiones ilegales por la compra de mascarillas con epicentro en el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos, se ha convertido en el imputado más deseado por los populares tras su declaración en la Audiencia Nacional. Feijóo da bastante credibilidad al empresario. Sostiene ese convencimiento en que "el fiscal le ha creído, está documentado (lo que declaró) y los fiscales no piden la puesta en libertad si no creen en su testifical".

Sánchez, para el final

Dice además estar convencido de que la foto entre Pedro Sánchez y Aldama, que hizo Koldo García, no es la única prueba de esa relación y que todo lo que ha declarado sobre el presidente del Gobierno "es verdad". Dicha comparecencia, de producirse, no sería antes de fin de año por la premura del calendario. Los populares aún tienen margen para seguir llamando a comparecientes pues la comisión se mantiene activa hasta abril, en que cumple un año. No obstante, siempre pueden prorrogarla por la fuerza de su mayoría absoluta.

Nada se sabe, en todo caso, respecto a si acabarán sentando a Sánchez en la misma. Su nombre también está en el mismo listado que Aldama, pero pueden querer para él el papel 'estelar' de cierre de comisión. No hay prisa. Frente a la "ansiedad" que dice detectar Feijóo en Moncloa, "yo no tengo que ir a ningún juzgado, no me preocupa la agenda judicial de mi familia, partido y gobierno".

Una legislatura que "no da más de sí"

Además, parece descartado que llamen a Begoña Gómez. Ya lo hizo la Asamblea de Madrid por su relación profesional con la Universidad Complutense y se acogió a su derecho a no declarar. Otro tanto hizo la asesora de Moncloa Cristina Álvarez, pero ella en el Senado. A pesar de no estar imputada, quien ha venido ejerciendo de secretaria de Gómez para sus actividades privadas también decidió mantenerse en silencio.

La mancha de aceite no ha hecho más que crecer y De Aldama amenaza con un segundo capítulo ante la Audiencia Nacional, a la que habría entregado documentación para basar sus graves acusaciones. Dice el líder del primer partido de la oposición que los casos de corrupción "acaban de empezar y cada uno tendrá que ver el impacto que produce en su electorado", en alusión a los socios parlamentarios del Ejecutivo. Y tras afirmar que "nunca un Gobierno ha estado acorralado pro tantos casos de corrupción", cree que la legislatura "no da más de sí". "Durará lo que dure, pero no da más de sí", ha insistido.

Feijóo "no tira la toalla" ante la posibilidad, remota, de conseguir apoyos para una moción de censura

De fondo ronda la idea de la presentación de una moción de censura, esbozada por Feijóo el pasado mes de noviembre tras la primera y, por ahora, única, declaración voluntaria de Aldama ante la Audiencia. "Estoy a disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país", anunció dirigiéndose a los que apuntalan la continuidad de Sánchez como jefe del Ejecutivo. Y aún a sabiendas de que la aritmética imposibilita un acuerdo que aúne en un mismo objetivo al PP, a Vox y al PNV, ha asegurado tener "buena relación" con todo el mundo y "no tirar la toalla nunca". "La legislatura durará lo que duren los socios que son fijos discontinuos", ha valorado a preguntas de los periodistas, porque asume que Sánchez "no va a dimitir".