El intento de varios clubes europeos de crear una Superliga de fútbol generó una brecha que está lejos de cerrarse. En ese contexto, Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG y de la ECA (European Club Association), dio recientemente una entrevista al diario Marca, en la que aprovechó para cargar contra los torneos nacionales de fútbol, que en su opinión "aumentan" de alguna manera la carga de trabajo de los jugadores.

Ahora, la Union of European Clubs (UEC) ha respondido. En un comunicado, señala que "estos comentarios siguen un patrón familiar: enmarcar las ligas nacionales como el problema para justificar la creación de más espacio en el calendario internacional para que los clubes de élite jueguen torneos exclusivos entre ellos".

En este contexto, la UEC se reafirma en que "la principal fuerza del fútbol europeo reside en sus ligas nacionales, que deben seguir siendo la piedra angular de este deporte. Las competiciones nacionales son el escenario principal en el que clubes de todos los tamaños y sus jugadores compiten, se desarrollan y prosperan". Además, recalca que "reducir su importancia" – la de las competiciones nacionales – "para dar prioridad a un puñado de clubes de élite no hará sino ahondar la brecha financiera y competitiva dentro del fútbol europeo, socavando aún más el mérito deportivo".

Esta respuesta de la UEC pone en tela de juicio la idea de que los torneos internacionales son necesarios para incrementar "el atractivo mundial del fútbol". Al respecto, la UEC recalca que "las ligas nacionales ya atraen a miles de millones de espectadores en todo el mundo y nutren a los jugadores y las historias que impulsan la popularidad de este deporte en todo el mundo. En lugar de debilitarlas, debemos proteger y reforzar estas competiciones para garantizar un futuro justo, inclusivo y sostenible para el fútbol. Con la salud a largo plazo del fútbol europeo en juego, es esencial una consulta significativa".

La UEC también aprovecha este comunicado para criticar que "las decisiones impulsadas por las preferencias de un pequeño grupo de clubes de élite no pueden ir en detrimento de los clubes y ligas que representan a la gran mayoría de las partes interesadas en el fútbol". Y concluyen señalando "el compromiso de garantizar que las competiciones nacionales sigan prosperando y que las voces de todos los clubes sean escuchadas y respetadas".

Por último, la UEC recuerda también que el predecesor de Al-Khelaifi en la presidencia de la ECA, Andrea Agnelli "abogó abiertamente por reducir el tamaño de las ligas nacionales para hacer sitio a más partidos internacionales de clubes", una idea que culminó en el polémico proyecto de la Superliga, y que Al-Khelaifi rechazó públicamente, pero que según la UEC "sus recientes declaraciones sugieren que la misma visión persiste bajo un nuevo disfraz".

Por este motivo, la UEC "invita al Sr. Al-Khelaifi a rectificar sus comentarios, al tiempo que hace un llamamiento a las ligas, clubes, jugadores y aficionados para que se resistan a estos continuos esfuerzos por restar importancia a las competiciones nacionales. Juntos, podemos proteger la integridad del fútbol europeo y garantizar que siga siendo un deporte para todos, no sólo para unos pocos privilegiados".