En los meses más fríos, las facturas de calefacción pueden constituir un dolor de cabeza en muchos hogares. En este artículo, desenmascaramos cuál estrategia es la más eficiente: si es mejor apagar y encender la calefacción o bien mantenerla al mínimo encendida. Te explicamos cuál es la forma de ahorrar en la factura sin perder en comodidad.

Ventajas de encender y apagar la calefacción

Eficiencia en hogares bien aislados

En los hogares donde el aislamiento térmico es considerado bueno, optar por apagar la calefacción cuando se sale de casa o durante la noche puede ser el camino más eficiente. Las paredes y ventanas bien selladas conservan el calor durante mucho más tiempo, por lo que la calefacción no tendrá que trabajar excesivamente al volver a encenderla. Esta es una buena opción no solo para el consumo, sino también para las emisiones de CO2.

Evitar picos innecesarios de consumo

Desde su página web, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) propone que el funcionamiento de la calefacción se oriente a los horarios de ocupación en la vivienda, es decir, con apagar la calefacción durante la noche o cuando no nos encontramos en casa, se consigue evitar el consumo constante y podremos encenderla justo cuando existe la necesidad, a la vez que en caso de trabajar con sistemas modernos se programa la calefacción para que se ponga en funcionamiento antes de nuestra llegada.

Beneficios de mantener la calefacción al mínimo

Evitar que el hogar se enfríe demasiado

En residencias con un mal aislamiento o en regiones donde el clima es muy frío, mantener la calefacción al mínimo (16-18 ºC) puede ser una forma válida de reducir la demanda térmica de la instalación, evitando así que cuando se encienda el sistema térmico este tenga que realizar un esfuerzo excesivo para calentar el espacio y aumente significativamente el consumo en sistemas menos eficientes.

Confort constante

Hay familias que quieren mantener una temperatura baja pero constante durante las 24 horas. Esta solución es especialmente útil en hogares donde el sistema de calefacción va lento en alcanzar una temperatura confortable. No obstante, es fundamental revisar si este consumo ininterrumpido vale la pena o no frente a la alternativa de encender y apagar el sistema de calefacción a demanda.

Estrategias para optimizar el uso de la calefacción

Uso de termostatos inteligentes

Un termostato inteligente es una inversión que puede ser decisiva. Los termostatos inteligentes tienen la capacidad de programar horarios y ajustar la temperatura de forma automática siguiendo tus hábitos. Algunos equipos incluso aprenden tus rutinas y optimizan el uso, por lo que se traduce en una reducción del gasto.

Aislamiento del hogar

Un buen aislamiento es sin duda fundamental para poder ahorrar. Instalar dobles acristalamientos, sellar las puertas o colocar cortinas térmicas son métodos que te ayudarán a mantener el calor en el interior del hogar. Un hogar bien aislado puede llegar a necesitar una cantidad inferior de calefacción sin importar la estrategia que lleves a cabo.

Consejos prácticos para ahorrar con la calefacción

Ajusta la temperatura del termostato

El IDAE recomienda que la calefacción se mantenga entre 20-21 ºC durante el día y reducirla a 15-17 ºC durante la noche. Por cada grado que se suba la temperatura, el consumo energético aumenta un 7%. Este simple cambio puede generar un importante ahorro en la factura.

Aprovecha fuentes de calor natural

Durante la jornada, debes abrir las cortinas para permitir que la luz del sol caliente las habitaciones. Cuando llegue la noche, debes cerrarlas para mantener el calor acumulado. Este simple truco puede hacer que la percepción del calor en casa cambie.

Alternativas para un consumo más eficiente

Combinación de estrategias

En muchos supuestos, una estrategia híbrida va a ser la mejor. Por ejemplo, puedes programar la calefacción para que esté al mínimo durante las horas en las que no estás en casa para subirla en cuanto llegas: así te aseguras de que no enfriará demasiado la casa y de que no tendrás picos altos de consumo.

Mantenimiento regular del sistema

Es importante purgar los radiadores, revisar la caldera y asegurarse de que todo funcione correctamente, pues son pasos necesarios para aprovechar la calefacción, un sistema que, si está en buenas condiciones, consume menos energía y proporciona un mejor rendimiento.